domingo, 31 de diciembre de 2023

Año nuevo: contemplemos a los ángeles

¡Feliz año 2024! Hoy podemos pedir a Dios, en este inicio de año 2024, la ayuda de los ángeles para que sea un tiempo de gracia, bendición y mejores relaciones con Dios y los hermanos. De eso depende nuestra felicidad hoy, y nuestro destino eterno, mañana. El mundo invisible que nos rodea, es decir, el mundo angélico, es un mundo que se relaciona con otras dimensiones de la realidad, concretamente con la realidad natural en la que vivimos los seres humanos, y con la realidad sobrenatural, que es Dios mismo. Aprendamos de los ángeles. Si ellos anunciaron el Evangelio a la Virgen María, a san José y a los pastores, ¿por qué a nosotros no?

¿Cómo interactúan los ángeles? Lo hacen con Dios contemplándole (Mt 18,10), adorándole y sirviendo a sus designios (Sal 103, 20). Se relacionan con nosotros, los seres humanos vivos, cuidándonos y pastoreándonos para que alcancemos nuestra salvación eterna (Tob 5,4). Por revelaciones privadas creemos que se relacionan con los difuntos, pero no con quienes están en el infierno sino con los purgantes, orando por ellos y llevándolos al cielo una vez terminada su purificación. Interactúan con los santos compartiendo la gloria divina y la visión beatífica en el cielo (Ap 5,11-12).

Este 2024 ha de ser un año para contemplar más y mejor el misterio de Dios para ser adoradores en espíritu y verdad, a semejante de los coros angélicos, y servir mejor a los proyectos divinos. Si nos acercamos con hambre a la Palabra de Dios, si buscamos más el silencio para contemplar el misterio, si participamos con mayor devoción en la recepción de los sacramentos, el año nuevo nos acercará más al Señor.

Así como los ángeles custodios nos pastorean y nos guían, sepamos también ser pastores y cuidadores de quienes Dios puso a nuestro lado, empezando por nuestra propia familia o, para los que somos sacerdotes, nuestra propia comunidad parroquial. Los empresarios deben cuidar del bienestar de sus empleados, y los políticos del bien común del pueblo. Recordemos también que tenemos compromiso con las personas que sufren –así como los ángeles con las almas purgantes– para llevarles aliento y ayuda, especialmente los enfermos, los migrantes, los tristes, los desamparados.

Acerquémonos también en este año a conocer las vidas de algunos santos para admirar la obra de Dios en ellos e imitar sus virtudes; sus vidas son un reflejo del Evangelio encarnado en situaciones concretas que ellos vivieron. Pero también tengamos el propósito de cultivar amistades santas que nos inspiren a vivir una vida más virtuosa, a ser mejores cristianos.

¿Cómo interactúan los demonios? Están cerrados a la presencia de Dios y son sometidos por los ángeles buenos (Ap 12, 7-9). En sus relaciones con los seres humanos vivos lo hacen a través de su acción ordinaria, que es la tentación (Mt 6,13), y por medio de acciones extraordinarias como la obsesión, la vejación, la infestación y la posesión (Mc 5,1-20). También se relacionan con los difuntos condenados atormentándolos (Mt 10,28), mientras que a las almas del purgatorio les ha sido negado el acceso (CIC 1030-1031).

Lamentablemente muchos hermanos nuestros tienen cerrada el alma al mundo sobrenatural. Algunos se declaran ateos mientras que otros, bautizados, viven en un ateísmo práctico, como si Dios no existiera. Caminan errantes creyéndose libres pero, en realidad, son pastoreados por espíritus malignos en toda clase de vicios e impurezas. A veces son sorprendentes y estremecedoras las formas de maldad que existen. Hay quienes se han convertido en una especie de demonios para otras personas a través de tantas formas dolorosas de explotación y de abuso.

Los ángeles caídos tientan a los hombres al mal, y si nosotros empleamos mal nuestra libertad también seremos ocasión de pecado o piedra de tropiezo para que otros encuentren a Dios. Hemos de arrepentirnos si con malos ejemplos hemos contribuido al extravío de otras personas. No desesperemos porque nunca es tarde para recapacitar y pedir perdón, con la confianza de que la Providencia de Dios sana a aquellos que, con nuestras heridas, hemos herido.

Iniciamos el 2024 con Jesucristo como nuestro pastor y los ángeles como inspiración. Internémonos de la mano del mundo angélico en tiempo por delante, en la esperanza de que Dios tiene reservadas, en este año, sorpresas que nos irán descubriendo sus designios. Confiados en su Divina Providencia, tenemos la certeza de que todo concurrirá –como decía san Pablo– para bien de los que aman a Dios. ¡Bendecido y santo año nuevo!

viernes, 29 de diciembre de 2023

Cristianismo gnóstico o cristianismo encarnado


Muchos cristianos católicos miran a Cristo Jesús solamente como un gran maestro. Conozco personas que acuden a terapias extrañas para sentirse mejor, se quitan el estrés dándose golpecitos en la cabeza y la cara; otros más buscan cursos de "coaching" y otras terapias. Reducen su relación con Jesús a un estado psicológico para sentirse mejor y poder funcionar más felices en el mundo. 

El gnosticismo ha acompañado al cristianismo de manera paralela durante 21 siglos de historia. Los gnósticos son personas que buscan conocimientos ocultos para salvarse, reservados y revelados para unos cuantos. Jesucristo y el Evangelio no tienen ese propósito. El fin del Evangelio no es adquirir un conocimiento psicológico o una terapia de superación personal para desenvolverse mejor en la vida. 

San Juan en su primera carta nos acompaña en estos días de la octava de Navidad, y nos revela a Jesús hecho hombre en la carne. Es el Verbo que puso su morada entre nosotros; pero esa carne de Cristo será preparada para su Sacrificio en la Cruz. El misterio de la Navidad nos remite al Calvario donde la carne del Hijo de Dios será inmolada y, finalmente, glorificada en la Resurrección. 

Así que Jesús es mucho más que un maestro. Es el Redentor, el Salvador del mundo. Maestros ha habido muchos en la historia: Confucio, Martin Luther King, Buda, el Dalai Lama y otros más. Pero a Jesús no podemos compararlo con ellos porque ninguno de estos gurúes o fundadores de religiones dieron su vida por nosotros. Todos estos murieron, pero sólo Jesús es Dios que resucitó. 

Como discípulos del Niño Jesús hemos de aprender a decir, junto con san Pablo: "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí: la vida que sigo viviendo en la carne, la vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí". (Gal 2,20). Sigamos sus pasos, aprendiendo a llevar nuestra carne por el camino de la Cruz, en la lucha contra el pecado, en el esfuerzo de amar a Dios cumpliendo sus mandamientos y viviendo en sacrificio por el bien de nuestros hermanos. Amén.

jueves, 28 de diciembre de 2023

Metafísica de los ángeles


Un poco de metafísica de los ángeles

1. Fueron creados por Dios. 
2. Fueron creados con una "preternaturaleza", es decir, una naturaleza elevada con dones sobrenaturales. 
3. No tienen materia y forma. 
4. Son inmateriales y simples en su esencia. 
5. No tienen cuerpo y por eso cada ángel es su propia especie. 
6. Son gobernados por leyes ontológicas y morales. 
7. No tienen movimientos físicos porque no tienen cuerpo, pero hay en ellos movimientos de la potencia al acto. 

Quizá este vocabulario filosófico sobre los ángeles te resulte un poco difícil de entender. Para comprender el mundo angélico, así como el mundo demoníaco, la Iglesia se apoya en los datos de la Revelación bíblica pero también en la filosofía. De esa manera ha logrado elaborar una "angelología" o estudio seguro sobre los ángeles. 

Muchos cristianos no católicos se limitan a creer que los ángeles y los santos interceden por nosotros en el cielo, pero no creen que interactúan con nosotros en la tierra. Otros protestantes, así como los ateos, afirman que se trata de criaturas mitológicas o simples fábulas de la Biblia. 

La Nueva Era (New age) y el esoterismo tienen un conocimiento muy deforme sobre el mundo angélico que puede ser peligroso, ya que enseñan a sus adeptos a relacionarse con ellos de una manera inadecuada. 

Conozcamos mejor lo que la Iglesia Católica nos enseña en su doctrina acerca de los espíritus celestes, con el apoyo de la Palabra de Dios, de la Tradición y de la razón. Pidamos al Señor que nos conceda, según nuestra capacidad, tener un conocimiento más amplio, no sólo del mundo visible sino también de ese mundo "invisible" en el que los católicos afirmamos creer cuando cada domingo proclamamos el Credo. Esto nos llevará a ser personas que amen más a Dios Creador y a ordenar nuestra vida hacia su fin último, que es contemplar al Señor eternamente en el Cielo.

martes, 26 de diciembre de 2023

Bendiciones que no daré



En mis 23 años de sacerdocio he bendecido a muchísimas personas y lo hago a cualquier persona que me lo pida. Nunca me pongo a indagar si el alma de quien pide la bendición está en gracia de Dios o no, pero hay circunstancias que son evidentemente contrarias a la voluntad de Dios, como la solicitud de una bendición en pareja que parece, más bien, querer daprobación a su situación de pecado.

Cuando una pareja me solicita que la bendiga, siempre les pregunto: ¿Están casados por la Iglesia? Si la respuesta es positiva, les doy la bendición como pareja. Si me dicen que viven en unión libre o que sólo están casados por la ley civil, les digo gentilmente que esas situaciones no pueden ser bendecidas porque falta el matrimonio cristiano, pero que la bendición se las imparto de manera personal, y en esa oración pido por su conversión para que la voluntad de Dios se cumpla en ellos.

Recuerdo hace muchos años una persona cercana a mí me solicitó bendecir un "restaurante" en mi ciudad, del cual él sería el gerente. Cuando me presenté en el local con mi alba, estola, ritual y agua bendita, descubrí que no se trataba de un restaurante, sino de un antro LGBT. Hablé amablemente con la persona y le dije que ese tipo de negocios no se pueden bendecir por la Iglesia. Me retiré sin hacer ninguna oración porque mi conciencia me lo impedía. Tampoco he aceptado bendecir bares o discotecas por ser lugares donde se venden drogas clandestinamente.

En una ocasión a un amigo sacerdote de mi diócesis le pidieron bendecir una tienda en un pequeño centro comercial; cuando llegó se encontró toda la mercancía cubierta con telas. Al indagar qué había bajo los paños descubrió que había un sinfín de películas, revistas porno y juguetes sexuales. Por supuesto que también optó por retirarse sin hacer el rito de bendición.

Hay lugares y circunstancias que no se pueden bendecir porque ponen a las personas en una ruta contraria al Evangelio. Parece que con las nuevas disposiciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe los sacerdotes podemos bendecir cualquier situación por mera "caridad pastoral", tratando de descubrir lo bueno y lo positivo que pudiera haber en tales ocasiones. Personalmente no lo haré.

Pienso que el documento "Fiducia supplicans" es muy ambiguo y la praxis bendicional que propone carece de sustento en la doctrina y la Tradición de la Iglesia. Algunas conferencias episcopales africanas lo rechazan, y parece más un avance de la ideología de género que presiona a ciertos obispos para que la Iglesia se abra a posturas morales más progresistas.

Pido a Dios que ilumine mi conciencia para ser obediente al papa y a la Iglesia, pero en este tipo de bendiciones no puedo dar mi asentimiento, a menos que la pareja muestre verdadero arrepentimiento y propósito para salir de su situación de pecado. Lamentablemente la mayoría sólo tienen intención de legitimar su situación inmoral. 

Mientras tanto me quedo con el documento del cardenal Ladaria del 2021 que, con toda claridad, explica el por qué no se pueden bendecir parejas en situación de pecado. Estoy convencido de que la caridad cristiana no solamente debe ser "pastoral" sino también "teologal", es decir, caridad a la Verdad, que Cristo mismo.

lunes, 18 de diciembre de 2023

Bendiciones a parejas en pecado


Esta semana estalló una bomba mediática: "la Iglesia puede bendecir a parejas que viven en adulterio y a parejas del mismo sexo". ¿De verdad es así? ¿A partir de hoy se aprueba el adulterio y la sodomía? Por supuesto que no. Muchos católicos que sólo leen titulares de prensa o que se nutren de medios seculares de comunicación quedarán confundidos y hasta perturbados con esa noticia. Hay que leer completo el documento "Fiducia supplicans" para saber que la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la homosexualidad no han cambiado. No caigamos en alarmismos que sólo provocan confusión.

