Sin los domingos la vida sería insoportable. Es el día en que los cristianos nos escapamos de la rueda en que gira la vida humana: trabajo-consumo-diversión. Son tres actividades buenas en sí mismas, pero que repetidas una y otra vez, nos colocan en un círculo aburridísimo y carente de sentido. Quizá la mayoría de las personas viven atrapadas en ese círculo hasta el día de su muerte, y la vida se les escurre sin darse cuenta de que, más allá de ese mecánico círculo, existe un propósito sagrado que da sentido a todo nuestro quehacer cotidiano. Ese propósito está representado por el Domingo, el día del Señor. El Domingo es regalo de Dios para su pueblo como día sagrado que nos libera de la rutina que nos abruma. No es casualidad que las grandes religiones tengan establecido su día sacro: el viernes para los musulmanes; el sábado para los judíos; y para los cristianos el domingo. Un día de la semana tiene la función de hacer que los hombres salgamos del círculo repetitivo del tiempo y nos...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos