miércoles, 29 de enero de 2025

Trigo y cizaña


Aborto en el ISSSTE

En una publicación de X el 23 de enero, Martí Batres, director del ISSSTE, expresó: "El ISSSTE a favor de garantizar el acceso a la interrupción legal del embarazo en sus servicios de salud y por la progresividad de los derechos". En ese post incluyó el acuerdo publicado entre Batres y el Diario Oficial de la Federación para garantizar el aborto en las clínicas de la institución a partir del 24 de enero pasado. A pesar de prohibición del aborto que tienen once estados, el ISSSTE ha asegurado que garantizará el acceso al aborto en todas las entidades del país.

Se trata, evidentemente, de una presión al orden jurídico para que, lo más pronto posible, el aborto se despenalice en las 32 entidades del al república. Además se informa que el personal sanitario de la institución deberá estar capacitado para practicar abortos sin objeción de conciencia.

No nos convirtamos en cómplices de las estructuras de pecado que asesinan a seres humanos inocentes, los no nacidos. Las instituciones sanitarias y el personal médico fueron creados para procurar salud y defender la vida de sus pacientes, no para llevarles a la muerte. Médicos y enfermeras ¡no traicionen su vocación!

El personal médico del ISSSTE y de cualquier clínica que practique abortos está en su legítimo derecho de abstenerse de cooperar con el asesinato de seres humanos no nacidos, en obediencia a la propia conciencia, que es lo más sagrado e inviolable que tiene el ser humano. Jamás sofoquemos en nuestro interior la voz nítida de Dios que nos dice "No matarás". De otra manera la jungla avanzará en el país y retrocederá la civilización.


Inmigración ilegal
Gran impacto han causado en los medios de comunicación las deportaciones del gobierno del presidente Donald Trump, quien tiene el respaldo de la mayoría del pueblo norteamericano que votó por él. Las acciones de expulsar a los inmigrantes de suelo estadounidense son, sin duda, las que el pueblo en su generalidad ha querido. El presidente sólo está cumpliendo su promesa de campaña. Como católicos, ¿cómo podemos juzgar esas redadas de inmigrantes que los medios de comunicación contrarios a Trump presentan como tan dramáticas y tristes para nuestros hermanos deportados?

Lo primero que debemos de aceptar es que toda persona tiene derecho a emigrar de su tierra pero también que todo país tiene derecho a proteger sus fronteras. No existe en el mundo un solo país que tenga puertas abiertas para todos, incluida la Ciudad del Vaticano. Todos tienen muros y restricciones para entrar. Como ejemplo tenemos al mismo Vaticano, que es una ciudad amurallada y que últimamente incrementó las sanciones para aquellos que traspasen ilegalmente a su territorio.

El emigrante debe saber que, así como tiene derecho a dejar su país, tiene también obligaciones con el país que lo acoge. En primer lugar está obligado a respetar con gratitud el patrimonio material y espiritual del país receptor, así como a obedecer sus leyes y contribuir con sus impuestos. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que las naciones prósperas “están obligadas, en la medida de sus posibilidades, a acoger al extranjero que busca la seguridad y los medios de subsistencia que no puede encontrar en su país de origen”.

Hay que reconocer que muchas veces la prosperidad es negada a las personas por los mismos regímenes de gobierno que son incapaces de generar bienestar para sus ciudadanos. Como ejemplo tenemos a Venezuela, Cuba y Nicaragua, países convertidos en verdaderas fábricas de pobreza que se han visto despoblados por el éxodo de emigrantes que buscan, en otras tierras, lo que en las suya no encuentran.

Si bien los países deben ser generosos con la inmigración, esta debe ser legal, nunca ilegal. El gobierno de Estados Unidos está en todo su derecho de expulsar a todos los inmigrantes que hayan traspasado ilegalmente sus fronteras. Esto a muchos no les agradará, pero es cuestión de simple aplicación de la ley. Para el gobierno de Trump todo inmigrante ilegal ha cometido el delito de haber entrado sin permiso al país. Por ese motivo el gobierno tiene derecho a deportarlo. Y si el inmigrante ha cometido otros delitos en el país que lo ha acogido, el gobierno incluso tiene el deber de sacarlo de sus fronteras.

Ahora bien, las políticas migratorias no deben regirse únicamente por una justicia fría que tantas veces es inhumana. Las políticas deben estar también administradas por la caridad social, y en ese sentido se debe tener consideración para los inmigrantes que tienen años viviendo honestamente en Estados Unidos, que se han integrado a la cultura de norteamericana y que pagan sus impuestos al gobierno. Esto sería incluso un gesto de apoyo y de solidaridad a las naciones hermanas de Estados Unidos.

