viernes, 29 de abril de 2016

Trigo y cizaña


Salida para cobardes
En su artículo ‘Suicidio asistido (otra vez)’ que escribió en El Universal, Arnoldo Kraus es un médico de la UNAM que propone la legalización de la eutanasia en México. Me hago una pregunta: ¿Por qué la eutanasia sería un derecho exclusivo de quienes son enfermos terminales? Si en el nombre de los derechos humanos se legalizara esta práctica, sería discriminatorio que sólo los enfermos terminales pudieran quitarse la vida. Debería extenderse también para los desahuciados, y de ahí para cualquier enfermo que ya no quiera vivir. Simplemente una persona deprimida podría reclamar su derecho a morir, y el Estado debería de facilitarle las condiciones. O todos coludos, o todos rabones. Nunca había sido tan pobre el concepto que el hombre tiene de sí mismo: materia reducida a sensaciones. Cuando la vida nos hace sufrir, ¿para qué seguir viviendo? Pero si entendemos al hombre como ser espiritual y trascendente que busca el sentido profundo de su existencia, la eutanasia es un acto cobarde e inhumano.

Brujería
La semana pasada me ha visitado una persona, inquieta por un hallazgo en su casa. Traía una bolsa con un objeto que encontró enterrado en el patio de su vivienda. Era un frasco que tenía dentro una fotografía de un hombre, cosida la boca, los ojos y las orejas con hilo rojo. Magia negra, pensé. Conjuré el objeto maligno con oración y agua bendita y enseguida le prendimos fuego rezando el Magnificat. La persona estaba preocupada porque su esposa y su hijo habían tocado el contenido del malévolo frasco. Le proporcioné agua bendita con sal para que, haciendo oración, hiciera una aspersión en su casa y la pudieran tomar como agua de uso. Nunca antes como hoy en México se había practicado el esoterismo, la magia, la brujería y el culto a la muerte. Ricos y pobres acuden a hechiceros y pitonisas que les roban su dinero, lo que es una señal de que la crisis de fe cristiana, en el segundo país del mundo con más católicos, está llegando a niveles patéticos. El auge de los brujos es síntoma de una de las enfermedades espirituales más graves de nuestros tiempos.

Amenazas de Donaldo
Algunos analistas están anunciando el desinfle de Donald Trump como candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos. Su discurso extremista y lleno de resentimiento hacia los negros, los hispanos y los musulmanes como chivos expiatorios de la crisis económica ha puesto en alerta a la mayoría de los norteamericanos, que no comparten esta visión de las cosas. Sin embargo el problema es la amenaza de Trump, de que si no llegara a ser el candidato podría haber revueltas sociales. ¿Qué significa esto? Sucedió en España: los ataques terroristas del 11 de marzo de 2004, tres días antes de las elecciones, cambiaron las tendencias de los electores y votaron contra el gobierno de Aznar que apoyaba la guerra de Irak. En Estados Unidos, un atentado terrorista en territorio norteamericano provocado por el mismo Trump podría encender el sentimiento nacionalista de los republicanos para llevarlo, en el último minuto, a la Casa Blanca. La Inmaculada proteja a Washington.

viernes, 15 de abril de 2016

Puntos de controversia de Amoris Laetitia

Poderes mundiales han intentado presionar a la Iglesia, en diversos momentos de la historia, para que deje de predicar la doctrina de Jesucristo. Durante el Sínodo de los obispos en los últimos dos años las presiones fueron enormes para que se diera un cambio doctrinal en materia de Matrimonio y Familia. Temas muy candentes fueron la Comunión a las personas divorciadas y la ampliación del término ‘Familia’ para hacerlo más inclusivo hacia las parejas del mismo sexo.

El viernes 8 de abril el papa Francisco publicó, finalmente, la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’ –La alegría del amor–, el documento tan esperado después del sínodo. La prensa internacional quedó desilusionada con el texto. La presión al papa y a los obispos no tuvo el efecto que ellos esperaban. Imaginaron que Francisco reformaría la doctrina sobre el matrimonio, pero, leyendo ‘Amoris laetitia’ quedaron, seguramente, desencantados. El documento papal está teniendo más críticas aún que ‘Humanae vitae’.

La nueva exhortación está en perfecta sintonía con la doctrina y la moral perenne de la Iglesia, la que por más de dos mil años ha tenido una misma línea de continuidad. Indudablemente es Jesucristo quien asiste a su Iglesia dándole el Espíritu Santo para que la guíe por medio del Magisterio y ayudado éste por la teología.

Los poderes de este mundo se encuentran frustrados con el papa por no ser un papa liberal como ellos esperaban. En intentos por confundir a los católicos, los titulares de prensa, luego de la publicación de ‘Amoris laetitia’, han presentado al papa como un papa de ruptura con la Tradición de la Iglesia. El diario español El País dijo: “El papa abre la Iglesia a los divorciados que vuelvan a casarse”. El Sol de México: “El Papa presenta “Amoris laetitia”; el concepto de familia y matrimonio han evolucionado”. La Prensa: “Iglesia abre sus puertas a los divorciados”. El Universal: “Papa apoya posibilidad de comunión para divorciados”. La Jornada: “El papa relaja discurso ante divorciados”.

