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“Dense fraternalmente la paz”

La Congregación para la Disciplina de los Sacramentos ha emitido un documento donde nos enseña a darnos adecuadamente el saludo de la paz durante la Misa. El saludo –dice– debe ser sobrio y solamente debemos intercambiarlo con quienes están cercanos a nosotros. La Iglesia pide evitar los excesos. En primer lugar, no deben entonarse cantos durante el intercambio del saludo ya que dichos cantos no son litúrgicos. Además las personas no deben desplazarse de sus lugares para dar el saludo; los sacerdotes no deben bajar a la nave del templo para dar la paz a los fieles, dejando solo a Jesús sacramentado. Dar la paz no es ir a felicitar a los novios, quinceañeras ni dar el pésame a los familiares del difunto en los funerales. Las normas para este rito pretenden conservar el clima de orden y belleza de la celebración, y evitar la confusión entre los fieles.

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