Ir al contenido principal

Niños nacidos, en peligro


La codicia de la industria del aborto no tiene límites y la barbarie busca expandirse. Hace unas semanas comenzó a discutirse en California un proyecto de ley para legalizar el infanticidio. Es la ley AB 2223 que dice: “la persona no será sujeta de responsabilidad civil o penal, o privada de sus derechos, sobre la base de sus acciones u omisiones con respecto a su embarazo, o resultado real, potencial o presunto del embarazo, incluyendo aborto involuntario, muerte fetal, aborto, o la muerte perinatal”.

Muerte perinatal quiere decir que a los bebés se les podría matar una vez nacidos y el período podría extenderse, según algunos juristas, hasta los dos años de vida. El período perinatal no está bien definido. Algunos médicos lo señalan hasta la cuarta semana después del nacimiento, pero en algunos sitios de internet dicen que puede abarcar hasta las 18 o 24 semanas.

En respuesta a estas preocupaciones, la asambleísta Buffy Wicks, autora de la iniciativa de ley, habría aceptado modificar el proyecto de ley para especificar que sólo se aplica a las muertes perinatales derivadas de causas relacionadas con el embarazo.

Pero mientras tanto, la duda permanece en torno a esta propuesta de ley que sería monstruosa, pues intentaría ampliar los "derechos sexuales y reproductivos de la mujer" más allá del nacimiento de su hijo y permitirle que ella pudiera dar marcha atrás al proyecto de ser madre. Debemos esperar a ver cómo se desarrollan las cosas.

No se satisfacen las abortistas con haber logrado el "derecho" a asesinar a un bebé de nueve meses en el momento del parto –lo que se llama "aborto por nacimiento parcial"–, sino que ahora quieren que no se les criminalice por dejar morir de hambre o sed a un niño que no cumpla sus expectativas. Ellas piden el derecho a no ser madres después de haber dado a luz. Es realmente diabólico.

California es el estado económicamente más rico de los Estados Unidos y semillero de ideas progresistas. Ahí hacen nido las feministas socialistas, los partidarios más radicales de la ideología de género alentados por Disney, los adoradores de la izquierda de Hollywood, una pléyade de ateos y agnósticos en Silicon Valley, así como activistas ambientalistas. Es en el "Estado dorado" donde se intenta suprimir el pasado cristiano y manipular la historia, derribando las estatuas de san Junípero Serra, fundador de sus misiones, para constituirse lo que llaman "un santuario abortista".

Cuando la sociedad sólo mira su propio ombligo y no quiere quitarse las orejas del ratón Miguelito que le ha puesto Disney, entonces se queda dormida y empieza a planear su suicidio masivo. Crece la depravación. Cuando se cree que la vida espiritual es algo del pasado y la búsqueda de lo sagrado es medieval, ya nada importa, salvo las apetencias y caprichos –comida, bebida y diversión– y entonces se quiere eliminar a quien estorbe. Así se va la vida, solamente de fiesta en fiesta, de viaje en viaje, sin tiempo para horizontes más profundos y alegrías que perduran.

Dice el cardenal Robert Sarah: "Me sorprende el talento que ha desarrollado el hombre moderno para ensuciar lo que toca. Fíjese en el espacio: la belleza de las imágenes de los planetas y los astros es sobrecogedora. Cada cosa ocupa su lugar. El orden del universo rezuma paz. Fíjese en el mundo, las montañas, los ríos, los paisajes; todo rezuma una serena belleza. Fíjese en el rostro de un niño que ríe a carcajadas, en el rostro de un anciano arrugado por los años. Dios ha creado a su criatura con tanto amor que siempre emana de ella una impresión de nobleza y belleza. ¡Y ahora fíjese en lo que hace el mundo moderno!"

"La modernidad desfigura la belleza del Creador reflejada tanto en el rostro de los niños como en el de los moribundos. Ese reflejo le resulta tan insoportable que quiere deformarlo. Ese reflejo es un incesante reproche que no puede tolerar. Quiere envilecerlo". Si la ternura de un bebé en gestación resultaba incómoda para los partidarios de la muerte, ahora la belleza y la inocencia de un niño nacido se vuelve tan inaguantable que hay que destruirlo.