Personalmente creo que Donald Trump no deportará a todos los inmigrantes ilegales de su país, sino que expulsará, ante todo, a quienes han cometido otros delitos. El mismo pueblo norteamericano carece de las tasas de natalidad que son necesarias para mantener la productividad de una economía fuerte y próspera. La inmigración será necesaria mientras Estados Unidos no quiera tener hijos.

A mi juicio lo más sensato, después de depurar al país de los extranjeros delincuentes, es promulgar una ley de amnistía para las personas que tienen ciertos años en el país viviendo honradamente de manera clandestina y bajo ciertas condiciones.

Cerrar las fronteras a la inmigración desordenada y caótica como ha sido la de los últimos años es una buena medida. Así se evitará el desorden social, y se impedirá que los grupos criminales que se dedican al tráfico humano y a la trata de personas abusen de quienes emigran.

miércoles, 22 de enero de 2025

Era de Trump


Desde el 5 de noviembre comenzó una nueva época en la historia con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Desde aquel día y ahora con su toma de posesión, el lunes 20 de enero pasado, inició la derrota de la Agenda 2030, el globalismo y las ideologías antihumanas impulsadas por George Soros, y a la que le apostaron Joe Biden, Kamala Harris, Obama y los Clinton. Perdió la agenda "woke" y ganó un nuevo proyecto político –ya no republicano ni demócrata– llamado MAGA: Make America Great Again.

El proyecto conservador trumpista, respaldado por capitales de grandes millonarios y múltiples asociaciones, es una bomba atómica que viene a reconfigurar la geopolítica mundial. La salida decretada por Trump de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud y del Acuerdo Climático de París es una derrota al globalismo y a la agenda verde. Nos preguntamos ¿cómo será la relación de Trump y su Proyecto 2025 con el gobierno de México, el cual enarbola la bandera de la Agenda 2023 de la ONU? La confrontación de dos gobiernos vecinos con dos cosmovisiones distintas no auguran años fáciles.

MAGA y la agenda pro-vida
Una de las primeras medidas implementadas por Trump ha sido desmantelar las políticas pro-aborto de Joe Biden, las cuales fueron respaldadas por la OMS. Se reinstaurará la Política de la Ciudad de México, la cual bloqueará la financiación del aborto en países extranjeros con fondos públicos; Planned Parenthood –la organización abortista más grande del mundo– tendrá significativos recortes; los fármacos abortivos tendrán una regulación más estricta y se indultarán a activistas pro-vida que están en la cárcel por protestar contra el aborto.

Estas medidas apuntan a combatir uno de los problemas más grandes que enfrenta para su futuro Estados Unidos: la caída de la tasa de natalidad, que hoy está en 1.66 hijos por mujer. Para que una generación pueda reemplazarse a sí misma se necesita que la tasa sea de 2.1 hijos por mujer. Elon Musk –quien respalda a Trump y es parte de su equipo– ya había señalado que el problema para el futuro de la humanidad no es la sobrepoblación –como el globalismo nos lo ha hecho creer– sino la despoblación. Esta última es uno de los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU.

Si MAGA tiene como uno de sus objetivos impulsar que los norteamericanos tengan más hijos para no depender tanto de la inmigración, Trump y sus aliados tendrán que lograr que los ciudadanos cambien su actitud hacia aquello que hace que crezca el número de abortos: la banalización de la sexualidad. Mientras la sociedad norteamericana –rica, lúdica y hedonista– mantenga una visión recreativa de la sexualidad, creyendo que ello los hace libres, continuará la presión en los estados para que el aborto se despenalice.

El proyecto MAGA difícilmente se realizará si no se construyen familias fuertes y virtuosas. Sin un descenso significativo del consumo de drogas y pornografía, por ejemplo, y sin un crecimiento al amor al trabajo duro y, sobre todo, sin volver a la religión cristiana como la raíz de la grandeza de su civilización, Estados Unidos seguirá su declive y no volverá a ser grande. Se necesita una reforma profunda del espíritu de la nación para recuperar ese puesto que ocupó Estados Unidos como primera potencia mundial en el concierto de los pueblos.

Algunos quizá comparen a Donald Trump con César Augusto, aquel emperador Roma que logró pacificar el territorio del imperio con la "Pax romana", debido a que el norteamericano está derribando la agenda progresista y las ideologías antihumanas para abrir una era de sentido común, paz y tranquilidad mundial. Pero no cometamos el error de convertirlo en san Donaldo. Su agenda MAGA y cualquier otra agenda política no encarnará jamás los ideales del Evangelio de Jesucristo. Como católicos cooperemos con todo lo positivo que tengan los proyectos políticos y rechacemos lo que de ellos nos aleja del Evangelio.

domingo, 12 de enero de 2025

Lecciones desde Los Ángeles



El escenario apocalíptico en Los Ángeles California y sus alrededores, donde las llamas han destruido más de 160 kilómetros cuadrados de construcciones y viviendas –el equivalente a tres veces la isla de Manhattan– y han obligado a más de 150 mil personas a evacuar sus propiedades, nos llama a la reflexión sobre algunas de las causas de este terrible siniestro.

Ya los analistas están sacando a la luz los motivos del incendio que, más allá de causas naturales se han debido a factores políticos. Pero detrás de esas razones políticas están las ideologías que han llevado a las autoridades californianas a tomar las peores decisiones y exponer así a la población a desastres como este.

Ideología de género
Lo que parecía más importante para el Departamento de Bomberos de Los Ángeles no era estar preparados para siniestros como el que ocurre hoy, sino que la importancia se puso en la diversidad, la equidad y la inclusión. Kristin Crowley, subdirectora del departamento, dijo lo siguiente en un video promocional: "Para quienes dicen que una mujer no tendría la fuerza para poder cargar a su esposo y sacarlo de un edificio que se está quemando, mi respuesta es que yo no debería de sacarlo, pues él se metió a sí mismo en un lugar equivocado". Insólita respuesta de la subdirectora.

Hemos de orar por los bomberos de Los Ángeles en este momento en que están haciendo un esfuerzo descomunal por apagar los incendios. Pero no podemos negar que la ideología de género y la teoría crítica de la raza, que pretende combatir el racismo sistémico, los ha infectado como cuerpo de bomberos y les ha restado eficacia a su trabajo de salvar vidas.

Lo prioritario para el Departamento de Bomberos de LA es que, durante las emergencias, los ciudadanos se sientan identificados con sus bomberos. Pudiera no resultar apropiado que, por ejemplo, un bombero varón blanco se metiera a un edificio en llamas para rescatar a una mujer afroamericana; ella podría sentirse incómoda. Tampoco debería de rescatar a una persona de alguna minoría para no alimentar el mito del hombre blanco superhéroe.

En un artículo de National Public Radio el jefe de bomberos del Condado de Marin, California, Rick Wonneberger, dijo que más del 80 por ciento de sus bomberos son blancos, y que ampliar la diversidad les ayudará a ser más efectivos como bomberos. Nos preguntamos cómo la diversidad ayudaría a la eficacia. ¿Qué razones hay para creer que un cuerpo de bomberos en el que hubiera varones, mujeres, blancos, negros, hispanos, gays, lesbianas y transexuales sería más eficaz que un cuerpo de bomberos cuyo requisito para pertenecer a él fuera simplemente estar bien capacitado, tener aptitudes físicas y valentía para hacer el trabajo? La ideología de género en cualquier ambiente que se aplique, termina por destruirlo.

Ecologismo
Los incendios forestales en California no son una rareza. El no estar preparados es injustificable. El gobernador de California ha despilfarrado 24 mil millones de dólares en cinco años para combatir la indigencia callejera, la cual no ha disminuido sino que ha aumentado considerablemente. Además de buscar combatir las causas de la indigencia en las calles, ese recurso económico podría haberse empleado en limpiar los bosques de la región, tan propensos a los incendios, pero los ecologistas no lo permiten. Si un árbol cae a tierra en la foresta, éste no se debe de retirar y proceder a limpiar el terreno. Pueden pasar muchos años sin que la madera seca del árbol se quite, lo que hace que el bosque sea presa más fácil de un incendio. La ideología verde señala que lo correcto es dejar a la naturaleza salvaje seguir su proceso.

Algunos han denunciado que el gobierno de California no canaliza el agua de lluvia que cae y que viene del norte para utilizarla para combatir los incendios que ocurren en el estado, sino que la deja correr hacia el Océano Pacífico para salvar a una especie de pez que habita en esas costas. Una vez más el hombre no debe intervenir en la naturaleza sino dejarla libre, salvaje, agreste. El ser humano deja de ser el vértice de la creación, deja de ser un administrador inteligente de los recursos naturales que Dios le confió para convertirse en una especie más del planeta. De esa manera termina permitiendo que la naturaleza lo destruya.

Las ideologías ateas como la de género y el ecologismo son gravemente perjudiciales para el desarrollo de la civilización. Tragedias como la de Los Ángeles podrían haberse evitado o, al menos, reducido, si nuestra cultura tuviera una visión más cristiana del hombre y del cosmos.

