Ante la hipótesis sobre si puede darse la Comunión a los divorciados vueltos a casar, dice el cardenal Carlo Caffarra: “Quien hace esta hipótesis no ha respondido a una pregunta muy simple: ¿Qué pasa con el primer matrimonio rato y consumado? La solución planteada lleva a pensar que permanece el primer matrimonio, pero que hay también una segunda forma de convivencia que la Iglesia legitima. Habría entonces un ejercicio de la sexualidad extraconyugal que la Iglesia considera legítimo. Pero así se niega el pilar de la doctrina de la Iglesia sobre la sexualidad. Entonces ¿por qué no se aprueba la unión libre o las relaciones homosexuales? Estaría diciendo la Iglesia, entonces, que no existe ningún matrimonio absolutamente indisoluble. Esto es contrario, ciertamente a la voluntad del Señor”. Afortunadamente el papa Francisco se apega más del cardenal Caffarra y se aleja de la postura del cardenal Kasper.
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