Las culturas orientales ven la historia como algo cíclico sin dirección ni meta, y por ello les va bien el creer en la reencarnación o transmigración de las almas. El cristianismo, en cambio, mira la historia como un camino lineal que marcha hacia la consumación del mundo. Las Sagradas Escrituras indican que al final “el lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará con el cabrito” (Is 11,6). Nuestra mentalidad occidental está marcada por la idea de que vamos todos en un viaje hacia un lugar más dulce y feliz que esta tierra. Son los cielos nuevos y la tierra nueva que esperamos los cristianos (Apoc 21). Tenemos la esperanza de “habitar en la Casa del Señor, por años sin término” (Sal 22). Creemos, por eso, en la resurrección del último día.
Pregunta: Vivo en El Paso Texas y soy devoto de san Judas Tadeo, del cual tengo dos imágenes de yeso que compré. Mi suegra fue a la Ciudad de México y me compró otra imagen más de san Judas. Acomodó la imagen en su coche y cuando llegó a su hotel vio que la estatua tenía la cabeza quebrada. Cuando lo supe quedé muy impactado porque dicen que, cuando eso ocurre, es porque se ha cumplido algo que se le ha pedido al santo. Mi desconcierto fue mayor cuando compré, acá en El Paso Texas, otro san Judas, de color oro, muy bonito, pero al llegar a mi casa uno de los san Judas que ya tenía, estaba con su cabeza rota. Estoy muy impresionado. No sé a qué se deba, padre. A veces creo que el santo está celoso porque tengo varias imágenes de él. Agradezco su tiempo y le pido que me ayude. Padre Hayen: ¿Cómo? ¿Dos imágenes con cabeza rota? ¡Seguramente tú y tu suegra se van a sacar la lotería! Por favor, muchacho, no peques de ingenuidad. Pero además dices que san Judas está celoso porque tien...
La idea de 'progreso' es una idea cristiana. Todo fluye a un final.
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