E rick es una persona que vivió durante mucho tiempo una vida disoluta. Marcado por un odio de largos años contra su padre, perdió su capacidad de dormir. Padeció insomnio crónico durante más de diez años, llegando a descansar solamente un par de horas durante las noches. Hubo noches que nunca concilió en sueño, y hasta llegó a permanecer en vela durante cuatro días seguidos, con sus noches. Cuando Erick fue tocado por la gracia de Jesucristo e inició su conversión mediante un proceso de reconciliación e integración con la Iglesia, hizo una confesión general de su vida con el sacerdote, recibió la absolución y tras un camino de meses, logró perdonar a su padre ante quien se pudo desahogar y abrazar. Hoy Erick duerme entre siete y ocho horas por las noches, y ha dejado las pastillas para dormir que antes tomaba. Además participa en parroquia en un grupo de oración, formación y espiritualidad cristiana. La unión del hombre con Dios es no sólo espiritual sino también física. Cuando una...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos