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Mostrando las entradas de diciembre, 2019

Veo los cielos abiertos (homilía en el funeral de mi abuelo Pablo Cuarón)

Misa exequial concelebrada (Padres Eduardo Hayen, Alberto Castillo, Oscar González, Salvador Magallanes y Juan Manuel Orona) A yer día de Navidad nuestra familia tuvo grandes contrastes. Celebramos la Nochebuena con cena y fiesta, dimos gracias a Dios por la unidad de nuestra familia y por tantas bendiciones derramadas. Hicimos una bella meditación sobre la importancia de Jesús como parteaguas de nuestra historia y de nuestras almas. Pocas horas después nos enterábamos de la muerte de nuestro abuelo que se despedía de este mundo para entrar en la eternidad. Qué inmenso contraste. Celebrábamos en la noche de Navidad un nacimiento, y la mañana de Navidad estuvo marcada por la muerte de mi abuelo. Cánticos al niño Dios y después la Coronilla de la Misericordia por un difunto. Así de contrastante es la liturgia que hoy celebramos de san Esteban, primero de los mártires. Ayer la Iglesia proclamaba la paz y el amor con cánticos de ángeles del cielo; hoy parece que se proclama la pe...

Navidad en el corazón del narco

C uando lo vi, su aspecto físico me estremeció. Su cabeza estaba totalmente rapada y no había parte alguna de su cuerpo que no tuviera un tatuaje, desde la punta de la cabeza hasta la punta del pie, con piercings en oídos, boca, lengua, narices y cejas. Por la mirada de ese hombre, musculoso y de voz grave, intuí detrás de él una vida muy complicada y un profundo sufrimiento. En años pasados había trabajado para un narcotraficante muy poderoso, hoy ya muerto. Quería que alguien lo escuchara. Su infancia había sido muy difícil. Nacido en una familia disfuncional en la que hubo mucha violencia, sus padres raramente cuidaron de él por estar trabajando en la maquiladora. Así desde niño conoció la calle hasta sus rincones más oscuros. Llegó a dormir en tambos de basura y una noche casi se lo llevó el camión de limpia de la ciudad, en plena avenida Juárez, muy cerca del puente internacional entre México y Estados Unidos. Era el candidato perfecto para ser reclutado por la mafia. Ya me...

La muerte del padre Celso

C uando en 2009 me enteré de que habían cambiado de parroquia al padre Celso y que yo era el designado por el obispo Renato para ocupar su lugar en la Divina Providencia, supe que esos cambios no serían fáciles para nadie. Llegué a la comunidad parroquial de Gregorio M. Solís y Carlos Villarreal donde el padre Celso había servido por 26 años. La parroquia era una comunidad muy hecha al estilo del sacerdote que se iba, con grupos muy consolidados y con gran amor a su párroco. Cinco lustros de servicio y entrega pastoral, aderezados por un gran sentido del humor, habían hecho del padre Celso un verdadero padre espiritual y amigo de un sinnúmero de personas de todas las clases sociales. Muchos de los que fueron bautizados por él, también recibieron de sus manos la Primera Comunión y la celebración de su matrimonio. Por eso quienes lo conocieron se sintieron conmocionados cuando supieron la noticia de que, el 5 de diciembre, había muerto. Al cementerio Jardines Eternos llegaron los...

María de Guadalupe en un país dividido

L os franciscanos que llegaron al continente en 1524 tenían la santa idea de convertir al cristianismo a todo habitante de esta tierra que cruzara en su camino. Encontraron pueblos indígenas, en guerra unos contra otros, plagados de cultos idolátricos y practicantes de comer carne humana. Hoy nuestra tierra americana y, concretamente México, vive profundas divisiones. La violencia está más viva que nunca, en las familias, en la calle y hasta en el vientre de las madres. Nos comemos unos a otros. Se extiende la idolatría y pululan los cultos esotéricos. No sólo eso. La sociedad mexicana se divide en fuerzas políticas que parecen irreconciliables, con el aliento de la presidencia de la república. Al llegar los frailes hijos de san Francisco a tierra americana para la predicación del Evangelio, el panorama del idioma era desalentador. Había no menos de 150 familias lingüísticas que se dividían entre 400 y 2000 idiomas y dialectos diferentes. Por mucho que los franciscanos aprendier...