Cuatro signos del amor de Jesús


Con el corazón agradecido con Dios por habernos permitido celebrar un año más las fiestas de Navidad, termina hoy este tiempo litúrgico precioso de los misterios de la Encarnación. Nos quedamos con una alegría sobrenatural en el alma por lo que nuestros ojos han visto y contemplado, por Jesucristo, el Verbo de la Vida, que hemos tocado. Después del Domingo del Bautismo del Señor nos adentraremos al tiempo ordinario para contemplar con orden litúrgico –por eso el término "tiempo ordinario"– los misterios de la vida pública del Señor en los que manifestará su amor por los hombres.

En este Año Jubilar 2025, que nos llama a ser peregrinos de esperanza, hemos de nutrir esa esperanza experimentando la cercanía de Jesús y su amor por nosotros. Es impresionante la cantidad de personas que sienten lejano a Dios en su vida, que no se sienten amados ni acompañados por Él, que no saben que tienen un Dios tan personal y tan cercano que cuida de ellos. ¿Cómo revelarles a ellos la esperanza que los creyentes llevamos en el corazón? ¿Cómo darles a conocer ese gran amor de Jesús? Al menos son cuatro los signos que el mismo Jesús abrió para revelarse a los hombres.

1. La sanación
Así como fue en tiempos de Cristo, hoy muchas personas tienen sed de Dios, pero desean, de alguna manera, tener una experiencia directa de Él. Por eso Jesús curó a tantos enfermos y dijo: "Vayan a decirle a Juan lo que ustedes han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen" (Lc 7,22). Muchos creyeron en Cristo resucitado gracias a que la predicación de los apóstoles estaba acompañada por el poder dado por Cristo de la curación a los enfermos. La experiencia de hoy nos dice que esas curaciones siguen ocurriendo donde los sacerdotes imponen las manos a los afligidos por enfermedades y dolencias y donde son generosos en administrar el sacramento de la Unción de los enfermos.

2. La liberación
Espiritualmente no es saludable ver al demonio en todas partes, pero no podemos negar que la acción extraordinaria del maligno ha crecido en el mundo debido a la ascendente práctica de la magia, la brujería y culto a la muerte. Son muchas las personas angustiadas que visitan a los sacerdotes por los efectos malignos que afectan sus vidas debido a prácticas de ocultismo o de la nueva era. Gracias a la fe y la guía del obispo, podemos darles atención en la diócesis. Es muy bello ver que, poco a poco, Jesús va rompiendo en ellas las cadenas de la brujería y, poco a poco, nuestros hermanos atribulados recuperan la paz interior.

3. El perdón
En este año jubilar esperamos ver más penitentes en los confesionarios de los templos. Los sacerdotes somos depositarios de aquellos secretos oscuros del alma humana y Jesús nos ha concedido el poder de perdonar los pecados. Muchísimas veces somos testigos del poder maravilloso del sacramento de la Reconciliación cuando vemos que tantos hermanos se liberan de culpas que entristeciendo sus almas durante años. Es Cristo que les demuestra su amor removiéndoles la losa que, como a Lázaro en el sepulcro, les mantenía en las tinieblas del pecado. Los sacerdotes debemos ser siempre generosos en los horarios de confesiones, y más aún en este año jubilar en el que Cristo quiere resucitar más muertos.

4. La enseñanza
El año pasado tuve la gracia de impartir en el Seminario diocesano la asignatura de Teología del cuerpo a seminaristas de filosofía y teología. Tanto para ellos como para mí fue como entrar en una luz de conocimiento de la sexualidad a otro nivel de profundidad que no deja de llenarme de asombro. Nacimos para conocer y vivir en la luz de la verdad y dejarnos guiar por ella. Si Jesús mostró su amor enseñando a las multitudes de su tiempo y revelándoles los secretos del Reino de Dios, hoy lo sigue haciendo a través de predicadores y catequistas que se preparan en el estudio y la oración. Nuestro pueblo hambriento de sabiduría clama por salir de la ignorancia. El Jubileo debe ofrecernos nuevos y más espacios de formación en nuestra fe católica.

Dios nos conceda en el Jubileo 2025 crecer en la experiencia del amor de Jesús a través de la sanación, la liberación, el perdón y la enseñanza.

jueves, 2 de enero de 2025

Jubileo y espacio en la tierra


El Año Jubilar 2025 nos recuerda que somos peregrinos de esperanza y y nos invita a ser pregoneros de buenas noticias. Los profetas de desventuras –algunos ecologistas, ambientalistas, animalistas y veganos– insisten en que la tierra está sobre poblada, y que los 8 mil millones de personas que la habitamos estamos haciendo que nuestro planeta colapse.

