Ir al contenido principal

Educar a los hijos en la cruz

Jesús dice: "el que quiera ser mi discípulo niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". Un error educativo de los padres es no formar a sus hijos a saber negarse a sí mismos. No los educan en la sabiduría de la cruz. Les perdonan con facilidad los castigos que les pusieron, les permiten que no cumplan lo que les pidieron, no les dan responsabilidades en el hogar ni les exigen en sus estudios, y los dejan que frecuentemente se salgan con la suya.

¿Cómo educar a los hijos en la negación de ellos mismos, en tomar la cruz? Enseñarles a vivir en orden, es decir, a establecer horarios para levantarse y para acostarse, para comer y estudiar; enseñarles a dar cariño a sus padres, hermanos, profesores, amigos; enseñarles a servir fuera del hogar dando de comer al hambriento y vistiendo al desnudo; enseñarles a 'perder' un poco la vida para obtener la alegría de servir a los demás; enseñarles el amor al trabajo y al estudio; enseñarles a usar bien su tiempo libre limitándoles el tiempo para ver televisión, videojuegos o internet; enseñarles a descubrir otras alternativas sanas de entretenimiento; enseñarles que la oración debe ser una disciplina diaria, que la Eucaristía dominical no es opcional para un menor y que hay que acudir a la Confesión con cierta frecuencia… y todo ello en un clima de amor.

Así los padres estarán invirtiendo para lograr formar niños que se conviertan en adultos trabajadores y responsables. Lo dijo Jesús: el amor a la cruz y la negación de uno mismo conducen a la alegría de la resurrección.

Comentarios

  1. Usualmente, a los padres que tratan de hacer esto con sus hijos se les dice que son muy exagerados y estrictos...Le agradezco que haya escrito sobre esto, Padre. Me llena de animo.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

¿Quieres comentar? Antes debo revisar tus palabras y sólo podrá ser comentado públicamente lo que sirva para edificación.

Entradas más populares de este blog

Católicos y rituales paganos

La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...

La muerte del padre Rafael, mi vicario

La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...

Sanación del árbol genealógico

En las últimas décadas diversos grupos y personas en la Iglesia hacen oración para limpiar de pecados su árbol genealógico. Esta práctica es llamada "sanación intergeneracional". Incluso hay sacerdotes que la promueven haciendo misas con ese propósito. Es un grave error. Algunas conferencias episcopales como la de Francia y de Polonia, y ahora la española, se han pronunciado en contra de esta falsa doctrina y pésima práctica. Conocida también como la "sanación del árbol genealógico", la sanación intergeneracional tuvo su origen en los escritos del misionero y terapeuta anglicano Kenneth McAll, quien trató de hacer una conexión entre ciertas enfermedades y las fuerzas del mal. En ámbito católico fueron John Hampsch y Robert DeGrandis quienes popularizaron la práctica en grupos carismáticos. Según estos autores, existen pecados no perdonados, cometidos por los antepasados de una persona, que hoy tienen efectos perniciosos en sus descendientes y que se manifiestan a tr...