Ir al contenido principal

El Espíritu Santo y el cónclave


Dentro de unos días, en la Capilla Sixtina, los cardenales se encerrarán "con llave" –es lo que significa la palabra "cónclave"– para elegir al sucesor de san Pedro. La expectación mundial es enorme. Mientras tanto los católicos invocamos al Espíritu Santo para que asista a los cardenales durante la elección.

Hay dos ideas equivocadas cuando hablamos del Espíritu Santo para la elección de un papa. Un primer error es creer que el Espíritu de Dios no tiene qué ver con la elección papal. Quienes así piensan argumentan que en la historia ha habido papas muy malos, incluso algunos muy pecadores, y por lo tanto, no puede estar el Espíritu Santo presente en el cónclave.

Otro error es creer que, una vez cerrada la Capilla Sixtina con los cardenales adentro, el Espíritu Santo se posesiona de todos, en una especie de embriaguez espiritual como en Pentecostés, para que salga electo un nuevo papa que el Espíritu Santo conceda a la Iglesia, sin importar los aciertos y errores que el papa pueda cometer. Ambas creencias están equivocadas. ¿Cómo actúa, entonces, el Espíritu en la Iglesia para elegir al pontífice?

Los católicos creemos que el Espíritu Santo conduce a la Iglesia, y en ello está incluida la elección del papa. No significa que el Espíritu imponga una elección específica sino que inspira, ilumina y acompaña a los cardenales en su discernimiento. Creemos que el Espíritu actúa a través de la oración, la meditación y el diálogo, ayudando a los cardenales a buscar la voluntad de Dios para la Iglesia.

La elección del papa es un acto humano deliberado y no una intervención milagrosa directa. El Espíritu Santo no anula la libertad de los cardenales electores sino que la respeta. Son ellos quienes votan libremente. Los prelados, en conciencia, evalúan a los candidatos según criterios como la santidad y la integridad de sus vidas, sus capacidades de liderazgo, su edad y su salud, así como la comprensión y la visión que tengan de los problemas de la Iglesia y del mundo.

La teología católica ve la acción del Espíritu Santo como complementaria de la libertad humana. Actúa el Espíritu de manera sutil, guiando el proceso sin coaccionar a los cardenales. Puede inspirarles a ponderar las cualidades de un candidato o a buscar superar divisiones para llegar a un consenso. Hay que decir que los cardenales no están exentos de error, ya que su libertad implica que pueden actuar según sus juicios, que no siempre son perfectos.

La divina Providencia gobierna el mundo y, por supuesto, la Iglesia de Cristo. Creemos los católicos que el Espíritu Santo estará presente en el cónclave porque confiamos en que Dios nunca abandona a su pueblo y guía a sus pastores, incluso en medio de sus limitaciones. La elección del papa es un acto de la Iglesia guiado por la Providencia, aunque no necesariamente cada papa sea el candidato perfecto humanamente hablando, sino el que Dios permite en un momento de la historia y para sus divinos propósitos.

¿Puede resultar un mal papa de un cónclave? Sí, es posible. Conocemos casos de papas en la historia que por sus decisiones o su vida personal fueron considerados inadecuados o, francamente, malos. Algunos papas del Renacimiento como Alejandro VI llevaron una vida moral desordenada. Aún así, la acción del Espíritu Santo se manifiesta permitiendo que ciertos hombres sean elegidos papa, incluso si sus acciones posteriores no sean ejemplares. Todo concurre para un propósito mayor dentro del plan de Dios.

En estos días de "novendiales" –que son los días de oración por el reposo eterno del papa Francisco– oremos al Espíritu Santo para que los cardenales elijan al papa que necesita la Iglesia de Jesucristo para confirmar en la fe a todo el orbe católico.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Católicos y rituales paganos

La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...

La muerte del padre Rafael, mi vicario

La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...

Sanación del árbol genealógico

En las últimas décadas diversos grupos y personas en la Iglesia hacen oración para limpiar de pecados su árbol genealógico. Esta práctica es llamada "sanación intergeneracional". Incluso hay sacerdotes que la promueven haciendo misas con ese propósito. Es un grave error. Algunas conferencias episcopales como la de Francia y de Polonia, y ahora la española, se han pronunciado en contra de esta falsa doctrina y pésima práctica. Conocida también como la "sanación del árbol genealógico", la sanación intergeneracional tuvo su origen en los escritos del misionero y terapeuta anglicano Kenneth McAll, quien trató de hacer una conexión entre ciertas enfermedades y las fuerzas del mal. En ámbito católico fueron John Hampsch y Robert DeGrandis quienes popularizaron la práctica en grupos carismáticos. Según estos autores, existen pecados no perdonados, cometidos por los antepasados de una persona, que hoy tienen efectos perniciosos en sus descendientes y que se manifiestan a tr...