La vida tiene muchas alegrías muy legítimas: una graduación de la preparatoria o un diploma universitario, un partido de fútbol y subir una montaña, una buena charla de sobremesa con los amigos, las fiestas familiares, un hermoso concierto de algún artista admirado, ver a los hijos crecer y superar las pruebas de la vida… Pero hay gozos más profundos: ser discípulos de Jesús, entrar en su presencia, gastar la vida por él, amarlo y adorarlo, escuchar su Palabra y orar con ella, servirlo en los hermanos y esperar la posesión plena de los bienes que él nos prometió. Los gozos del mundo son más rápidos y pasan pronto. Los del espíritu son más lentos pero más profundos. Hay que saber gozar con todo lo legítimo del mundo, cuidando de no embriagarnos con esos gozos para no olvidarnos de Dios. Que nuestro gozo y consuelo más hondo sea la dulce presencia de Jesucristo en nuestras almas.
Pregunta: Vivo en El Paso Texas y soy devoto de san Judas Tadeo, del cual tengo dos imágenes de yeso que compré. Mi suegra fue a la Ciudad de México y me compró otra imagen más de san Judas. Acomodó la imagen en su coche y cuando llegó a su hotel vio que la estatua tenía la cabeza quebrada. Cuando lo supe quedé muy impactado porque dicen que, cuando eso ocurre, es porque se ha cumplido algo que se le ha pedido al santo. Mi desconcierto fue mayor cuando compré, acá en El Paso Texas, otro san Judas, de color oro, muy bonito, pero al llegar a mi casa uno de los san Judas que ya tenía, estaba con su cabeza rota. Estoy muy impresionado. No sé a qué se deba, padre. A veces creo que el santo está celoso porque tengo varias imágenes de él. Agradezco su tiempo y le pido que me ayude. Padre Hayen: ¿Cómo? ¿Dos imágenes con cabeza rota? ¡Seguramente tú y tu suegra se van a sacar la lotería! Por favor, muchacho, no peques de ingenuidad. Pero además dices que san Judas está celoso porque tien...
Comentarios
Publicar un comentario
¿Quieres comentar? Antes debo revisar tus palabras y sólo podrá ser comentado públicamente lo que sirva para edificación.