En su tradición religiosa los musulmanes aseguran que cada bebé, al nacer, es tocado por el demonio y que la única excepción fueron Jesús y su Madre. Misioneros cristianos en el Medio Oriente hablan del papel importante que tienen los exorcismos católicos para los pueblos islámicos. Ellos temen al diablo y los casos de posesión en musulmanes son llevados con frecuencia a los sacerdotes católicos para ser atendidos. Los imanes, que son quienes llaman a la oración y la dirigen en las mezquitas, no pueden hacer nada por los posesos y muchos recomiendan llevarlos a un monje o sacerdote católico para que los libere. Es obvio; sólo el sacerdote es sacramento de Jesucristo vivo, quien se hizo hombre para deshacer las obras del diablo y quien dio a su Iglesia el poder de expulsar espíritus malignos.
Aunque mucha gente sea de otras religiones, siempre regresan a nuestra iglesia con nuestros sacerdotes...no entiendo porque entonces se dividen tanto si al final regresan nuevamente.
ResponderBorrar