Parece increíble que los hombres y mujeres de nuestro tiempo, tan preocupados por sacarle el máximo provecho posible a los encantos de la vida, luchen por eliminarla. En el fondo se trata de odio a la vida, odio al amor, odio a la belleza. ¿De qué sirve tanta educación universitaria, tanto bienestar económico, tanto progreso material cuando nos estamos convirtiendo en seres cada vez más malvados y perversos? Decía el cardenal Sarah: "La cultura de la muerte es obra de una contracultura de muertos vivientes".

Estas iniciativas de ley no tardarán en tocar a las puertas de nuestras legislaciones. El espíritu humano puede llegar a niveles inauditos de deshumanización. Hemos de defender a los no nacidos y a los niños para que estas leyes criminales no se extiendan por el mundo. Y hemos de fortalecer nuestra Iglesia, que por hoy es el único reducto que nos queda para conservar la dignidad y vivir una vida auténticamente humana, la vida de los hijos de Dios.

Comentarios

  1. Todo se quieren escudar con es mi vida y Yo hago lo que Yo quiera

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

¿Quieres comentar? Antes debo revisar tus palabras y sólo podrá ser comentado públicamente lo que sirva para edificación.

Entradas más populares de este blog

Confesionario sin absolución: a mi san Judas se le rompió la cabeza y estoy asustado

Pregunta: Vivo en El Paso Texas y soy devoto de san Judas Tadeo, del cual tengo dos imágenes de yeso que compré. Mi suegra fue a la Ciudad de México y me compró otra imagen más de san Judas. Acomodó la imagen en su coche y cuando llegó a su hotel vio que la estatua tenía la cabeza quebrada. Cuando lo supe quedé muy impactado porque dicen que, cuando eso ocurre, es porque se ha cumplido algo que se le ha pedido al santo. Mi desconcierto fue mayor cuando compré, acá en El Paso Texas, otro san Judas, de color oro, muy bonito, pero al llegar a mi casa uno de los san Judas que ya tenía, estaba con su cabeza rota. Estoy muy impresionado. No sé a qué se deba, padre. A veces creo que el santo está celoso porque tengo varias imágenes de él. Agradezco su tiempo y le pido que me ayude. Padre Hayen: ¿Cómo? ¿Dos imágenes con cabeza rota? ¡Seguramente tú y tu suegra se van a sacar la lotería! Por favor, muchacho, no peques de ingenuidad. Pero además dices que san Judas está celoso porque tien...

380 cadáveres

El hallazgo de más de 380 cadáveres apilados en un crematorio de Ciudad Juárez, esperando durante varios años el servicio de cremación de algunas funerarias que subcontrataron dicho servicio, suscita algunas preguntas. El macabro descubrimiento hace que muchas personas pongan en tela de juicio si las urnas con cenizas que entregan las funerarias a sus clientes contienen las cenizas reales de su ser querido difunto, o si son cenizas de alguien o de algo más. Al despedir después de una ceremonia religiosa o de la velación en la capilla ardiente a un ser querido que ha muerto, los deudos confían en que la funeraria cremará el cadáver y les entregará las cenizas verdaderas. Pero todo puede resultar ser una farsa. Es importante reclamar el cuerpo de un ser querido difunto. Cuando Sara, esposa de Abraham, murió, éste reclamó el cadáver a los descendientes de Het y les dijo:"Aunque yo no soy más que un extranjero residente entre ustedes, cédanme en propiedad alguno de sus sepulcros, para...

Izaguirre y el príncipe del mundo

Los acontecimientos del rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán Jalisco, ponen la pregunta sobre el enigma del mal. Tales campos de entrenamiento para el sicariato, narcopanteones y hasta hornos crematorios –reminiscencia de aquellos hornos en que los nazis calcinaban a sus prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial– nos habla de los niveles tan extremos de podredumbre que puede alcanzar el corazón del hombre. México se ha convertido en un gran cementerio donde deambulan –como fantasmas a los que nadie hace caso– las madres y padres de las personas desaparecidas."Que mi súplica llegue hasta ti, inclina tu oído a mi clamor", es la aflicción del salmista que bien podemos poner en los labios de tantos familiares angustiados que buscan a su pariente cuyo paradero permanece ignoto. La Sagrada Escritura nos habla de los niveles de maldad que alcanzan niveles sociales: opresión de los pobres, injusticia en los tribunales y adoración de ídolos acompañada de sacrificios hum...