Ir al contenido principal

Vagabundos espirituales


En el panorama espiritual mundial hay personas nómadas y otras que son sedentarias. Quienes pertenecen a una religión estructurada, con una autoridad y una teología clara, una comunidad creyente, códigos de conducta y celebraciones rituales precisas son los sedentarios espirituales, personas que pertenecen a un sistema espiritual estable. En cambio quienes dicen ser personas espirituales pero sin afiliación religiosa son los nómadas o vagabundos espirituales.

En una investigación de Pew Research Center en 2023 se descubrió que en Estados Unidos el 41 por ciento de los adultos dicen que se han vuelto más espirituales a lo largo de su vida, en comparación con el 24 por ciento que dice haberse vuelto más religiosos. Esto significa que más personas se han ido desprendiendo de su comunidad religiosa para emprender un camino más individual; han dejado de ser sedentarios para volverse nómadas.

En el cristianismo esta actitud errante se resume en las expresiones "Cristo sí, Iglesia no", "Católico no practicante", "Católico pero no fanático". El vagabundo espiritual cree sin pertenecer, obedece más a una mentalidad consumista, tiene un nivel menor de exigencia y de compromiso. Es una persona que camina como oveja sin pastor. Sin embargo muchos nómadas no logran soportar la soledad de su búsqueda espiritual y terminan agrupándose con quienes se sienten afines.

He conocido a personas que decidieron vivir una ceremonia de Ayahuasca –una planta brasileña que produce efectos alucinógenos y que es proporcionada por brujos a grupos durante rituales– como parte de su exploración espiritual, y terminaron uniéndose a esos grupos con los que se sintieron afines.

Es fácil ser vagabundo espiritual. Hay que dejarse llevar por el sentimiento y la emoción, que son los criterios de verdad en nuestra época. Lo importante es tener sensaciones de lo sagrado, experimentar el misterio de Dios en carne propia, sin importar si se hace a través de un viaje astral, fumando yerba o consumiendo hongos. El vagabundo espiritual no busca estructurar su propia vida bajo una doctrina teológica coherente, fruto de siglos de desarrollo. Lo relevante para él es que haya emotividad, que se arregle su problema personal, que la terapia le ayude a superarse.

Mientras que una visión cristiana nos presenta al hombre compuesto de alma y cuerpo, los errantes espirituales suelen añadir, como tercer elemento, el cuerpo astral o energético. En esta visión esotérica, el hombre puede tener experiencias extrasensoriales como los viajes astrales o la comunicación con entidades no físicas como son los guías espirituales, ángeles, seres ascendidos o conciencias superiores para recibir mensajes o energía.

Un vagabundo espiritual cree que la salvación, liberación o perfección se puede conseguir con el propio esfuerzo. No se necesita la gracia de Dios, sino solamente cursillos y técnicas como la meditación esotérica o el yoga, ejercicios de respiración y otros métodos como el mindfullness. La realización de la persona está al alcance de su propia mano, ya que puede sanarse a sí misma y descubrir sus potencialidades internas.

Este egoísmo de los vagabundos espirituales pretende conducir a las personas a la autorrealización y el bienestar individual. No hay espacio para el absoluto de Dios ni para una salvación más allá de la muerte, ni para un cielo comunitario, sino que pretende solamente conseguir la felicidad aquí en la tierra y, si acaso, un bienestar personal más allá de las fronteras de esta vida.

La vagancia espiritual no lleva a ninguna parte, mucho menos a quienes siguen las enseñanzas de la Nueva Era. Sólo Jesús es el único Salvador del mundo, que se hace presente en el mundo a través de su Cuerpo, que es la Iglesia, sacramento universal del salvación.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Católicos y rituales paganos

La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...

La muerte del padre Rafael, mi vicario

La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...

Sanación del árbol genealógico

En las últimas décadas diversos grupos y personas en la Iglesia hacen oración para limpiar de pecados su árbol genealógico. Esta práctica es llamada "sanación intergeneracional". Incluso hay sacerdotes que la promueven haciendo misas con ese propósito. Es un grave error. Algunas conferencias episcopales como la de Francia y de Polonia, y ahora la española, se han pronunciado en contra de esta falsa doctrina y pésima práctica. Conocida también como la "sanación del árbol genealógico", la sanación intergeneracional tuvo su origen en los escritos del misionero y terapeuta anglicano Kenneth McAll, quien trató de hacer una conexión entre ciertas enfermedades y las fuerzas del mal. En ámbito católico fueron John Hampsch y Robert DeGrandis quienes popularizaron la práctica en grupos carismáticos. Según estos autores, existen pecados no perdonados, cometidos por los antepasados de una persona, que hoy tienen efectos perniciosos en sus descendientes y que se manifiestan a tr...