Ir al contenido principal

Diócesis en camino

“Hagan lo que Él les diga” es el lema episcopal que nuestro obispo Guadalupe eligió para su ministerio. Desde su llegada a Ciudad Juárez dejó muy claro que su prioridad sería la nueva evangelización, la comunión y la misión. El obispo trae una nueva visión para dinamizar a la diócesis y está apostando para que seamos una Iglesia evangelizadora y misionera. Ante un plan diocesano que se promulgó hace 20 años y que muchos hoy consideran desfasado o caduco, don Guadalupe es el primer entusiasmado para darle actualidad al plan anterior o promulgar uno nuevo.

La Diócesis de Ciudad Juárez, urbana en su mayoría, cuenta con alrededor de un millón y medio de habitantes y con 99 sacerdotes diocesanos y 32 religiosos. Tenemos alrededor de 109 seminaristas y un laicado entusiasta que quiere salir a evangelizar. El obispo, siguiendo el espíritu de la Conferencia de Aparecida, se ha puesto el propósito de que más y más católicos en esta frontera pasen, de ser receptores de sacramentos, a convertirse en discípulos misioneros a los pies de Jesucristo, Divino Maestro.

El camino que nos indica para convertirnos en una Iglesia en misión permanente es, primero, organizar la vida pastoral de nuestras parroquias según el esquema de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Nos ha propuesto que las antiguas áreas de pastoral que tenía el plan pastoral diocesano anterior, dejen de llamarse ‘áreas’ y sean ahora ‘comisiones’.

No es tan complicado. Son seis comisiones y cada una tiene diversas dimensiones. Son: Pastoral profética (incluye las dimensiones de evangelización y pastoral catequética, animación bíblica y misiones); Pastoral litúrgica (liturgia, música y pastoral popular); Pastoral social (Cáritas, Justicia, Paz y reconciliación); Vocaciones y ministerios (pastoral vocacional); Familia, Juventud, Laicos y Vida (pastoral familiar, pastoral juvenil, laicos y promoción de la vida humana); y Pastoral de la comunicación (prensa escrita, radio y televisión, cultura digital, vocería). Cada persona integrada al servicio de la parroquia deberá ubicarse dentro de una de las comisiones, según sea su ministerio.

Este nuevo lenguaje y visión de las cosas empieza a ser familiar en la vida de nuestras comunidades. Algunas de ellas han comenzado a hacer asambleas parroquiales para familiarizarse con esta nueva estructura. No sólo eso. Es preciso comprender el espíritu que anima esta nueva forma de trabajar a través del documento llamado “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna” de los obispos mexicanos. Es decir, los discípulos misioneros estamos llamados a conocer la realidad del país para incidir en ella, viviendo nuestro cristianismo para ser agentes de transformación de la sociedad y la cultura.

Además el obispo Guadalupe nos está exhortando a conformar, cuanto antes, los consejos parroquiales que incluirán miembros de las comisiones y dimensiones, así como los consejos de economía, compuestos por el párroco y dos o tres laicos con habilidades en asuntos económicos, con el propósito de ayudar a las parroquias a tener los recursos para la evangelización. Así lo establece el Derecho Canónico.

Todo esto puede parecer novedoso a muchos y, quizá confuso para otros. Pero no perdamos de vista que se trata de pasos que vamos dando, como Iglesia diocesana, hacia la actualización del plan diocesano de pastoral o la elaboración de uno nuevo. Ese es el objetivo último que nos permitirá después conformarnos con el modelo de Iglesia que Jesús quiere que seamos.

Recordemos que Jesús dijo: “Vayan, bauticen, hagan discípulos, enseñarles lo que les he mandado”. Nuestra diócesis hoy bautiza y enseña pero, ¿qué tanto forma discípulos? Estamos entrando en la lógica de la nueva evangelización, lo que puede resultar difícil para quienes están habituados a tener una pastoral dispensadora de sacramentos, y no parroquias vivas formadoras de discípulos misioneros, organizados de una manera más eficaz.

Aunque es tiempo de vacaciones y el trabajo parroquial se vuelve más lento, no debemos dejar de caminar –unos más aprisa, otros a paso lento– hacia las metas que don Guadalupe, nuestro obispo, nos va señalando y que, entre todos, nos vamos trazando. El parto de un nuevo plan diocesano de pastoral puede ser trabajoso pero al final será obra del Espíritu, y eso será alegría de nuestra Iglesia.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Católicos y rituales paganos

La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...

La muerte del padre Rafael, mi vicario

La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...

Sanación del árbol genealógico

En las últimas décadas diversos grupos y personas en la Iglesia hacen oración para limpiar de pecados su árbol genealógico. Esta práctica es llamada "sanación intergeneracional". Incluso hay sacerdotes que la promueven haciendo misas con ese propósito. Es un grave error. Algunas conferencias episcopales como la de Francia y de Polonia, y ahora la española, se han pronunciado en contra de esta falsa doctrina y pésima práctica. Conocida también como la "sanación del árbol genealógico", la sanación intergeneracional tuvo su origen en los escritos del misionero y terapeuta anglicano Kenneth McAll, quien trató de hacer una conexión entre ciertas enfermedades y las fuerzas del mal. En ámbito católico fueron John Hampsch y Robert DeGrandis quienes popularizaron la práctica en grupos carismáticos. Según estos autores, existen pecados no perdonados, cometidos por los antepasados de una persona, que hoy tienen efectos perniciosos en sus descendientes y que se manifiestan a tr...