Cada vez son más los adolescentes que incurren en el ‘cutting’, moda que consiste en cortarse la piel con navajas o cuchillos, para luego presumir las heridas. La mayoría de quienes desarrollan esta extraña conducta son niños y jovencitos de entre 10 y 16 años de edad. No nos maraville. Los adolescentes se están cortando la piel como una forma de expresión por aquellas heridas invisibles y profundas, causadas por la violencia intrafamiliar, por el rechazo que han sufrido en sus familias o por una relación tormentosa entre papá y mamá. En todos ellos hay claramente una baja autoestima. Su forma de liberar el enojo, angustia, ansiedad o inestabilidad emocional es abrir su piel con un punzón. La familia completa de padre y madre, donde se viva la presencia de Dios y los valores del Evangelio, es el mejor antídoto contra comportamientos destructivos.
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