miércoles, 22 de enero de 2025
Era de Trump
Desde el 5 de noviembre comenzó una nueva época en la historia con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Desde aquel día y ahora con su toma de posesión, el lunes 20 de enero pasado, inició la derrota de la Agenda 2030, el globalismo y las ideologías antihumanas impulsadas por George Soros, y a la que le apostaron Joe Biden, Kamala Harris, Obama y los Clinton. Perdió la agenda "woke" y ganó un nuevo proyecto político –ya no republicano ni demócrata– llamado MAGA: Make America Great Again.
El proyecto conservador trumpista, respaldado por capitales de grandes millonarios y múltiples asociaciones, es una bomba atómica que viene a reconfigurar la geopolítica mundial. La salida decretada por Trump de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud y del Acuerdo Climático de París es una derrota al globalismo y a la agenda verde. Nos preguntamos ¿cómo será la relación de Trump y su Proyecto 2025 con el gobierno de México, el cual enarbola la bandera de la Agenda 2023 de la ONU? La confrontación de dos gobiernos vecinos con dos cosmovisiones distintas no auguran años fáciles.
MAGA y la agenda pro-vida
Una de las primeras medidas implementadas por Trump ha sido desmantelar las políticas pro-aborto de Joe Biden, las cuales fueron respaldadas por la OMS. Se reinstaurará la Política de la Ciudad de México, la cual bloqueará la financiación del aborto en países extranjeros con fondos públicos; Planned Parenthood –la organización abortista más grande del mundo– tendrá significativos recortes; los fármacos abortivos tendrán una regulación más estricta y se indultarán a activistas pro-vida que están en la cárcel por protestar contra el aborto.
Estas medidas apuntan a combatir uno de los problemas más grandes que enfrenta para su futuro Estados Unidos: la caída de la tasa de natalidad, que hoy está en 1.66 hijos por mujer. Para que una generación pueda reemplazarse a sí misma se necesita que la tasa sea de 2.1 hijos por mujer. Elon Musk –quien respalda a Trump y es parte de su equipo– ya había señalado que el problema para el futuro de la humanidad no es la sobrepoblación –como el globalismo nos lo ha hecho creer– sino la despoblación. Esta última es uno de los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU.
Si MAGA tiene como uno de sus objetivos impulsar que los norteamericanos tengan más hijos para no depender tanto de la inmigración, Trump y sus aliados tendrán que lograr que los ciudadanos cambien su actitud hacia aquello que hace que crezca el número de abortos: la banalización de la sexualidad. Mientras la sociedad norteamericana –rica, lúdica y hedonista– mantenga una visión recreativa de la sexualidad, creyendo que ello los hace libres, continuará la presión en los estados para que el aborto se despenalice.
El proyecto MAGA difícilmente se realizará si no se construyen familias fuertes y virtuosas. Sin un descenso significativo del consumo de drogas y pornografía, por ejemplo, y sin un crecimiento al amor al trabajo duro y, sobre todo, sin volver a la religión cristiana como la raíz de la grandeza de su civilización, Estados Unidos seguirá su declive y no volverá a ser grande. Se necesita una reforma profunda del espíritu de la nación para recuperar ese puesto que ocupó Estados Unidos como primera potencia mundial en el concierto de los pueblos.
Algunos quizá comparen a Donald Trump con César Augusto, aquel emperador Roma que logró pacificar el territorio del imperio con la "Pax romana", debido a que el norteamericano está derribando la agenda progresista y las ideologías antihumanas para abrir una era de sentido común, paz y tranquilidad mundial. Pero no cometamos el error de convertirlo en san Donaldo. Su agenda MAGA y cualquier otra agenda política no encarnará jamás los ideales del Evangelio de Jesucristo. Como católicos cooperemos con todo lo positivo que tengan los proyectos políticos y rechacemos lo que de ellos nos aleja del Evangelio.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Un León contra el maligno
Con inmensa alegría recibimos al papa León XIV, sucesor 267 del Apóstol San Pedro, a quien los católicos obsequiamos nuestra adhesión, amor ...

Muy de acuerdo con lo que hará el presidente Trump
ResponderBorrarMuy enriquecedor texto!
ResponderBorrarMe gustó mucho la parte final donde se nos invita a rechazar todo lo que nos aleja del evangelio.
Tristemente si es cierto lo que se comenta en este artículo se omite como le gustaría a ese grupo repoblar Estados Unidos ciertamente no es con hispanos y ese tipo de pensamiento me trae a la mente un personaje abominable en la historia de este mundo: Hitler.
ResponderBorrarEl hecho que la mayoria de los católicos respalden la agenda MAGA y "pro-vida" es lo completamente ignorante desafortunado, pues es un hecho que las estrictas reglas que quieren imponer no buscan el bienestar de las familias sino asegurar el ciclo de pobreza de las personas, sobre todo mujeres que no pueden sostener dependientes y sostener la clase obrera para que nunca falte la mano de obra para las empresas de los multimillonarios. Justificar esto con la religión es sumamente irresponsable, solo estimula la división y los prejuicios sociales. Deberían informarse bien, fuera del contexto bíblico de todas las atrocidades que estw grupo de personas está planeando y ejecutando desde el primer día de gobierno. La delgada línea entre la fe y la ignorancia.
ResponderBorrarComo siempre, una luz en el camino. Gracias padre Hayen.
ResponderBorrarQue peligro que una voz tan sesgada y sin sustento veraz o mínimamente objetivo tenga la tribuna de miles de creyentes.
ResponderBorrarMuy de acuerdo con esta perspectiva Padre
ResponderBorrar