Me muevo en las redes sociales. Además de que me gustan por la cantidad y calidad de material interesante que a través de ellas se pueden encontrar, fue el papa Benedicto XVI quien me empujó a meterme en el mundo digital. Las Jornadas de las Comunicaciones Sociales de su pontificado trataron el tema del mundo de internet, con sus bendiciones y riesgos, y Benedicto insistió que los sacerdotes debemos hacer presencia en lo que podemos llamar ‘el sexto continente’, para llevarle a Jesucristo. Así que por ahí andamos. Soy partidario de aprovechar la tecnología de la comunicación, pero no es fácil aprender a dominarla. Muchas veces acabamos siendo dominados por ella. Para empezar, eso de coleccionar amigos en Feisbuk es mera ilusión. Amigos, en realidad, tengo seis o siete. Con ellos sí salgo a comer, de vacaciones o al cine. Con ellos converso cara a cara y nos hablamos al corazón. Y cuando estoy solo y necesito compañía, los cientos restantes del Feis no me sacan de apuros. Únicamente ...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos