Asesinos preparan hostias
Desde 2016 inició el proyecto "El sentido del pan" para producir hostias para la celebración de la Santa Misa, con la peculiaridad que son confeccionadas por reclusos en cárceles de Milán condenados por robo o asesinato. El proyecto se encuentra en 20 países en donde muchas parroquias, congregaciones religiosas y monasterios reciben las hostias que producen los reos para ser consagradas en los altares. Los convictos, arrepentidos de sus pecados, ahora elaboran lo que se convertirá en el Cuerpo de Cristo.
Este proyecto nos recuerda las genealogías del Mesías que nos narran san Mateo y san Lucas, en las que observamos que Jesús se encarnó en la historia de la humanidad, salpicada de crímenes y asesinatos, para asumir el pecado y llevarlo consigo a la Cruz. Si Cristo no se avergonzó de las manchas de su árbol genealógico, tampoco se avergüenza de que haya asesinos perdonados que le preparen el pan para ser elevado por el sacerdote en el altar y convertirlo en su Cuerpo.
Hermosa esperanza deben tener esos presos que se parecen a la mujer pecadora que mojó los pies del Señor con sus lágrimas, los secó con sus cabellos, los besó y los ungió con perfume precioso, y que luego escuchó: "Tus pecados te son perdonados. Tu fe te ha salvado; vete en paz".
Nacimientos ideologizados
En muchos hogares y parroquias, con motivo de la Navidad, colocamos los nacimientos o belenes como signo de nuestra veneración al misterio de la Encarnación. Hoy en algunas parroquias los nacimientos han dejado de colocar las imágenes tradicionales del Niño, María, José, los pastores, la vaca, la mula y los magos para cambiarlas por figuras abstractas por motivo de hacer denuncias sociales. Recuerdo a una familia que colocaba en su nacimiento, en los años 90, a personajes encapuchados que representaban al Ejército Zapatista de México.
Algunas comunidades optan por colocar belenes con migrantes, personas sin hogar, familias en espera de permisos de residencia, miembros de ICE que persiguen a la Sagrada Familia, niños palestinos de Gaza, "niñas" Jesús que reclaman el diaconado femenino y hasta parejas homosexuales que están junto al pesebre como si fueran los dos padres de Jesús, lo cual es blasfemo y sacrílego. Las representaciones del nacimiento no debe ser retorcidas por ideologías mundanas o gustos políticos que sólo escandalizan y dividen, sino deben ser una exaltación del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios representada por los personajes bíblicos.
El secreto de una feliz Navidad
Un estudio de Pew Research en Estados Unidos sobre las razones de la permanencia de las personas en su religión a lo largo de su vida, encontró que entre los católicos, el 54 por ciento afirma que han permanecido en su religión porque ésta satisface sus necesidades espirituales; un 53 por ciento afirma creer en las enseñanzas católicas, y el 47 por ciento dice su permanencia en la Iglesia es porque el catolicismo da sentido a sus vidas.
Las cifras nos dicen que muchos católicos se han enfriado y no van a la Iglesia. Sin embargo siguen celebrando la Navidad por mera tradición, pero lo hacen centrándose en lo que el mundo propone: los regalos, la cena y las decoraciones. El niño de Belén, para tantos bautizados, es todavía sólo una idea fugaz. ¡Ah! Si lo conocieran y entraran en el misterio de Dios hecho hombre, sus alegrías serían más profundas y menos superficiales. Muchos de ellos, que hoy buscan el amor y la curación en lugares equivocados y en personas equivocadas, encontrarían en Jesús la única medicina que cura y salva; descubrirían en Él el regalo de Dios para sus vidas.
Busquemos a Cristo en la oración, en la Palabra, en nuestras devociones y, sobre todo, en la Santa Misa. Vamos a Belén, encontremos al Niño y postrémonos para adorarlo. Es la mejor manera para tener una feliz Navidad.

Comentarios
Publicar un comentario
¿Quieres comentar? Antes debo revisar tus palabras y sólo podrá ser comentado públicamente lo que sirva para edificación.