H ace unos meses las declaraciones de Olga Sánchez Cordero –la nueva Secretaria de Gobernación– nos dejaron perplejos. Afirmó que había llegado el momento de democratizar a la familia. El término `democratizar´ aplicado al hogar significa que en la forma de conducir la vida familiar todos deben de participar, especialmente los niños. Ellos, durante todos los siglos de historia de la humanidad, han sido relegados a tener que aprender y han sido obligados a obedecer. Eso debe de cambiar porque es injusto, según la funcionaria. Ha llegado el tiempo –dice– en que también los niños sean empoderados y les sean respetados sus derechos, especialmente los sexuales y reproductivos. A Andrés Manuel López Obrador, a Olga Sánchez Cordero y a los legisladores debemos decirles contundentemente que con nuestras familias no se metan, porque sencillamente la Familia es una realidad sagrada. Esto quiere decir que se trata de una institución natural creada por Dios que antecede al Estado y a las le...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos