domingo, 8 de noviembre de 2020
Voto y pecado
Hace unos días publiqué un tuit que levantó polvareda con halagos e insultos. Dije lo siguiente: "Los católicos que votaron deliberadamente por Joe Biden y que conocían su postura a favor del aborto –conscientes de que el aborto es un acto intrínsecamente malo por tratarse del asesinato de seres humanos inocentes, se han hecho cómplices y han caído en estado de pecado mortal". Por el respeto que debo a quienes me siguen en redes sociales, debo explicar lo que quise decir, y no dejar a la libre interpretación de mis seguidores una frase que, en la estrechez expresiva de Twitter, puede parecer ilógica. De hecho reconozco un error en su planteamiento.
Empecemos por una pregunta: ¿qué clase de acto es emitir un voto en una elección? Existen dos clases de actos: los actos del hombre y los actos humanos. Los primeros tienen que ver con las funciones naturales del cuerpo humano como la digestión y la respiración y, por tanto, no tienen una repercusión moral. Votar en las elecciones es diverso. Se trata de un acto humano racional que traerá consecuencias buenas o malas para una comunidad y que tendrá peso en el juicio que Dios hará sobre ese acto. Una decisión sobre quién va a gobernar un país y con qué valores, y qué tipo de leyes va a producir, esa decisión tiene un peso moral y se debe hacer con la razón.
¿Qué criterio hemos utilizar a la hora de sufragar por un candidato? Sin duda, el que se haga el mayor bien posible a una comunidad es lo que debe orientar nuestro voto. Sin embargo debemos reconocer que no siempre los candidatos en una elección podrían traer todo el bien a una comunidad. Simpatizamos con unos; otros nos son antipáticos. Incluso podemos llegar a pensar que elegir a uno u otro puede ocasionar algunos males sociales. En el caso de descubrir sombras en los programas políticos de los candidatos, el criterio del católico votante debe ser elegir por el mal menor.
Un mal intrínsecamente perverso es un mal gravemente pecaminoso en todas las circunstancias en que se cometa, sin excepciones. El aborto es un mal intrínsecamente perverso. Implica asesinar o cooperar para asesinar a un ser humano inocente en el vientre de su madre. ¿Quiénes cooperan con el mal del aborto? Son cómplices, en primer lugar, los gobiernos que lo permiten y lo apoyan económicamente con el dinero de impuestos. Se calcula que 62 millones de niños han sido abortados en Estados Unidos desde 1973, lo que no solamente hace cómplice al gobierno federal estadounidense del pecado de aborto, sino también de genocidio. Esto no significa que los empleados del gobierno federal ni los contribuyentes de aquel país sean culpables, a menos de que apoyen directamente el aborto.
En una carta que el cardenal Ratzinger envió a los obispos de Estados Unidos en 2004, con ocasión de si la Iglesia debería de admitir a la Comunión sacramental a los políticos a favor del aborto, decía el que es hoy Benedicto XVI: "Un católico sería culpable de cooperación formal en el mal, y tan indigno para presentarse a la Sagrada Comunión, si deliberadamente votara a favor de un candidato precisamente por la postura permisiva del candidato respecto del aborto y/o la eutanasia". Añade el cardenal: "Cuando un católico no comparte la posición a favor del aborto o la eutanasia de un candidato, pero vota a favor de ese candidato por otras razones, esto es considerado una cooperación material remota, la cual puede ser permitida ante la presencia de razones proporcionales".
Hay que distinguir entonces entre dos posibilidades: la cooperación formal con el mal y la cooperación remota con el mal. El caso de los católicos que votaron por Joe Biden conociendo su postura abortista y estando de acuerdo con ella, se han hecho cómplices del candidato en un mal intrínsecamente perverso y han pecado mortalmente. En ese caso se cumplen las tres condiciones del pecado mortal: materia grave, pleno conocimiento y consentimiento deliberado. En cambio aquellos que votaron por el demócrata conociendo su postura pro aborto, pero estando en desacuerdo con el aborto y sufragaron por él por otros motivos, han sido cooperadores remotos con el mal sin pecar mortalmente. Para ello tuvieron que tener razones proporcionales o de mucho peso, dice el cardenal Ratzinger.
Al respecto, los obispos de Estados Unidos publicaron un documento llamado "Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles" en el que señalan: "Puede haber ocasiones en que un católico que rechaza una posición inaceptable de un candidato incluso sobre políticas que promueven un acto intrínsecamente malo decida razonablemente votar a favor de ese candidato por otras razones moralmente graves. Votar de esta manera sería solamente aceptable si verdaderamente existen razones morales graves, y no para promover intereses mezquinos o las preferencias de un partido político o para ignorar un mal moral fundamental".
Hay personas que objetan estos argumentos diciendo que haber votado por Biden, aunque implicó votar por el mal intrínseco del aborto, no fue pecaminoso porque fue un voto contra otros males que se adjudicaban a su oponente, el presidente Donaldo Trump. Por ejemplo la pena de muerte. Pero si comparamos ambos males –aborto y pena de muerte– hay una desproporción gigante. Sólo alrededor de 25 personas mueren al año por inyección letal en Estados Unidos mientras que 850 mil seres humanos inocentes son asesinados por aborto legal.
