Hoy es Lunes santo. Contemplamos la escena de la unción que hace María de Betania a los pies de Jesús con un perfume muy costoso (Jn 12, 1-11). María prepara la muerte de su Señor y se prepara para ella. Es necesario prepararnos para la muerte, la propia y la de nuestros seres queridos. Cada persona tiene una misión que cumplir en la vida, y cada quien tiene su tiempo para realizarla. Estemos listos para partir cuando Dios lo disponga y sí, lloremos a nuestros seres queridos en su tránsito hacia la vida futura, pero dejándolos ir al encuentro con Dios, sin aferrarnos desesperadamente a ellos, y sin conservar sus cenizas en casa. Dios nos disponga a dejar este mundo cuando Él lo decida. La Virgen, los ángeles y los santos nos asistan en ese momento.
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