El documento deja claras algunas cosas. Primero, las bendiciones van del hombre hacia Dios, en forma de alabanza, adoración y gratitud. También vienen de Dios hacia el hombre para brindarle las ayudas –llamadas "gracias actuales"– para que crezca, madure y purifique su vida en conformidad al Evangelio. Segundo, estas bendiciones que vienen de Dios no pretenden legitimar el estado del hombre en pecado, sino que piden al Espíritu Santo que abra el corazón de las personas para darles fuerza en su camino hacia Dios. Tercero, no se trata de un gesto litúrgico ni semi-litúrgico semejante a un sacramento, sino de una oración espontánea que debe hacerse fuera de ambientes litúrgicos. Cuarto, nunca se debe hacer este gesto en conexión con la unión civil de esas parejas, ni utilizando vestimentas, palabras o gestos de boda.

Tiene razón el documento “Fiducia supplicans” al afirmar que una bendición también es una oración de súplica y de imploración de ayuda divina para que las personas puedan salir de su situación de pecado. Sin embargo bendecir parejas irregulares o el mismo sexo puede causar confusión en los fieles, o puede servir de aliciente para que estas parejas continúen viviendo en pecado. Eso es lo que los sacerdotes debemos evitar a toda costa.

Mi prudencia pastoral no me permite bendecir en público a tales parejas, y si alguna se acercara para pedir una bendición, habrá que conversar con ellas para asegurarme de que han emprendido un camino serio hacia Dios y están en el esfuerzo por superar su situación de pecado. Si es así, debo limitarme a orar por ellas –en lo individual y no como pareja, y así evitar malos entendidos– para que puedan conformar sus vidas a los designios divinos.

Debemos evitar todo gesto que haga notar que Dios aprueba esas uniones, y pedir la conversión para las personas que viven de esa manera. Es como si una persona drogadicta o atrapada en la pornografía, y que está luchando por salir de su adicción, pidiera una oración a un sacerdote para que el Cielo le conceda fuerzas para dejar su vicio. Creo que yo nunca negaría una oración a tal persona.

La conversación con esas parejas debe ser para conocer mejor qué fue lo que los llevó a entrar en esa situación, entender su proceso y hacerles comprender lo que Cristo y la Iglesia enseñan para vivir en la ruta hacia la santidad. Hemos de mostrarles la misericordia de Dios y, al mismo tiempo, la verdad que necesitan conocer para salvarse. Mi oración por ellas es para implorar a Dios que les ayude a dejar las drogas, los actos homosexuales, el adulterio, la porno o cualquier otro tipo de pecado. Si lo hiciera insinuando que Dios aprueba su situación, contribuiría a la destrucción de esas personas. Y a la mía.

Las parejas que conviven en adulterio y las que conviven con pareja del mismo sexo no tienen nada que festejar con este documento firmado por el cardenal Fernández. El adulterio sigue siendo pecado mortal así como también las relaciones homosexuales. La doctrina de la Iglesia sobre homosexualidad, el matrimonio y la práctica pastoral para los divorciados vueltos a casar no se altera de manera alguna.

"Fiducica supplicans" seguramente será mal interpretada en los diferentes sectores de la Iglesia. Servirá para que algunos tradicionalistas lancen más lodo al papa Francisco. Pero también para los que los liberales se alegren creyendo que la Iglesia da un paso adelante al bendecir estas uniones.

Una irresponsable interpretación de "Fiducia supplicans" la hizo el sacerdote James Martin, promotor de la ideología LGBT dentro de la Iglesia. En su cuenta de X declaró lo siguiente: "La nueva declaración del Vaticano "Fiducia supplicans" es un gran paso adelante en el ministerio de la Iglesia hacia las personas LGBTQ y reconoce el profundo deseo de muchas parejas católicas del mismo sexo por la presencia de Dios en sus relaciones amorosas. También es un cambio marcado con respecto a la conclusión de que "Dios no bendice ni puede bendecir el pecado" de hace apenas dos años. La declaración abre la puerta a bendiciones no litúrgicas para parejas del mismo sexo, algo que anteriormente estaba prohibido para obispos, sacerdotes y diáconos. Junto con muchos sacerdotes, ahora estaré encantado de bendecir a mis amigos en uniones entre personas del mismo sexo".

El padre Martin afirma equivocadamente que la Iglesia ya superó la negativa de bendecir el pecado, y que ahora Dios está dentro de las relaciones homosexuales, por lo que se pueden bendecir. Eso es falso. Su interpretación es simplemente terrible. Así el sacerdote jesuita da un penoso ejemplo de su ignorancia del Depósito de la Fe, de su desobediencia a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia. Es un ejemplo espantoso de falsa misericordia y de falta de caridad a la verdad. Dios lo ilumine.

No hay nada qué temer por la publicación de "Fiducia suppliccans". Al contrario, es una buena catequesis sobre las bendiciones, y una exhortación a orar por quienes, desde sus pecados, piden a Dios conformar su vida a su santa voluntad.

domingo, 17 de diciembre de 2023

Decapitar al demonio Baphomet


El 14 de diciembre pasado Michael Cassidy, en un acto de celo por la gloria de Dios, decapitó una estatua del demonio Baphomet, colocada en el Capitolio de Iowa. En el mismo edificio también estaba un Nacimiento, o Belén, que había sido montado por motivo de la Navidad.

Cassidy se entregó a la policía y asumió las consecuencias por haber destruido la estatua diabólica, que él consideraba blasfema. Dijo que lo había hecho siguiendo su conciencia. Posteriormente fue demandado por la Iglesia satanista por haber destruido su "ídolo".

Si los sistemas democráticos liberales en que vivimos la mayoría de los occidentales no promueven ninguna religión específica, sino a todas las religiones, lo ocurrido en Iowa concede la razón a los satanistas. Aunque nos duela. Por el derecho que tienen a la libertad religiosa cualquier grupo, incluidos los satánicos, son libres de adorar a quien les dé la gana, mientras no violen las leyes. Las leyes de un Estado laico protegen a todos, incluidos a nosotros los católicos para adorar al único Dios verdadero, que es Jesucristo.

El satanismo también está presente en México y América Latina. El culto a la muerte, que es también un culto satánico, ha cobrado fuerza y se manifiesta en templos y santuarios dedicados a ese demonio. En los alrededores de mi parroquia hay algunos comercios que venden esas pútridas imágenes, y a veces sabemos de cristianos que caen en la tentación de rendirle culto.

Sería terriblemente desagradable para nosotros católicos que en los edificios públicos convivieran los nacimientos navideños con altares dedicados la muerte. Gracias a Dios esto no sucede en México, pero en un Estado laico que protege a todas las religiones, eso podría llegar a suceder. Estamos expuestos a ello.

Los católicos no podemos cruzar los brazos mientras se levanta la adoración pública al demonio, ni en Estados Unidos ni en Latinoamérica. Aunque no debemos incendiar los templos dedicados a la muerte ni romper los cristales de los comercios que venden sus imágenes, el celo por la gloria de Jesucristo que tuvo Michael Cassidy al decapitar a Baphomet también debe ser nuestro celo.

Quienes creemos y seguimos a Jesús hemos de encauzar nuestro amor y pasión por el Dios vivo y verdadero en adoración al Santísimo Sacramento, en actos de reparación, y en un entusiasmo creciente por la evangelización. No tengamos respetos humanos ni temor alguno para mostrar nuestra fe católica en la plaza pública, con signos que caracterizan nuestras devociones. Sobre todo en este tiempo de Navidad coloquemos los nacimientos o belenes en nuestros hogares, preferentemente con visibilidad al exterior.

En el combate espiritual nunca olvidemos el uso de los sacramentales. Ignoro si Michael Cassidy es católico, pero si él hubiera utilizado agua y sal exorcizadas para esparcir con discreción y haciendo oración en los alrededores de la estatua de Baphomet, ésta seguramente habría sido removida de ese lugar por una ayuda especial del cielo. El auxilio de los ángeles es esencial en la defensa del glorioso nombre del Dios de los Ejércitos.