¿Y qué decir sobre las guerras que Estados Unidos hace en otras partes del mundo? Tampoco hay proporción con el aborto. Es cierto que hay inocentes que mueren en conflictos bélicos, pero la cantidad de muertos en guerras no se compara a la cantidad de seres humanos inocentes deliberadamente asesinados en el vientre de sus madres. Los únicos casos realmente escandalosos de muertes de inocentes en los últimos siglos son los de las víctimas de la bomba atómica en 1945 en Japón y el bombardeo de las ciudades alemanas en la Segunda Guerra Mundial.
Volviendo a la aseveración del cardenal Ratzinger antes citada, una razón proporcionada para votar por un candidato abiertamente abortista sería, por ejemplo, que el otro candidato tuviera el objetivo de conquistar el poder por el poder para ejercer un dominio brutal y despótico, tener pretensiones de expansión territorial o perpetrar un genocidio. Ese fue el caso del nacionalsocialismo alemán y del comunismo soviético. En esa situación sería justificable votar por un candidato pro aborto. Tal situación no es la de Estados Unidos ni del presidente Trump.
No se puede considerar el aborto colocándolo al nivel de otros temas sociales como la pobreza, el desempleo, la atención médica deficiente, la inmigración, la degradación del medio ambiente y el cambio climático. Ninguno de estos temas es intrínsecamente perverso, como es el aborto. No implican el asesinato deliberado de seres humanos. Ningún político, en esos temas, tiene la intención de matar a nadie. Votar a favor o en contra de un candidato basándose en esos asuntos sociales no es ningún pecado. Pero votar por un político que defiende y promueve un mal intrínseco como el aborto, eso sí es cooperación o complicidad con el pecado, directa o remota.
Corrijo mi mensaje original y así queda más claro: "Los católicos que votaron deliberadamente por Joe Biden y que estaban de acuerdo con su postura a favor del aborto –conscientes de que el aborto es un acto intrínsecamente malo por tratarse del asesinato de seres humanos inocentes, se han hecho cómplices y han caído en estado de pecado mortal". Quienes votaron por Biden sin estar de acuerdo con su postura abortista, tuvieron que hacerlo, para no pecar, únicamente por razones moralmente graves y proporcionales a la gravedad del aborto.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
La salvación y el Año Jubilar 2025
Roma será la locura en 2025. Me refiero al enorme número de peregrinos que viajarán a la Ciudad Eterna para cruzar la Puerta Santa de la Bas...
Pues reitero mi comentario de ayer, porque sigo pensando que Usted no debe de andar condenando a la gente, y menos por votar, ni usar el poder del púlpito para decir por quién debemos de votar o no. Si me está condenando por haber votado por un partido que está de acuerdo con el aborto, no me quiero imaginar que le diría Usted a alguna muchacha que le dijera que se hizo un aborto! Me da vergüenza como Católica practicante oír un sacerdote que en vez de predicar la misericordia ande viendo por dónde se condena. Lo mismo hacian los fariseos en el tiempo de Jesús, padre.
ResponderBorrarComo sacerdote me corresponde iluminar las conciencias y señalar el pecado, aunque a usted no le guste. Es también un acto de misericordia para que las ovejas no se vayan a la abismo.
BorrarSacerdotes representantes de Dios en la tierra. La verdad os hará libres. Los que vamos a misa y somos apegados al evangelio sabemos que es palabra de Dios lo que dice este Santo Padre Eduardo Hayen. Bendiciones. Dios lo cubra con su sangre preciosa.
BorrarLo preocupante es: “Católica Practicante”
BorrarEl aborto legal en Estados Unidos está dentro de la ley de privacidad protegida por la décima cuarta enmienda de la constitución americana, el aborto legal fue un hecho a partir de que se hizo una revisión judicial dentro del caso de “Roe V. Wade (1973)” ya que la prohibición del aborto era una ley inconstitucional. La revisión judicial encontró que la décima cuarta enmienda protege la decisión de la mujer de querer ser madre o no. Ahora, no podemos decir que las personas que votan por Biden son cómplices de el acto del aborto solo por que el presidente esté de acuerdo con dicho acto, una persona no puede ser acusada de complicidad por utilizar su voto en escoger un líder, puesto qué hay más cosas dentro de la elección de tu voto al momento de elegir un líder y cada persona es libre de elegir a quien quiere como líder sin verse involucrado como cómplice por un acto que dentro de el país ya es legal desde 1973. Por que si corremos con esa misma lógica, las personas que votaron por trump son cómplices de los asesinatos de odio que han habido desde su presidencia, todos son cómplices de los muertos que hubo después de que trump autorizara mandar un misil a irán, un ejemplo en Mexico sería que todos los que votaron por Gustavo Díaz son cómplices del masacre de Tlatelolco en el 68'. Así de irracional y fuera de lógica se escucha el argumento que acaba de proporcionar al decir que las personas que votan por Biden son cómplices de un acto atroz los cuales serán condenados en “pecado mortal”.
