"No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente, o para ponerla debajo de la cama, sino que se coloca sobre un candelero para que los que entren vean la luz" (Lc 8,16). Los candeleros del mundo son los reportajes, las fotos de publicidad, las revistas del corazón. Jesús, desde esta perspectiva habría subido al candelero cuando habló ante las muchedumbres en el monte de las bienaventuranzas. Pero ese no era el verdadero candelero. Más tarde subió a su verdadero candelero: la Cruz. Ahí ardió en amor por todos los hombres, y desde la Cruz derramó el Espíritu para todos. Mis abuelos Pablo Cuarón y María de Jesús Galindo -Chita-, han estado casados 75 años. Desde el 23 de septiembre de 1941, han sido siete décadas y media de predicación silenciosa desde que se casaron en Casas Grandes Chihuahua. Son 75 años de un amor que nos ha predicado en el silencio de todos los días que se ha hecho en la cruz del cumplimento del deber, en el estar juntos en las alegrías...