Cualquier católico ingenuo se confunde con estos titulares que no pretenden otra cosa sino desorientar a la grey haciéndola creer que tenemos un papa de ruptura con la enseñanza de la Iglesia. Pero eso es absolutamente falso. De hecho el documento está en sintonía con la doctrina de ‘Humanae vitae’ de Pablo VI que tanta urticaria provocó en el año 1968, y con ‘Familiaris consortio’ de Juan Pablo II; de hecho éste documento es uno de los más citados en ‘Amoris laetitia’.

Afirmar que la Iglesia abre las puertas a los divorciados no es ninguna novedad, como ha subrayado la prensa secular. Quienes estuvieron casados en el Señor y después se divorciaron civilmente, nunca han estado fuera de la Iglesia y menos han sido excomulgados. Al contrario, la Iglesia ha abierto caminos de acompañamiento a estas personas, incluso a quienes han pasado a formar nuevas uniones. Ellos, evidentemente, no pueden participar de manera plena de la comunión eclesial al no poder recibir la Comunión sacramental. Esta es una praxis que continúa en la Iglesia y que el papa Francisco no abolió en ‘Amoris Laetitia’.

Sobre las uniones de personas con atracción al mismo sexo ‘Amoris Laetitia’ ha sido sobria y moderada. Cito al papa: “no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia. Es inaceptable que las iglesias locales sufran presiones en esta materia y que los organismos internacionales condicionen la ayuda financiera a los países pobres a la introducción de leyes que instituyan el “matrimonio” entre personas del mismo sexo”.

Los católicos que únicamente leen o escuchan noticias de la Iglesia en la prensa secular, se pueden extraviar fácilmente en el mar de confusiones que fabrican muchos medios seculares. Como ejemplo, la Jornada publicó lo siguiente: “Francisco acepta las uniones prematrimoniales como un paso adelante hacia el camino de la plenitud del matrimonio y de la familia y reconoce las numerosas razones por las que las parejas, según el contexto social y cultural, deciden convivir”. Está afirmando que el papa acepta la unión libre y el sexo prematrimonial. Aquí se encarna la parábola de Jesús: “mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue”.

Lejos de reducirse a controversias –que era preciso aclarar– ‘Amoris laetitia’ es un documento riquísimo en doctrina y sensibilidad pastoral que marcará el rumbo de la pastoral familiar para los próximos 20 o 30 años.

martes, 12 de abril de 2016

Papa muy humano

Uno de los aspectos más atractivos de la personalidad del papa Francisco, motivo por el cual se ha ganado el cariño del pueblo católico, es su sencilla humanidad. Muchas personas tienen la idea de que el papa está tan encumbrado que es una especie de criatura semi-angélica. “Debemos aprender a ser normales”, señaló Francisco en una entrevista. Y su humanidad la ha dejado ver sirviéndose su propia comida todos los días en el bufet del comedor de Santa Marta, recogiendo su bandeja después de comer, llamando a sus amigos por teléfono, viajando en su Ford Focus azul y pasando ratos con los ancianos, vagabundos e inmigrantes de Roma. Francisco sigue haciendo lo posible para librarse de un papado estilo principesco, sacudiéndose de aquellas cosas que le obstaculizan su contacto con el pueblo sencillo.

Lenguaje sexista

La ideología de género está llegando a extremos ridículos. Ahora en algunos lugares se empieza a presionar para que, de manera obligatoria, los maestros utilicen en las escuelas un lenguaje no sexista. Se trata de un uso del español artificial en el que decir ‘niños’ y ‘niñas’ sería sexista. Debe decirse ‘el alumnado’. No se puede hablar de ‘profesores’ y ‘profesoras’, sino de ‘profesorado’. Tampoco debe decirse ‘los mexicanos’ sino ‘la población mexicana’. ‘Los niños’ y ‘las niñas’ debe sustituirse por ‘la niñez’. La Real Academia Española publicó un documento en 2012 en el que condena estos absurdos y en el que recuerda que el masculino, en el idioma español, se utiliza de forma genérica. Esto, a las feministas de género, les importa un comino porque lo primero es la ideología. Si un maestro dice: ‘vayan todos al recreo’, podría ser sancionado. ¿Cómo lo dirá, entonces?