Estas posturas son propias de pájaros de mal agüero. Después de que en 1991 un huracán llegó a Bangladesh, uno de los ambientalistas más famosos del mundo, Jacques Cousteau, dijo: "No culpemos al mar. La verdadera tragedia de Bangladesh son los hombres, una población incontenible. Cuando poblemos el mundo unos 700 millones de habitantes, entonces la tierra será paradisíaca".

Se nos dice incansablemente que 8000 mil millones de habitantes en la tierra es una locura y que el mundo está super mega archi poblado. ¿Por qué nos creemos tan fácilmente esta mentira? Quizá porque muchos de nosotros vivimos en ciudades densamente pobladas y tenemos la falsa percepción de que el resto del mundo vive así. Lo cierto es que solamente el 2 por ciento del territorio terrestre global está ocupado por asentamientos humanos y ciudades.

Según simples cálculos, si toda la población mundial se transfiriera al estado de Texas, para cada persona habría disponible un espacio comparable al de la típica casa americana, mientras que el resto del mundo permanecería totalmente deshabitado. Francis Felice, biólogo americano, ha calculado que 6 mil millones de personas podrían vivir en esa gran megalópolis texana donde cada familia estaría compuesta de tres personas en promedio, tendría a su disposición una casa de 102 metros cuadrados y 222 metros cuadrados de jardín. Una tercera parte de esta ciudad gigantesca sería un gran parque y otra tercera parte sería para actividades productivas. La densidad poblacional de esta hipotética gran ciudad sería de 8,104 personas por kilómetro cuadrado. (Hoy Brooklyn tiene 13,480 habitantes por km2).

Quienes afirman que una alta densidad de población empeora la calidad de vida de las personas, afirma Hearvey Le Bras, investigador del Instituto Nacional de Demografía de París: "No existen pruebas que demuestren que la densidad demográfica está en contraste con una buena calidad de vida". "De otra manera no se explicaría –escribe Gregg Easterbrook– por qué la densamente poblada Holanda es próspera y razonablemente limpia, mientras que Sudán está despoblado, es pobre y tiene numerosos signos de ruina en el ambiente".

La misma FAO, según sus cálculos dice: "Las más recientes proyecciones del Banco Mundial preveen una población de 10 mil millones de personas para el futuro próximo. En ese punto la humanidad ocupará el dos por ciento de la tierra y utilizarán una quinta parte de la superficie terrestre para la agricultura. Actualmente los agricultores utilizan menos de la mitad de las tierras cultivables disponibles".

A pesar de estos datos, la población mundial sigue decreciendo. Es un fenómeno mundial que la gente cada vez menos hijos. De hecho se necesita una tasa de fertilidad de 2.1 hijos por mujer para que una generación pueda reemplazar a la anterior. Corea del Sur es el país que más rápidamente se despide de la historia con un promedio de 0,72 hijos por mujer; España 1,16; China 1,18; Italia 1,24; Japón 1,26; Canadá 1,33; Estados Unidos 1,62; México 1,6.

¿Es la inmigración la solución para cubrir este déficit de hijos, que evidentemente afectará la productividad y la economía de los países? Por supuesto que no. Los mismos países de América Latina, por ejemplo, tienen hoy su tasa de fertilidad en 1,8 hijos por mujer, lo que los sitúa por debajo del nivel de reemplazo. ¿Hasta cuándo estarán exportando emigrantes? Los seres humanos no deben ser tratados como refacciones para cubrir el déficit poblacional de los países ricos. Además promover la emigración es inmoral porque expone a las personas emigrantes a todo tipo de abusos, extorsiones y secuestros que sufren en manos de las oscuras redes de tráfico humano.

"Sed fecundos y multiplicaos", dijo el Señor en Génesis 1,28. He ahí la palabra de Dios al problema poblacional –y económico– que hoy aqueja al mundo. La mayor riqueza de un país está en su gente y la riqueza económica está en la productividad. Los católicos hemos de darnos cuenta de que la escasez de niños es un problema de falta de esperanza en el futuro. Debemos creer y confiar en la palabra divina garantizada por la misma Providencia de Dios y colaborar con responsabilidad para formar familias más numerosas. Así también seremos los peregrinos de esperanza a los que invita el Año Jubilar.

La maldad de Judas desde la exorcística

El amor es lo que suele desarmar a las personas de corazón duro; el amor, se dice, es lo más eficaz contra la maldad. A Judas no le remordió...