En la década de los 60 del siglo pasado, como muchos jóvenes de su época, John Lenon, Ringo Starr, Paul McCartney y George Harrison también exploraban nuevas formas de espiritualidad. Eran años de un movimiento contracultural que buscaba otras opciones espirituales alternativas a las religiones tradicionales. La mística espiritual de la India era atractiva para muchas personas en Occidente.
Un gurú indio que cautivó la atención de Los Beatles fue Maharishi Mahesh Yogi. Este individuo fue el creador de la Meditación Trascendental en los años 50 y 60. En sus viajes a Europa y Estados Unidos, el carismático líder espiritual presentó una técnica para alcanzar la paz interior y reducir el estrés. Miles de jóvenes occidentales, hambrientos de sentido de la vida, se adhirieron a esta propuesta, entre ellos los miembros de la famosa banda de rock de Liverpool.
El método de Maharishi consistía en iniciarse en la meditación por medio de un "mantra", es decir, de una palabra o sílaba en sánscrito para ser pronunciada en voz alta por el iniciado, luego en voz baja, después interiormente. Los adeptos debían seguir el mantra en la mente, dejarse llevar y volver a él si se despistaban.
La función del mantra era relajar a la persona hasta dejarla en un estado de inactividad mental, en una suspensión de sus facultades de pensamiento, en un estado que llaman "conciencia dilatada". El iniciado debía reprimir toda de crítica o de reflexión, que eran vistas como distracciones. Los recuerdos y las fantasías eran parásitos que debían combatirse para volver nuevamente al mantra y dejarse conducir por él.
Maharishi condujo a los Beatles la Meditación Trascendental en 1967. El objetivo era que el "yo" desapareciera, también la conciencia del entorno. Durante ese estado de recogimiento se aniquilaría el estado de conciencia de la persona que sufre. Se esfumarían todas las tensiones que afectan al "yo", y de ahí se seguiría una sensación de bienestar. Sin embargo cuando se salía de ese estado de "bienestar", y volvía la persona a tomar conciencia de la realidad de ella misma, las tensiones regresaban y volvían a tomar su intensidad. Fruto de su retiro en la India, los Beatles lanzaron su "Álbum Blanco" en 1968.
La Meditación Trascendental del gurú Maharishi, la cual se sigue practicando por millones de personas, no es otra cosa que una huida de la realidad lograda con técnicas de concentración mental y a través de una modificación de los estados de conciencia. Sólo Dios sabe si los Beatles los padecieron, pero muchas personas que han practicado este tipo de meditación proveniente del budismo han sufrido efectos secundarios como el insomnio, la dificultad para concentrarse, la intolerancia al ruido, mucha dificultad para seguir una conversación y desinterés por el entorno.
Quienes practican este tipo de meditación creen que su conciencia es capaz de extenderse hasta el infinito, hasta llegar a abarcar todo el universo. La llaman "conciencia cósmica" que supuestamente desemboca en la intuición de la divinidad en todas las cosas, las cuales son expresión de la Energía divina primordial y omnipresente. Finalmente quienes practican la MT deben de superar la ilusión de la diferencia entre Dios y la persona. Cuando se alcanza la conciencia con el Uno, se hace realidad la propia naturaleza divina, la fusión con la divinidad.
Estoy convencido de que la meditación budista, en todas sus variantes propuestas por Maharishi y la New Age, es perjudicial para la salud mental. Lo es porque parte de una falsa antropología. Es una forma de evadir la realidad de la vida por medio de la alteración de la conciencia en la búsqueda de un paraíso artificial. El efecto es semejante al que causan las drogas, sólo que la meditación budista lo logra a paso lento.
Muchos católicos han caído en este engaño, como en su tiempo cayeron Los Beatles. La relación que tuvieron ellos con Maharishi se enfrió cuando observaron conductas inapropiadas del gurú durante su retiro en la India. Lennon y Harrison abandonaron el lugar, aunque Harrison siguió explorando la espiritualidad india.
Cualquier católico medianamente formado en la oración cristiana no caerá en una estafa como que el gurú Maharishi hizo a los Beatles y a todos sus adeptos. Sabemos que las espiritualidades de Oriente, que han llegado a nosotros a través del New Age, son incompatibles con cuatro mil años de la verdadera riqueza espiritual revelada en la Biblia y enseñada con la autoridad divina de Jesucristo.
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