lunes, 11 de abril de 2016

Brujería

Me ha visitado una persona, inquieta por un hallazgo en su casa. Traía una bolsa con un objeto que ayer había encontrado enterrado en el patio de su casa. Era un frasco que tenía dentro una fotografía de un hombre, cosida la boca, los ojos y las orejas con hilo rojo. Magia negra, pensé. Conjuré el objeto con oración y agua bendita, enseguida le prendí fuego rezando el Magnificat. Él estaba preocupado porque su esposa y su hijo habían tocado el contenido del frasco maldito. Le proporcioné agua exorcizada y sal para que haga aspersión con ella en su casa haciendo oración, y para la puedan tomar como agua de uso… Jesús, en la Biblia, es claramente presentado como el Salvador, como quien nos rescata del pecado, de la enfermedad y del dominio de los espíritus malignos. El nombre ‘Jesús’, dado a la Virgen María por el arcángel Gabriel, significa ‘Dios salva’. Confiemos siempre en él.

martes, 5 de abril de 2016

Marchas por la vida

La asombrosa cantidad de 750 mil personas que marcharon el pasado 12 de marzo en Lima Perú pidiendo el no al aborto y el sí a la vida, es un signo muy elocuente del amor y del respeto que los latinoamericanos tenemos por la vida naciente. Estas marchas por la vida han ido cobrando popularidad y fuerza en diversas partes del mundo, incluso en Europa donde la población mayoritaria son los ancianos. En Washington ‘March for Life’ es todo un acontecimiento que ha ido creciendo en número de participantes. En 2015 desfilaron alrededor de 800 mil norteamericanos pidiendo la derogación de la ley del aborto.


El éxito de estas marchas obedecen a una razón antropológica. El hombre no nació para la muerte sino para la vida, y ante la realidad de la muerte el hombre se rebela ante la idea de la desaparición total de su existencia. Percibimos la vida como un don sagrado e inviolable, cimiento de todos los derechos del hombre y fundamento de todos los valores. En nuestra conciencia resuena el ‘no matarás’ como un imperativo de ley natural.

Pero también hay una razón religiosa. Es en los países de tradición cristiana donde se organizan las marchas por la vida. En el patrimonio espiritual de nuestros pueblos está la convicción de que somos hijos de Dios y que el Verbo se hizo embrión, revelando la dignidad que tiene toda vida humana, incluso la no nacida. Y aquella frase de Jesús en el Juicio Final: “lo que hiciste con uno de estos pequeños a mí me lo hiciste” (Mt 25,40), nos hace descubrir a Dios presente en los niños por nacer.

Las formas que va tomando la cultura de la muerte no solamente atentan contra la vida no nacida. También los jóvenes son sus víctimas. Cada vez es más fuerte la presión mundial para legalizar el uso recreativo de las drogas. En los debates públicos se invita a todo tipo de expertos, menos a los ex-toxicómanos y a las familias que tienen hijos que se drogan. Tampoco a las religiones nos dan vela en el entierro.

Quienes han vivido en el infierno de la toxicodependencia o en el dolor de tener un hijo que, por su adicción a las drogas se ha quedado sin alas para volar, son quienes deberían de tener la última palabra en estas discusiones. Pero no es así. Me queda claro que la legalización de la marihuana y cualquier otra droga es un golpe mortal para la Familia. A todas luces es evidente que hemos entrado en un ocaso cultural, en un oscurantismo obsesionado con la abolición de la humanidad.

¿Qué mentira es esta de la democracia –me pregunto– donde se supone que el pueblo es el que gobierna, cuando en realidad vivimos manipulados por fuerzas oscuras que pretenden establecer un imperio mundial sobre hombres viviendo bajo su control? En realidad nos dirigimos hacia una oligarquía –la élite de los más ricos del mundo– que dice quién debe nacer y quién debe morir.

Es tanta la obsesión que tienen los gobiernos orquestados por la ONU por legalizar el aborto y otras formas de anticoncepción –como es la homosexualidad– que no cabe la duda de que el último objetivo es reducir dramáticamente la población mundial. Algunos dicen que la meta es reducir la cifra de 6,500 millones de habitantes que somos, a sólo 500 millones de personas viviendo en el planeta (educate-yourself.org).

Las marchas por la vida son un signo para todos. Es el pueblo de la vida el que se rebela contra la amenaza de las fuerzas oscuras de la muerte. Es el pueblo que se manifiesta para proclamar que la vida humana es una aventura estupenda y una bendición de Dios, sin importar si es vida sana o enferma, nacida o no nacida, joven o vieja. De esa manera se va despertando una mayor conciencia de las atrocidades de las leyes del aborto, de la legalización de las drogas, de la eutanasia y de la necesidad de crear leyes que protejan a los niños, a los jóvenes y a las familias.

Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, Dios Padre puso su sello de garantía sobre él, acreditando su vida, su obra y sus palabras. Y así nos invita a promover una cultura para que toda vida humana pueda ser reconocida con el sello de Dios que dice: “sagrada”.

El catolicismo y la carne

El aspecto más distintivo del cristianismo sobre otras religiones es la encarnación de Dios en la raza humana. Las demás religiones se escan...