domingo, 5 de octubre de 2014

Sus planes para tus niños

Sonaba raro que el gobierno federal, desde hace algunos meses, mostrara preocupación por el tema del bullying en las escuelas. Ya salió el gato encerrado y ahora sabemos por qué. Dentro del paquete de leyes a favor de la infancia que han sido aprobadas por el Senado de la República, está la consagración del derecho de los niños a la educación sexual y reproductiva. No es otra cosa, ni más ni menos, que iniciarlos en la vida sexual y meterles en sus mentes que el aborto es su derecho. Y, por supuesto, facilitárselos en un futuro cercano.

Se veía venir. Desde hace décadas las Conferencias de Población y Desarrollo de la ONU habían establecido que la salud reproductiva y el aborto debían ser accesibles para todos en el mundo. Y lo han ido logrando. El gran objetivo es que para el año 2015, niños, adolescentes y adultos tengan acceso a los métodos anticonceptivos y el aborto sea legal para todos.

Al igual que todo el Occidente decadente, México está envuelto en la espiral de la cultura de la muerte. Todos los partidos políticos y los centros de derechos humanos de este país –unos más, otros menos– siguen sumisamente las agendas que dictan los organismos internacionales y sirven a los intereses del capitalismo sin escrúpulos. Asesinar niños legalmente en el vientre materno, en México, es una realidad que está a la vuelta de la esquina, a menos de que quienes aman y defienden la vida y al familia natural hagan algo para impedirlo.

Las leyes aprobadas por el Senado van más allá del derecho a utilizar anticonceptivos y próximamente el aborto para los menores. La ley habla de derecho a la educación sexual escolar, y ésta promueve el derecho al placer sexual. Hay una lógica detrás de ello: Si los niños tienen acceso a los anticonceptivos, eso significa que podrán tener intercambio sexual sin tener hijos. Si hay intercambio sexual sin hijos, no tiene sentido el matrimonio. Por tanto, el ejercicio de la sexualidad con contracepción sería una conducta aceptable para todos, casados y solteros. Luego, ¿por qué fijar límites a la edad mínima? Basta que cualquier chamaquillo tenga una capacitación recibida en la escuela para que se ejercite en el intercambio sexual. Es una cadena donde una cosa lleva a la otra.

Aún hay más. La ley dice que el derecho a la educación de los hijos lo tiene, prioritariamente, el Estado. Ya no la madre y el padre, en primer lugar. ¿De quién es, entonces la patria potestad? A muchos gobernantes le parece que, hasta hoy, los mexicanos hemos crecido en la ignorancia y en las tinieblas de la religión. Ellos dicen ser los portadores de la luz y de la verdad, los que abrirán los ojos de las nuevas generaciones para enseñarles una nueva manera de vivir su sexualidad. Y si alguien –el padre o la madre por ejemplo–, prohíbe a su hijo alguna conducta que le parezca impropia –como esas que las religiones desaprueban– ¡cuidado!, ello puede considerarse como un atentado contra los derechos de los hijos, y pudieran venir penas y castigos.

Estamos, evidentemente, ante una nueva ética que se impone desde las élites del poder. Es la ética del paganismo y del hombre viejo. Las religiones del mundo, sobre todo la Iglesia Católica, se oponen rotundamente a esta nueva visión del hombre y de la familia que está permeando la cultura.

¿Qué se puede hacer? Es la pregunta de los padres de familia y de los sacerdotes. Al menos tres cosas. En primer lugar se pueden utilizar las redes sociales para presionar a nuestros legisladores y al mismo presidente de la república a que no aprueben estas leyes. Los políticos están muy atentos a lo que sucede en las redes sociales porque saben el poder que tienen para crear opinión, así como votos a su favor o en su contra.

En segundo lugar, hemos de buscar una mejor formación para nuestra vida cristiana. No basta la Eucaristía dominical. Es necesario profundizar la enseñanza de la moral sexual y de la vida que nos permita dar razones de nuestra fe y abrir el diálogo con los hijos y más allá de la familia.


Además es necesario hablar del tema en los grupos parroquiales y con los sacerdotes para tomar conciencia de los rumbos que está tomando la sociedad. No podemos ser parte del declive. Nos toca navegar contracorriente. Pero no sólo debemos resistir sino atrevernos a proponer la belleza del plan divino para la sexualidad, el amor y la fecundidad. Esto con el propósito de que una formación cristiana en estos temas sea parte en los programas de los grupos juveniles.

2 comentarios:

  1. Ya decía yo. El otro día ayudé a mi hija de sexto grado a preparar una presentación sobre el tema "salud reproductiva", me puse a investigar y encontré todo esto "nuevo" para mi. Pues no era así en mis tiempos de escuela. Me pareció todo tan erróneo, que le pregunté de qué forma se los estaba enseñando su maestra, (dado que estudia en un colegio católico), resultó que la maestra solo se apega a lo que dice el libre de la SEP, entonces, le dije, bueno, si ella no te lo enseña como debe de ser, lo voy a hacer yo, preparamos la presentación con información mas que nada estadística, y además en los derechos le agregamos "otros", como son, el derecho de los adolescentes de contar con información veraz y oportuna, esto es: veraz, que les hable de la verdad, de las consecuencias de utilizar anticonceptivos, de los resultados de alterarse las hormonas con las pastillas, del vacío, tristeza, depresión y soledad emocional resultante de las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Del arrepentimiento sin fin que queda después de un aborto. De los abortos ocasionados por el uso de las píldoras...en fin...de tantas y tantas otras similares que nunca jamás publicitarán en las televisoras, y mucho menos en los libros de la SEP. Me preguntó mi hija de once años, cómo sabes tú eso? Y le dije pues por la experiencia de la vida real, historias que escuchas en los cuartos de hospital, donde jóvenes casadas, arruinaron su organismo, por que nadie les dijo las consecuencias de tomar tanta pastilla. De la vecina, la comadre, todas tiene una historia ya sea propia o ajena, pero real, que contar.

    Y oportuna, pues por que ellos debe saber las consecuencias desde mucho antes de padecerlas, para en el mejor de los casos, evitarlas.

    El lugar de la mamá está en la casa, y éste es el porqué.

    Gracias Padre, como siempre, por tomarse la molestia de ilustrarnos.

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    1. Muchas gracias por compartir esta experiencia que tuvo con su hija, y ojalá que todos los padres de familia se interesaran en estos cursos de la SEP para la educación sexual de sus hijos, e hicieran algo para remediar esta imprudencia de la Secretaría.

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