Ir al contenido principal

Cuatro razones para reabrir los templos


Desde que inició la pandemia de Covid-19 la Iglesia Católica fue obediente y colaboradora con las autoridades civiles cuando éstas decretaron el confinamiento social. Obispos, sacerdotes y laicos sabían que venía un tiempo muy difícil para todos, y que era fundamental salvaguardar la salud física del pueblo de Dios. Por ese motivo acatamos las órdenes y nos quedamos en casa.

En la medida en que fueron sucediéndose los días, las semanas y los meses, nuestros gobernantes permitieron la reapertura de otras actividades consideradas no esenciales, como los comercios, parques y restaurantes. Después de más de 160 días de colaboración con los tres órdenes del gobierno, mantener cerrados los templos se ha vuelto tan insostenible como seguir bajo el agua sin respirar. Son, al menos, cuatro las heridas que ha dejado a la Iglesia la presencia del coronavirus, heridas que se convierten en razones para acelerar la reapertura de las parroquias.

La primer herida es espiritual. El hombre no es un ser al que hay que mantener físicamente sano y bien cebado para que esté contento, como se hace con los animales de granja. El homo sapiens es un ser que busca a Dios y se relaciona con Él; es alguien que vive en búsqueda de sentido y trascendencia, y que necesita sabiduría para conducir su vida. Nuestra felicidad más profunda no la proporciona la materia.

El hombre cristiano precisa de la Palabra de Dios y de los sacramentos, principalmente la Eucaristía. Hasta hoy nuestras autoridades civiles han hecho lo posible para que tengamos el cuerpo seguro y sano, pero han ignorado el alma, la parte más noble del hombre. No han entendido que "no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Hay una gran frustración y tristeza en el Pueblo de Dios por encontrar cerrados sus templos.

La segunda razón de la reapertura de las iglesias es la crecida del mal en el mundo. Basta ver las noticias para danos cuenta. Desde que comenzó la pandemia aumentó la violencia dentro de los muros de los hogares y en las calles. Dos de las industrias beneficiadas con el coronavirus han sido la erótica y la etílica. El consumo de pornografía y de bebidas alcohólicas se ha disparado con el Covid y ha sido un escape para mitigar las frustraciones y tensiones de muchos confinados. Los centros de atención a las mujeres con embarazo en crisis reportan la duplicación de los casos de mujeres que quieren abortar. Hay muchas almas que piden a gritos el sacramento de la reconciliación porque ven que el mal se multiplica por todas partes.

Además está la razón del bien que la Iglesia Católica ha dejado de hacer a la sociedad y al mismo gobierno. La Iglesia no sólo es una institución de culto, sino un organismo caritativo que sostiene dispensarios, clínicas, centros de ayuda a enfermos de sida, migrantes y tóxico dependientes, niños huérfanos y personas desamparadas. Aquí en Ciudad Juárez la Casa del Migrante, por ejemplo, es una institución católica que ha prestado un servicio subsidiario invaluable al gobierno y a la sociedad al atender a la mayoría de los migrantes que llegan a esta frontera. Con el cierre de templos gran parte de esta ayuda ha quedado seriamente afectada.

Una cuarta razón es la financiera. Desde el punto de vista económico, para el gobierno somos como cualquier empresa que debe cumplir con obligaciones fiscales y laborales. Así siempre lo hemos hecho. Sin embargo, al igual que un sinnúmero de empresas, por falta de ingresos y apoyos gubernamentales también hemos entrado en una situación de crisis que puede llevarnos a la ruina monetaria, lo que afectaría gravemente la evangelización.

La Iglesia Católica cuenta con todas las medidas sanitarias en regla para la reapertura de nuestras parroquias y capillas. La probabilidad de contagio será mínima si se siguen estos protocolos. Corresponde a las autoridades civiles supervisar su cumplimiento y amonestar a las comunidades eclesiales que rompan las normas de higiene. Oremos intensamente para que nuestros gobiernos, por el respeto al derecho a la libertad religiosa que todos tenemos, muy pronto podamos levantar los portones y volver a reunirnos alrededor de nuestros altares.

Comentarios

  1. Trágica opresión religiosa estamos viviendo. Sí muy frustrante ver la Ciudad en completo movimiento hasta en las actividades no esenciales y además dañinas para la salud como son la venta de alcohol propiciando fiestas y reuniones en las que no se llevan ninguna medida sanitaria y de ahí se genera el contagio.
    Y privandonos a los fieles católicos vivir nuestros sacramentos lo que está generando son afectaciones a nuestra salud emocional.
    Ojalá el Sr.Gobernador trabaje y busque también JUSTICIA PARA LOS FIELES CATÓLICOS.
    Bendiciones P.Hayen.

    ResponderBorrar
  2. Además los templos evangélicos y bautistas están funcionando normalmente...

    ResponderBorrar
  3. P. Hayen, nos sentimos como ovejas sin pastor. El silencio de quién gobierna está diócesis nos está dispersando. Pero cuando es campaña del diezmo hasta en pósters de las puertas de más parroquias aparece, pero para mandar a abrirlas se esconde.

    ResponderBorrar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  5. Hola padre en que horario esta en la catedral quisiera si se puede hablar con usted mi nombre es daniela espero m pueda ayudar.bendiciones y gracias. O si alguien sabe a que horas esta les agradeceria que me informen ayer fui pero estaba cerrado.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Daniela, puedes llamar a las oficinas de Catedral para agendar una cita con tu servidor. El teléfono es 656 615 5502

      Borrar
  6. La Industria del Entretenimiento (misas católicas, cultos evangélicos, el circo, el teatro, los cines, etc.) es una INDUSTRIA NO ESENCIAL. Puede esperar hasta que el semáforo esté en verde para volver a funcionar.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

¿Quieres comentar? Antes debo revisar tus palabras y sólo podrá ser comentado públicamente lo que sirva para edificación.

Entradas más populares de este blog

Católicos y rituales paganos

La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...

La muerte del padre Rafael, mi vicario

La tarde del domingo 15 de diciembre fue dramática en la Catedral. El padre Rafael Saldívar, vicario parroquial, se debatía por la tarde entre la vida y la muerte por una baja en su presión arterial. Al padre Arturo, vicario también, y a mí, nos tocó auxiliarlo y trasladarlo al hospital. Desafortunadamente el padre llegó sin vida a la clínica. Hace ocho años recibí al padre Rafael como vicario de catedral para su integración al trabajo pastoral. El martes 17 de diciembre lo recibí dentro de su ataúd en la puerta del templo. Aquel mandato de Jesús a sus sacerdotes: "id por todo el mundo a predicar al Evangelio" de pronto se transformó en "vengan benditos de mi Padre". Después de estos años de haber caminado juntos en las labores de la parroquia, doy gracias a Dios por el servicio que prestó a la Iglesia así como por la relación fraterna y amistosa que tuvimos. Recibimos su cuerpo sin vida iniciando las ferias mayores del Adviento, leyendo la genealogía de Jesucristo...

Sanación del árbol genealógico

En las últimas décadas diversos grupos y personas en la Iglesia hacen oración para limpiar de pecados su árbol genealógico. Esta práctica es llamada "sanación intergeneracional". Incluso hay sacerdotes que la promueven haciendo misas con ese propósito. Es un grave error. Algunas conferencias episcopales como la de Francia y de Polonia, y ahora la española, se han pronunciado en contra de esta falsa doctrina y pésima práctica. Conocida también como la "sanación del árbol genealógico", la sanación intergeneracional tuvo su origen en los escritos del misionero y terapeuta anglicano Kenneth McAll, quien trató de hacer una conexión entre ciertas enfermedades y las fuerzas del mal. En ámbito católico fueron John Hampsch y Robert DeGrandis quienes popularizaron la práctica en grupos carismáticos. Según estos autores, existen pecados no perdonados, cometidos por los antepasados de una persona, que hoy tienen efectos perniciosos en sus descendientes y que se manifiestan a tr...