Vivimos tiempos difíciles para el cristianismo. Los satanistas aprovechan las leyes de libertad religiosa, más para hostigar a los cristianos que para difundir sus miserables ideales y su pobre filosofía de vida. Empuñemos la Cruz. Esa es nuestra espada y demos la cara por Jesús para poder decir, junto con san Pablo: "He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he conservado la fe".

jueves, 14 de diciembre de 2023

Presencia: 30 aniversario


Celebramos con inmensa gratitud el 30 aniversario de Presencia, "Palabra y testimonio de la Iglesia en Ciudad Juárez". El 12 de diciembre de 1993, bajo el patrocinio de Santa María de Guadalupe –Estrella de la nueva evangelización–, vio la luz nuestro medio informativo diocesano. Gracias a la visión del entonces obispo Juan Sandoval Íñiguez y de algunos laicos, Presencia llega hoy a sus tres décadas ininterrumpidas con un total de 1566 ediciones.

Quiero agradecer a los cuatro tipos de lectores que nos han acompañado durante estos años. Primero, a aquellos católicos comprometidos con la Iglesia que, con regularidad, compran Presencia para disfrutarlo en sus hogares; son quienes leen el periódico gustosamente, desde el amor a Dios y a la Iglesia. Con ellos ha sido fácil profundizar en temas religiosos y sociales. Gracias a estos lectores siempre fieles, Presencia se sigue publicando. ¡Muchas gracias de corazón!

Un agradecimiento muy especial es para los párrocos y sacerdotes que promueven solidariamente el periódico en sus comunidades porque entienden que este no es un proyecto del sacerdote que lo dirige, sino de la entera comunidad diocesana, cuya vibrante vida católica se refleja en nuestras ediciones. Perciben ellos también que el periódico es una fuente de información, formación y comunión eclesial diocesana. Mi más sincera gratitud por el apoyo sacerdotal que respalda nuestro trabajo.

También agradezco a aquellos lectores que son indiferentes hacia la Iglesia; son quienes abren el periódico para hojearlo con frialdad y desgana. Aquellos cuya mamá o abuela les deja el ejemplar en el cuarto de baño, con la secreta esperanza de que en ese escondrijo de pudor abran sus páginas. Van a misa sólo en eventos sociales y cuando leen algo en el periódico a veces se asustan por el contenido de ciertos artículos, opiniones y comentarios. Damos gracias a ellos por acercarse de vez en cuando a nuestros contenidos. Nos toca orar por estos lectores eventuales y esperar con paciencia el toque del Espíritu en sus almas para que despierten a una fe militante y convencida.

No podemos dejar de mencionar –y de dar gracias, por supuesto– a aquellas personas de otras religiones que se acercan a Presencia por honesta curiosidad de saber en qué creemos o qué pensamos los católicos sobre ciertos temas de la fe cristiana, del mundo y de la vida. O bien, aquellos no católicos que suelen vivir "buscando tres pies al gato" para tener puntos de controversia y así debatir con sus parientes o amigos católicos. A ellos los invitamos a seguir leyendo el periódico para que descubran los maravillosos tesoros de fe y sabiduría que sigue conservando, desde hace dos milenios, la única Iglesia de Cristo.

Finalmente agradezco a aquellos que pertenecen a grupos anticlericales, masones, ateos e intelectuales que escarban en los medios católicos para hacer pedazos a la Iglesia. Gracias a ellos, que nos miran con desaire y altanería, y que nos utilizan para motivos de escarnio, la Iglesia es capaz de construir un pensamiento fuerte que sabe dar razones de su fe. El conflicto intelectual siempre es constructivo; de hecho la Iglesia se ha edificado a lo largo de los siglos, entre otras cosas, por disputas y controversias. Estas personas nos exhortan a no bajar la guardia en el diálogo entre fe y razón para defender el nombre de Jesucristo.

Treinta años han cambiado dramáticamente al mundo. En 1993, año en que nació Presencia, era rarísimo que alguien tuviera acceso a un teléfono celular; hoy casi todos tienen uno. Internet era una curiosidad, no existían las redes sociales y hoy estas nuevas tecnologías se han vuelto parte muy importante de la cotidianidad. Presencia hoy está presente en las redes sociales a través de presencia.digital.

La vida citadina en la frontera Ciudad Juárez-El Paso dejó de tener la tranquilidad que se respiraba antes del 11 de septiembre de 2001, lo que también hizo que Presencia se dejara de imprimir en la vecina ciudad para hacer el tiraje en la nuestra. El rostro de la migración también ha cambiado en los últimos años, con efectos positivos y negativos para la ciudad, tema que ha ocupado muchas de nuestras historias y artículos.

Fenómenos como el narcotráfico y grupos delictivos, con una saña inaudita y un afán por controlarlo todo, han aparecido en el escenario social y se expanden por todo el territorio nacional. En Presencia hemos narrado cómo la lacra de la violencia ha empañado el rostro de la sociedad y de la Iglesia. La ideología de género, como ponzoñoso virus, ha infectado las mentes de los jóvenes y hoy es un desafío amenazante para las familias y para la Iglesia. Nuestro compromiso ha sido desenmascarar las ideologías que también se han infiltrado en la Jerarquía de la Iglesia.

A nivel político el viraje amenaza ser de 180 grados para regresar a las épocas de los años 70 con un nuevo partido político que quiere ser hegemónico. Se habla persistentemente de cambio climático y aparecen fenómenos como la inteligencia artificial y el trans-humanismo. Presencia ha hecho su recorrido de 30 años interpretando e iluminando estos hechos con la luz del Evangelio.

La pandemia del Covid-19 hizo que cerraran algunos periódicos católicos de otras diócesis en México. Gracias a la Providencia de Dios que nos ayudó a administrar los recursos, al apoyo de los sacerdotes y a la fidelidad de nuestros lectores, logramos superar los peores momentos de la crisis. Cuando todo amenazaba a hundimiento, el periódico estuvo en la imprenta y en los hogares.

¿Hacia dónde se encamina Presencia? Algunas voces expertas han señalado que los periódicos impresos en papel tienden a desaparecer. Las nuevas tecnologías digitales los han desplazado y hoy la fuente de las noticias son las redes sociales. Sin embargo esta no es una trágica noticia para nosotros. Presencia se seguirá vendiendo en las parroquias, como hasta hoy, mientras los sacerdotes y las comunidades brinden su apoyo a este proyecto diocesano.

Seguimos encomendando el periódico Presencia a la protección e intercesión de Santa María de Guadalupe, primera evangelizadora de América, así como a san Francisco de Sales, patrono de los medios de comunicación impresos. Sea el Espíritu de Dios y la fidelidad a Cristo y a su enseñanza las que nos abran camino en el porvenir.

sábado, 2 de diciembre de 2023

Segunda venida de Cristo


Iniciamos el tiempo de Adviento, tiempo muy rico en espiritualidad. El color morado en la liturgia invita a la austeridad, al recogimiento, a la vida interior. Algunos profetas de desventuras han pronosticado que el fin del mundo es inminente. Me escribió una persona angustiada por haber recibido un mensaje de no sé qué vidente, diciendo que este mes de diciembre de 2023 el mundo llegaría a su fin. Hay personas que así lo creen. Ellos, observando la confusión y el caos moral que vive el mundo actual, sacan la misma conclusión: la historia está llegando a su desenlace y la entera humanidad va a desaparecer.

Es cierto que el mundo no está del todo bien. Sin embargo pensemos en épocas anteriores a la nuestra que tuvieron signos que hicieron temblar a quienes fueron testigos de los hechos. Pienso en el siglo V cuando cayó el Imperio Romano por las invasiones de los visigodos y los bárbaros, acompañadas por una escalada estrepitosa de los vicios de la época. O en el siglo XVI, cuando la peste bubónica mató a una tercera parte de la población europea. Fueron acontecimientos que hicieron creer que el mundo llegaba a su fin. ¿Qué decir del siglo XX, con dos guerras mundiales, sus ideologías y una cifra de mártires cristianos que superó la de los siglos anteriores?

Aunque no sabemos el día ni la hora, ya que ese día nadie lo conoce sino sólo Dios (Mt 24,8), el Adviento nos recuerda que el mundo acabará. Hace unos años fray Nelson Medina dictó una conferencia y se hacía una pregunta: ¿Por qué tiene que haber una segunda venida de Cristo a la tierra? Si Cristo redentor ya murió por nosotros en la Cruz otorgándonos el perdón de los pecados y nos dio el Espíritu Santo, ¿no sería más sencillo, tranquilo y fácil que los hombres naciéramos, trabajáramos, formáramos nuestras familias y, finalmente muriéramos para subir a la presencia de Dios, y esta dinámica se repitiera por los siglos infinitos? ¿Qué hay de malo en esta trama? ¿Por qué la historia de la humanidad tiene que ser interrumpida y venir Cristo a la Tierra por segunda vez?

La razón de esto no es tan compleja. La presencia del mal en el mundo no puede durar eternamente, y no puede ejercer una presión tan grande sobre la historia sin que la historia reviente. Jesús nos ha dicho que el reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla de trigo en el campo, pero vino el enemigo que sembró cizaña junto al trigo. Crecieron juntos el trigo y la cizaña, pero el dueño del campo no quiso arrancar la hierba mala hasta el momento de la siega. En la historia, el mal ha ido creciendo junto al bien, pero también ha desarrollado formas más agresivas, sutiles y sofisticadas de su presencia en el mundo de los hombres. Llegará el punto en el que la presencia del mal se vuelva insoportable.

Fray Nelson explicaba que Jesús reveló una verdad maravillosa: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, Padre, y a tu Hijo Jesucristo" (Jn 17). Para evitar que los hombres tengan la vida eterna que Cristo nos ofrece, el Maligno se dedica a engañarnos con formas cada vez más agresivas y sofisticadas. Sin embargo las mentiras que siembra en el mundo van cayendo con el paso de los años. Decía Abraham Lincoln que "se puede engañar a una parte del pueblo todo el tiempo; se puede engañar a todo el pueblo por un tiempo; pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo". Hace años Satanás contó la gran mentira diciendo que el comunismo era el medio para que triunfara la justicia social, la igualdad. Prometió la felicidad terrena, pero en 1989 cayó el Muro de Berlín, y con el último ladrillo de ese muro cayó también la mentira que engañó a millones de personas. Hoy son muy pocos los que creen en el comunismo.

Cuando cae una mentira diabólica aparece otra nueva. Hoy la mentira que el Maligno cuenta –y que ha logrado seducir a millones de personas– es la ideología de género. Desde el siglo XX, con la primera y la segunda revolución sexual, el enemigo ha destruido a millones de familias. Enseñándoles a los adolescentes y jóvenes que una vida sexual activa es signo de libertad, el diablo ha minado la capacidad de amar y de formar familias sólidas. Promoviendo leyes de matrimonio igualitario y de género, ha logrado confundir la identidad misma de las personas, que ya no saben si son hombres o son mujeres.

Las mentiras no pueden sostenerse eternamente. Una tras otra caen, y caerá también la gran mentira de la ideología de género. Nuevas formas de maldad aparecen en el mundo, unas agresivas y otras sutiles y sofisticadas, como el transhumanismo. La presión es cada vez mayor sobre los hijos de la Iglesia. Llegará un momento en que esa presión del reino de las tinieblas será tan fuerte que estallará en una gran apostasía, y la persecución final se avalanzará contra el rebaño de Dios. Sin embargo no estará sola la Iglesia –como nunca lo ha estado–, sino que Jesucristo, su Fundador, estará con ella para participarle su última victoria. Esta es la gran esperanza que nos da el Adviento.

Vivamos estas semanas con austeridad, recogimiento y vida interior. Es tiempo de fomentar la esperanza en la venida del Mesías, y aprender a clamar con la Iglesia: "Maranathá, ven Señor".

México, la viña y las elecciones

El próximo 2 de junio habrá una gran poda en México. Son las elecciones para elegir al presidente de la república, a los diputados y senador...