En la Diócesis de Ciudad Juárez algunas parroquias celebran misas en centros comerciales. Las Misiones y Plaza Sendero son lugares donde aquellos que, antes o después de comprar su mandado, pueden encontrar a Jesús vivo y resucitado en la Eucaristía. Algo parecido realiza la Diócesis de Cuautitlán; ellos han instalado capillas en plazas comerciales donde hay acceso a las estaciones del metro. Parece extraño celebrar la misa en lugares donde no hay una feligresía estable, ¿valdrá la pena? Quienes defienden estas iniciativas afirman que muchas personas que no van a la iglesia pueden descubrir, en estos lugares, un espacio para escuchar la Palabra de Dios y hacer un poco de oración, o bien hablar con un sacerdote. La nueva evangelización invita a romper esquemas. ¿Será que entre frutas, verduras, zapatos y perfumes también se mete el Señor?
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