C asi todas las voces que escuchan los jóvenes en la cultura secular los invitan a experimentar con el sexo. La misma educación sexual escolar les proporciona la información para que, desde la adolescencia, los chicos se enrolen en actividad sexual. Les hablan de derechos sexuales y reproductivos, incluso les han dado una cartilla nacional que los promueve; de esa manera los van incitando hacia la promiscuidad. En este ambiente cultural la Iglesia con su enseñanza sobre la castidad hasta el matrimonio parece retrógrada. La ética sexual católica se ve como el aguafiestas en medio del desenfreno del mundo. Parece que se cumple aquellas palabras de san Pablo: " llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina" (2Tim 4,3). Sin embargo cuando echamos una mirada a nuestro alrededor y vemos las consecuencias de la Revolución sexual de los años 60 en la manera en que los jóvenes viven su vida sexual –con todas las heridas físicas, psicológicas, familiares y esp...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos