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Mostrando las entradas de noviembre, 2020

Legalizar la mota

H ierba, mota, mariguana, cannabis... son algunos de las decenas de nombres que designan la droga que los honorables señores de la Cámara de Senadores aprobó para ampliar su comercialización, posesión y consumo personal. Aquí no hablamos del uso medicinal que pueda darse a la hierba, sino del uso recreativo. El asunto ahora se encamina hacia su discusión en la Cámara baja, pero todo apunta a que en México tendremos más consumo de drogas en un futuro inmediato, empezando por la mariguana; probablemente el consumo legal de otros estupefacientes se extienda en un futuro próximo. La mariguana, considerada droga blanda, es punto de partida para meterse con drogas más duras. El Estado mexicano está dejando de tutelar por el bien común. Por querer dar gusto a grupos minoritarios que enarbolan la bandera de la libertad individual ilimitada y del libre desarrollo de la personalidad, muchos políticos están sacrificando la salud pública y el bienestar de las familias. El consumo de drogas hace cr...

Aprender de las pandemias

N os acercamos a casi un millón y medio de personas fallecidas por Covid en el mundo. Aunque nos parecen cifras alarmantes, recordemos que los estragos hechos por otras pandemias fueron mucho mayores que los daños ocasionados por el coronavirus hoy. La peste de gripe –mal llamada "gripe española"– ocurrida entre 1918 y 1920, fue una de las enfermedades más catastróficas de la historia. Se infectaron 500 millones de personas –una tercera parte de la población mundial–, y el número de víctimas mortales se calcula entre 40 y 100 millones de personas. Aprendamos algunas lecciones que nos dejan aquellos años en los que parecía que el ángel exterminador pasaba con su espada desenvainada por todos los pueblos y ciudades del mundo. Primero, hemos de asumir la idea de que la humanidad vive entre epidemias. Son impresionantes la peste bubónica del siglo XIV, que acabó con una tercera parte de la población europea, hasta la viruela que segó las vidas de millones de indígenas en Mesoamér...

El Arte del bien morir

U n hospital de la ciudad ha colocado extensiones portátiles a sus instalaciones para alojar a los enfermos, y otro más ha instalado una morgue móvil para conservar los cadáveres. Familiares, amigos y conocidos han ido enfermando y varios han muerto. En estas circunstancias nadie está a salvo de contraer el coronavirus con la posibilidad de morir. La pandemia de Covid-19 nos ha puesto de cara a la muerte. Atravesamos una situación absolutamente anómala que nos pone frente a nuestro destino eterno. La pregunta es: si Dios nos llamara a su presencia ¿estaríamos preparados? Aunque es casi seguro de que la mayoría no morirá por Covid, nadie puede asegurar que está libre de contagio y decir que todavía le falta mucho tiempo para su muerte. "Mors certa, hora incerta", dice un viejo proverbio latino. Viviendo en medio de una pandemia nadie que sea llamado a la presencia de Dios podría presentarse ante Él diciendo: "la muerte me tomó por sorpresa", "es que yo no lo sab...

Voto y pecado

H ace unos días publiqué un tuit que levantó polvareda con halagos e insultos. Dije lo siguiente: "Los católicos que votaron deliberadamente por Joe Biden y que conocían su postura a favor del aborto –conscientes de que el aborto es un acto intrínsecamente malo por tratarse del asesinato de seres humanos inocentes, se han hecho cómplices y han caído en estado de pecado mortal". Por el respeto que debo a quienes me siguen en redes sociales, debo explicar lo que quise decir, y no dejar a la libre interpretación de mis seguidores una frase que, en la estrechez expresiva de Twitter, puede parecer ilógica. De hecho reconozco un error en su planteamiento. Empecemos por una pregunta: ¿qué clase de acto es emitir un voto en una elección? Existen dos clases de actos: los actos del hombre y los actos humanos. Los primeros tienen que ver con las funciones naturales del cuerpo humano como la digestión y la respiración y, por tanto, no tienen una repercusión moral. Votar en las elecciones...

Doblan las campanas

Padre Jesús Armando Delgado Carlos U na gran cantidad de muertos desborda los hospitales y satura las funerarias. Pareciera que el Ángel Exterminador nuevamente hiciera su rondín por nuestros barrios y centros de trabajo. No hay ambiente en el que la muerte no se haya hecho presente, con Covid o sin Covid. La Iglesia no se ha librado. En el colegio de los presbíteros los padres Agustín Navarro, Jesús Figueroa y Armando Delgado fueron llamados al tribunal de Dios. En el gremio de los diáconos la muerte segó las vidas de Francisco Lazo durante el verano, y recientemente Abraham Gutiérrez. También la muerte visitó a las Misioneras de María Dolorosa y la madre Luz Estela Borunda tuvo que abandonar este mundo para acudir puntual a su cita con el Señor. Los seis llamados por Dios a su divina presencia nos dejan un vacío en el corazón. Recordaremos del padre Navarro su gran celo pastoral; del padre Figueroa su sencillez y su sabiduría; del padre Armando su buen humor y su cercanía a sus felig...