Ir al contenido principal

El sínodo, lo bueno y lo malo

El Sínodo de la Familia que se realiza en Roma es de un tremendo interés, mucho más positivo que negativo. Primero lo negativo. Este interés lo ha generado, por una parte, un pequeño grupo de cardenales encabezados por el alemán Walter Kasper y el belga Godfried Danneels. Se trata de una pequeña minoría de obispos, sobre todo europeos, que se han visto presionados enormemente por la cultura secular de sus países. En muchas de las instituciones católicas de sus diócesis participan personas no creyentes o católicos que han dejado de ‘sentir con la Iglesia’, y que así han creado una atmósfera de presión para que la Iglesia cambie sus posturas sobre la indisolubilidad del matrimonio y su relación con la Comunión eucarística. Quieren que la Iglesia no siga más la lógica de Dios sino la lógica del mundo.

 La postura rebelde de este grupo de cardenales a la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia no debe de preocuparnos. En todos los sínodos participan algunos obispos disidentes que llevan sus tema a la agenda de la reunión. El italiano Bruno Forte, por ejemplo, insiste que la postura de la Iglesia debe ser más blanda hacia las parejas homosexuales, aunque jamás habla de una sacramentalidad de estas uniones. Otros llevarán a los sínodos temas como el matrimonio de los sacerdotes o el uso de anticonceptivos pidiendo que la Iglesia modifique su postura. Pero insisto en que ello no debe de ser motivo de nuestra preocupación.

Recordemos que los sínodos son solamente reuniones de un grupo de obispos con el papa con el propósito de aconsejarlo sobre cierto tema, como es el de la Familia en esta ocasión. Los sínodos jamás pueden modificar la doctrina de la Iglesia. Son solamente reuniones consultivas, no deliberativas. Generalmente el papa, tiempo después del sínodo, publica una exhortación apostólica. Lo que diga esa exhortación firmada por el Santo Padre sí tiene carácter de Magisterio de la Iglesia. Así que las posturas disidentes no nos preocupan. La doctrina de la Iglesia viene de Jesucristo y no puede ser transformada, ni siquiera por el mismo sucesor de san Pedro.

Vayamos a lo tremendamente positivo del sínodo. ¿Cuál es, entonces, el verdadero interés de este sínodo? Para entenderlo, el papa Francisco ha comparado nuestra generación con los modernos centros comerciales actuales. Antiguamente, decía, la gente compraba y vendía en las tiendas de barrio; había confianza, se fiaba la mercancía. La gente se conocía, las familias eran fuertes, y sólidas las relaciones interpersonales. La sociedad y la Iglesia apoyaban mutuamente al matrimonio y a la familia natural.

Hoy las compras –volviendo a la analogía– se realizan en los ambientes fríos de los ‘shopping malls’ donde no hay fiado, ni confianza y se compra mucho por la moda. Así se han vuelto nuestras relaciones familiares: las personas se casan y se descasan por moda, la cultura del consumismo también nos afecta. Usamos y tiramos al cónyuge y hasta los hijos con mucha facilidad. La consecuencia es una sociedad que genera una soledad aterradora y personas cubiertas de llagas emocionales.

Los jóvenes difícilmente están dispuestos a tomar un compromiso para toda la vida. En una sociedad tecnologizada y consumista, los muchachos crecen con la mentalidad del ‘descarte’ de las personas. Sin embargo sueñan con la grandeza de una familia. ¿Cómo ayudarles a descubrir la belleza de su vocación? ¿Cómo animarlos, levantarlos, curarlos de sus heridas? En otro tema, la preparación para el sacramento del matrimonio comparada con la del sacerdocio, es ridícula. Son cuatro domingos los que dura un seminario que los preparará para una difícil empresa que dura toda la vida. ¿Cómo mejorar y hacer más seria esta preparación de los novios para casarse? Otro desafío es el de muchas familias que asisten sólo a la Eucaristía dominical, hasta ahí llega su vida cristiana. ¿Cómo darles un acompañamiento más profundo que les ayude a unirse y a superar las heridas de la vida conyugal?

El Sínodo de la Familia no se reducirá a discusiones estériles sobre puntos de doctrina. El gran desafío del sínodo es brindar iniciativas valientes y propuestas pastorales creativas a los cristianos que vivimos un cambio de época, para formar a las familias que vivan el plan de Dios.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Católicos y rituales paganos

La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...

La muerte del padre Rafael, mi vicario

La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...

Sanación del árbol genealógico

En las últimas décadas diversos grupos y personas en la Iglesia hacen oración para limpiar de pecados su árbol genealógico. Esta práctica es llamada "sanación intergeneracional". Incluso hay sacerdotes que la promueven haciendo misas con ese propósito. Es un grave error. Algunas conferencias episcopales como la de Francia y de Polonia, y ahora la española, se han pronunciado en contra de esta falsa doctrina y pésima práctica. Conocida también como la "sanación del árbol genealógico", la sanación intergeneracional tuvo su origen en los escritos del misionero y terapeuta anglicano Kenneth McAll, quien trató de hacer una conexión entre ciertas enfermedades y las fuerzas del mal. En ámbito católico fueron John Hampsch y Robert DeGrandis quienes popularizaron la práctica en grupos carismáticos. Según estos autores, existen pecados no perdonados, cometidos por los antepasados de una persona, que hoy tienen efectos perniciosos en sus descendientes y que se manifiestan a tr...