Decía san Justino que los cristianos vivían como ciudadanos correctos. No se emborrachaban, no eran ladrones, tenían prohibido mentir, no eran vengativos ni se divorciaban de su esposa para irse con la del vecino. Y no dejaban abandonados a los niños para que murieran. ¿Por qué entonces eran perseguidos por el Imperio Romano? Por la razón de que ellos no veían al Estado como dios, a diferencia de los romanos que adoraban al emperador. Los cristianos amaban la patria y estaban dispuestos a defenderla, pero el Dios al que obedecían estaba por encima del Estado, era superior a éste. Muchas persecuciones a la Iglesia se han desatado porque los cristianos han preferido obedecer a Dios antes que a los hombres.
La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...
Comentarios
Publicar un comentario
¿Quieres comentar? Antes debo revisar tus palabras y sólo podrá ser comentado públicamente lo que sirva para edificación.