Falleció de cáncer, a sus 82 años, Oscar de la Renta, uno de los más prestigiados modistos internacionales que vistió a artistas y mujeres del mundo de la política. Uno de los más bellos gestos del diseñador fue haber adoptado a un recién nacido que, en el año 1984, una monjas encontraron en un basurero en República Dominicana, su país natal. Cuando se enteró, de la Renta acababa de enviudar y estaba ayudando a un orfanato; decidió entonces adoptar al huérfano y bautizarlo con el nombre de Moisés, que significa ‘el rescatado de las aguas’. Es cierto que telas visten al hombre por fuera y a través de la ropa proyecta su personalidad, pero son los actos de amor a Dios, las virtudes y la caridad lo que va vistiendo al hombre por dentro. En el banquete del reino de Dios no habrá vestidos ni accesorios Oscar de la Renta. Quien no porte el vestido de la caridad, se quedará fuera.
La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...
Comentarios
Publicar un comentario
¿Quieres comentar? Antes debo revisar tus palabras y sólo podrá ser comentado públicamente lo que sirva para edificación.