La beatificación de monseñor Romero, obispo de San Salvador, ha incomodado a algunos dentro de la Iglesia. Quienes creen que el beato era un obispo comunista, promotor de la teología de la liberación marxista, no les ha entusiasmado su llegada a los altares. Pero Romero no fue marxista ni teólogo de la liberación. Fue simplemente un pastor valiente –por cierto muy cercano al Opus Dei– que habló fuerte a favor de su pueblo cuando las circunstancias de injusticia se lo exigieron. Su conciencia no le permitía callar. Acusarlo de ser un obispo rojo es tan absurdo como acusar a la beata Teresa de Calcuta de ser una religiosa capitalista por dedicarse a servir a los pobres desechados por el imperio del dinero. Ambos fueron fieles a Jesús y todo lo hicieron por amor a Él. Uno denunciando la injusticia, otra sirviendo al Señor en los pobres.
Pregunta: Vivo en El Paso Texas y soy devoto de san Judas Tadeo, del cual tengo dos imágenes de yeso que compré. Mi suegra fue a la Ciudad de México y me compró otra imagen más de san Judas. Acomodó la imagen en su coche y cuando llegó a su hotel vio que la estatua tenía la cabeza quebrada. Cuando lo supe quedé muy impactado porque dicen que, cuando eso ocurre, es porque se ha cumplido algo que se le ha pedido al santo. Mi desconcierto fue mayor cuando compré, acá en El Paso Texas, otro san Judas, de color oro, muy bonito, pero al llegar a mi casa uno de los san Judas que ya tenía, estaba con su cabeza rota. Estoy muy impresionado. No sé a qué se deba, padre. A veces creo que el santo está celoso porque tengo varias imágenes de él. Agradezco su tiempo y le pido que me ayude. Padre Hayen: ¿Cómo? ¿Dos imágenes con cabeza rota? ¡Seguramente tú y tu suegra se van a sacar la lotería! Por favor, muchacho, no peques de ingenuidad. Pero además dices que san Judas está celoso porque tien...
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