México es el país hispano más peligrosos para ejercer el ministerio sacerdotal, señala en un informe el Centro Católico Multimedial. Durante los últimos 24 años, fueron cometidos 47 atentados contra miembros de la Iglesia Católica en el país. De 1990 a 2014 perdieron la vida de modo violento un cardenal, 34 sacerdotes, un diácono, tres religiosos, cinco laicos y una periodista católica. Bajo el actual gobierno de Enrique Peña Nieto, van ocho sacerdotes asesinados y dos continúan desaparecidos. La tendencia de atentados contra sacerdotes sigue en alza. “¡Jerusalén, Jerusalén, –decía el Señor– que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! Por eso a ustedes la casa les quedará desierta” (Mt 23,37-38). Guerrero es ya un desierto.
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