Ir al contenido principal

Casita sagrada

Los seres humanos tenemos necesidad de casa y de familia. Nuestra felicidad depende de la experiencia que tengamos en el hogar. Si vivimos rodeados de amor, de perdón, compasión, cariño, de estímulos positivos, tenemos entonces las bases para vivir una vida de alegría y paz. Esto se vive y se aprende en los hogares.

La Virgen de Guadalupe vino a México para ayudarnos a hacer casa. Como mujer experta en las cuestiones familiares, se apareció para traernos a su Hijo Jesús, Salvador de nuestros hogares. Por eso se presentó a Juan Diego como aquella que pedía que se construyera una casita sagrada. En ella quería mostrar todo su amor personal, y quería mostrarlo a Él, al Señor, que es su auxilio, su defensa y su salvación.

Tenemos hambre y sed de hogar, de vivir en una casa donde se sienta la mano De Dios que nos bendice y nos protege. Tenemos sed de habitar en un espacio donde se respete la vida gestada en el vientre materno y donde no exista la muerte; en un lugar donde los ancianos y los enfermos sean cuidados con cariño, donde los jóvenes no conozcan los vicios ni las drogas legales, sino donde desarrollen sus estudios, tengan oportunidades, hagan deporte y practiquen su religión. Tenemos necesidad de casitas sagradas que nos enseñen lo que es la justicia y la caridad con el prójimo que vive fuera de nuestras casas.

Hoy le pedimos a la Virgen de Guadalupe por los hombres de nuestros hogares, para que aprendan a amar y respetar a las mujeres y no tratarlas como objetos de placer. Pedimos que los hombres seamos más hombres, custodios de nuestros hogares, protectores de nuestras mujeres y niños hasta dar la vida por ellos. Que los hombres sepamos ser líderes espirituales de nuestras familias enseñando a los hijos a orar y a amar a la Iglesia; hombres que seamos brújula moral de la sociedad.

Hoy pedimos a la Virgen de Guadalupe que tengamos madres que amen a sus maridos y cuiden a sus hijos enseñándoles a perdonar y a ser servidores unos de otros, que eduquen a sus hijos en la fe y les enseñen a gustar del silencio y la oración.

México necesita nuevamente aprender a poner sus manos juntas, como las de la Virgen; necesita regresar a sus raíces cristianas y a no olvidarse de Dios. De otra manera nuestra tierra será un lugar inhóspito para vivir. Que sintiendo el amor maternal y fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe seamos constructores de casitas sagradas, de civilización del amor y de la vida, de familia y de tierra de hermanos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Católicos y rituales paganos

La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...

La muerte del padre Rafael, mi vicario

La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...

Sanación del árbol genealógico

En las últimas décadas diversos grupos y personas en la Iglesia hacen oración para limpiar de pecados su árbol genealógico. Esta práctica es llamada "sanación intergeneracional". Incluso hay sacerdotes que la promueven haciendo misas con ese propósito. Es un grave error. Algunas conferencias episcopales como la de Francia y de Polonia, y ahora la española, se han pronunciado en contra de esta falsa doctrina y pésima práctica. Conocida también como la "sanación del árbol genealógico", la sanación intergeneracional tuvo su origen en los escritos del misionero y terapeuta anglicano Kenneth McAll, quien trató de hacer una conexión entre ciertas enfermedades y las fuerzas del mal. En ámbito católico fueron John Hampsch y Robert DeGrandis quienes popularizaron la práctica en grupos carismáticos. Según estos autores, existen pecados no perdonados, cometidos por los antepasados de una persona, que hoy tienen efectos perniciosos en sus descendientes y que se manifiestan a tr...