ResponderBorrarJH, aunque el aborto esté protegido por la ley desde 1973, sigue siendo un acto intrínsecamente perverso que no tiene justificación, y además un genocidio de bebés (63 millones desde aquel año). Biden no solamente está de acuerdo con el aborto, sino que quiere llevarlo a más graves consecuencias. Además Biden fomenta las uniones gay y quiere impulsar a los transgéneros, lo que son también actos intrínsecamente perversos. Quienes votaron por Biden sabiendo estas cosas y estando de acuerdo con ellas, están en pecado mortal. Es más, ni siquiera tuvieron que haber votado por Biden. Basta estar de acuerdo con estos pecados para pecar mortalmente. El acto del aborto no se compara con otros males como la guerra ni una masacre de Tlatelolco ya que esos actos no se prometieron en ninguna campaña y nadie sabía que iban a ocurrir. No todos los que votaron por Biden están en pecado mortal, sino únicamente los que votaron por él apoyando el aborto.
BorrarMe pregunto todos esas personas que votaron por Biden y estan de acuerdo con su postura abortista o les importo poco, y no se arrepienten de corazon, que le contestaran a Dios y a esos 63 millones de bebes no nacidos cuando esten en las puertas del cielo.
Borrarusted bien puede dar su opinión. Sin embargo, en automático por su posición donde el argumento que usted involucra tiene "la palabra de Dios", queda nula dicha opinión ante la posición política, por que es un estado laico. También cabe mencionar que es un delito si usted ejerce su poder como emisor de la palabra de Dios para influir en el voto de la sociedad. No puede decir que las personas creyentes serás acusadas de “pecado mortal” si votan por Biden, está ejerciendo su poder como emisor para crear miedo en creyentes y así influenciar su voto. Biden en su campaña no dijo que mantendría esta ley protegida por la constitución de los Estados Unidos como tampoco dijo que la quitaría, entonces si corremos en su lógica, las personas no pueden ser acusadas de complicidad por que no sabemos cómo procederá el presidente ya que no toco el tema y en caso de que lo allá hecho, las personas que votan por trump son cómplices de los niños que mueren de hambre al ser separados de sus familias por cruzar la frontera ilegalmente; Eso es una consecuencia que se sabia al momento de que inició su campaña en 2016. La religión y la política son cosas diferentes y no podemos acusar a ninguna persona de “pecadoras” por un acto de elección presidencial. Todo acto donde un ser vivo pierde la vida por causa de otro ser humano es un acto atroz, ninguno tiene menor o mayor importancia. Ahora, discúlpeme si lo ofendo, esto último ya es mi opinión como la persona que soy; si su dios acusa a las vidas humanas de pecadoras mortales por amar... la verdad no quiero saber en que clase de dios cree usted.
BorrarJH, la pregunta es: ¿en cual Dios crees tú?
BorrarQue Dios lo siga bendiciendo Padre Hayen. Agradesco que nos hablan del amor de Dios fuera y dentro de la Iglesia, pero como me gustaria que otros sacerdotes y especialmente obispos que tuvieran ese sentido de responsabilidad de iluminar mi conciencia y seniarla mis pecados. A veces pienso que algunos sacerdotes solamente nos hablan de las cosas que queremos oir y no de las que necesitamos escuchar.
ResponderBorrarEs por ejemplo cuando vas con el medico y te seniala solamente lo bueno mas no te dice el cancer potencial que se puede formar si es que no cambias tu estilo de vida.
Padre, el arzobispo italiano, Carlo María Viganó publicó ayer una carta abierta para los católicos norteamericanos, en relación con Biden https://youtu.be/5eYS3ZD6jx8
ResponderBorrarLo quieren hacer callar por decir la Verdad padre. Animo!
ResponderBorrarGracias por sus palabras Padre, la gran mayoría de los creyentes tenemos una baja formación y las pasiones llevan a nublar un buen racionamiento. Bendiciones
ResponderBorrarJames Martin, sacerdote Jesuita y consultor de la Secretaria de Comunicaciones del Vaticano.
ResponderBorrarJames Martin is an American Jesuit priest, Pope Francis appointed Martin as a consultant to the Vatican's Secretariat for Communications.
“Cada ves veo mas sacerdotes que dicen que votar por Joe Biden es pecado mortal. No lo es. No es pecado votar por el Sr. Biden o por el Sr. Trump. Tampoco es pecado ser Demócrata o Republicano. Escuchen lo que dice la Conferencia Episcopal de los EEUU (USCCB) en su documento “Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles” sobre la conciencia...
El padre James Martin podrá ser consultor del Vaticano, pero su enseñanza sobre la homosexualidad se opone a la doctrina bíblica y a la del Magisterio de la Iglesia. No tiene credibilidad para la mayoría de los católicos.
Borrar