Venezuela vive momentos de mucha agitación política. Las manifestaciones populares contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro han dejado un saldo de decenas de muertos y muchos heridos. La situación de hambre y de miseria en la que vive el pueblo venezolano es tan extrema que muchos se han levantado para protestar contra el régimen de Maduro, a quien consideran que se ha convertido en un dictador despiadado. Por su parte los obispos de Venezuela han mostrado una gran cercanía y un amor muy grande a su pueblo. Alientan a la ciudadanía a defender sus derechos fundamentales como la vida, la libertad y la salud, pero haciéndolo de manera pacífica y sin violencia. Les han dicho que la protesta cívica no es un delito, sino un derecho, y que su control no puede ser una represión desmedida. Con valentía han manifestado que cuando el estado no respeta los derechos de los ciudadanos, o cuando los poderes públicos se concentran en manos den sólo poder, deja de ser un estado democrático...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos