lunes, 26 de octubre de 2020

El papa ¿ha creado confusión?


Entrevista del periódico Presencia al padre Eduardo Hayen Cuarón sobre la controversia suscitada por la opinión del papa Francisco sobre las uniones civiles de personas homosexuales.

¿Es correcto decir que el Papa Francisco respaldó el matrimonio civil entre personas del mismo sexo?


No es correcto. El papa Francisco hace una diferencia entre uniones civiles y matrimonio civil. Son dos conceptos diferentes. En diversas ocasiones, y ya desde que era arzobispo de Buenos Aires, el futuro papa siempre se opuso a que las uniones de personas homosexuales fueran matrimonio, lo cual provocó un conflicto con Néstor Kirchner, el presidente argentino de aquellos años. En su Magisterio, Francisco ha reiterado en varias ocasiones su oposición al llamado “matrimonio igualitario”. Ejemplo de ello lo encontramos en “Amoris Laetitia” cuando dice: “Los proyectos de equiparación de las uniones entre personas homosexuales con el matrimonio, no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”.

El papa tiene claro que llamar “matrimonio” a la unión de dos personas del mismo sexo es obra del Maligno, el cual quiere destruir el plan de Dios y desfigurar la imagen de Dios en el hombre y la mujer; así lo expresó el entonces cardenal Bergoglio en una carta que escribió a los monasterios de carmelitas descalzas de Buenos Aires para pedir que rezaran para que no se aprobara el matrimonio igualitario.


¿Lo que dijo el Papa contradice la doctrina de la Iglesia Católica?

Las frases del papa no contradicen la doctrina de la Iglesia, ni en materia de matrimonio ni en materia de homosexualidad. Sabe que el matrimonio es la unión sacramental del hombre y la mujer para realizar el proyecto de amor y vida que viene de Dios, mientras que las relaciones homosexuales contradicen el plan divino ya que, por sí mismas, no son complementarias y son estériles. El papa tiene muy clara la doctrina católica sobre estos temas. Lo que Francisco hizo fue emitir, en el documental, su opinión personal sobre las llamadas "sociedades de convivencia", que se confunden con las uniones civiles.

En este punto, el papa pareciera diferir sobre la enseñanza de la Iglesia hacia las uniones civiles de personas del mismo sexo. Sus antecesores Benedicto XVI y san Juan Pablo II fueron muy claros con la publicación del documento “Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales” del año 2003, en el que manifiestan una oposición de la Iglesia a estas uniones civiles. Francisco pareciera discrepar de sus antecesores y es lo que ha creado controversia y confusión. 

¿Cuál es la postura de la Iglesia sobre las uniones civiles entre personas homosexuales? ¿Está en contra?

La postura oficial de la Iglesia es contraria a las uniones civiles de personas homosexuales. El documento citado del año 2003 y firmado por el cardenal Ratzinger afirma que los gobiernos se encuentran muchas veces en una situación de presión ideológica para legalizar estas uniones. La presión del lobby LGBT ha sido enorme sobre los legisladores. La Iglesia enseña que si a las parejas homosexuales se les concede un estatus legal, queda afectada la moralidad pública ya que se incentivan las prácticas homosexuales y se difunde el estilo de vida homosexual, oscureciendo así la verdad sobre el matrimonio y la familia, lo que es contrario al bien común.

Además, si a las uniones civiles se les otorga el derecho de adopción, los niños quedan privados de la experiencia simulténea de la maternidad y la paternidad y son introducidos en ambientes no favorables para su desarrollo humano. Quienes son favorables a las uniones civiles afirman que éstas favorecerían algunos derechos que, como ciudadanos, tendrían. La Iglesia, por el contrario, enseña que cada ciudadano puede recurrir al derecho común para obtener la tutela de situaciones jurídicas de interés recíproco, y que es una grave injusticia sacrificar el bien común y el derecho a la familia con el fin de obtener bienes que deben ser garantizados por caminos que no dañen el bien de toda la sociedad.


¿Cómo se diferencia el matrimonio de las uniones civiles y las sociedades de convivencia? (Relativo a los derechos).

El matrimonio no es una unión cualquiera entre seres humanos. Es una institución creada por Dios, con sus fines propios. En todas las culturas es reconocido como la base de toda la sociedad para perpetuar la especie humana pero, además, para crear una comunidad de amor entre personas de sexo opuesto, abierta a la procreación y a la educación de los hijos. Estos datos de la naturaleza son corroborados por la Revelación divina, la cual enseña que el hombre y la mujer, abiertos a la fecundidad, son imagen de Dios que es comunión de personas y profusión de amor y vida. Además Jesucristo ha elevado el matrimonio a sacramento como una expresión de su amor por la Iglesia, su esposa. De la unión matrimonial del hombre y la mujer se desprenden toda una serie de deberes y derechos que atañen a la vida común, y que el Estado debe tutelar.

Por otra parte las uniones civiles no tienen comparación con el matrimonio. La Iglesia enseña que el matrimonio es santo mientras que las relaciones homosexuales en una unión civil son contrarias a la naturaleza humana. No proceden de una complementariedad verdadera y están cerradas a la vida. La Iglesia afirma que estas uniones son inmorales y que el Estado, al aprobarlas, expone a las nuevas generaciones a una concepción errónea de la sexualidad y del matrimonio, además de contribuir a la difusión del fenómeno. La Iglesia, por lo tanto, opta por la tolerancia del mal de la homosexualidad y no por su difusión.

Otra cosa son las sociedades de convivencia, que son diversas a las uniones civiles. Las sociedades de convivencia son agrupaciones de personas que viven juntas y que pueden ser o no ser homosexuales. Una tía y su sobrino, una madrina y su ahijada o amigos que comparten la vida juntos y que no necesariamente tienen relaciones sexuales, y que por los lazos de afecto quieren heredar la pensión o ciertos beneficios de uno hacia el otro. Este tipo de sociedades son las que el papa apoya, y no las uniones civiles, las cuales sí se confunden con el matrimonio.

¿Qué consecuencias puede traer la postura del papa Francisco sobre las uniones civiles?

Es importante diferenciar entre una opinión del papa que aparece en frases cortas en un documental de cine –la cual puede estar manipulada o sacada de contexto– y una postura oficial expresada en un documento pontificio. Lo dicho por el papa Francisco es una opinión, carente de valor magisterial, pero sus efectos pueden ser importantes, por tratarse de un papa. Primero, la manipulación de sus palabras por cierta prensa y por los traductores ha creado confusión en muchos católicos que se muestran divididos en torno al tema. Parecería que su opinión contrastara con la enseñanza que han transmitido sus antecesores san Juan Pablo II y Benedicto XVI, que es la postura oficial de la Iglesia respecto a las uniones civiles. Los católicos estamos llamados a asumir esta postura oficial de la Iglesia sobre el tema. Sin embargo queda como tema opinable la cuestión de las sociedades de convivencia. Por eso es importante que esto sea aclarado por la Santa Sede en un futuro inmediato. Mientras tanto no queramos –como muchos pretenden– linchar al papa sino, más bien, no dejemos de orar por él.

2 comentarios:

  1. Esperamos con ansias la aclaración desde la Santa sede... aunque ya todo se hunde https://youtu.be/mEpDU4zrhx8

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    1. ¿Por qué tan pesimista, Consuelo? La Iglesia no es de nosotros, sino de Cristo.

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