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Mostrando las entradas de septiembre, 2017

Dios y el diablo después del temblor

L os temblores en el centro y sur del país invocaron a Dios y al diablo. Lo mejor y lo peor de los corazones de los mexicanos quedó de manifiesto. Ha sido admirable la entrega de miles de personas que, movidas por amor a los hermanos atrapados entre los escombros, se volcaron a las calles para salvar el mayor número de vidas posible. Maravilloso ha sido ver el México solidario que dejó ver sus raíces cristianas. Pareciera que la frase de Jesús: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”, resonó en el inconsciente colectivo y movió corazones y manos a la obra. Conocemos historias heroicas de laicos, pero estas son algunas de sacerdotes que no salieron en los periódicos. Cuenta Felipe Pozos Lorenzini, obispo auxiliar de Puebla, que hubo curas en aquella arquidiócesis que expusieron sus vidas por salvar a los fieles: el padre Humberto Victoria, mientras celebraba la misa en Coyula con templo lleno, esperó a que todos salieran...

Las llagas del Crucifijo, vivas en México

J ustamente el 19 de septiembre, 32 años después del gran terremoto de 1985, tembló la tierra en la capital del país y en los estados circunvecinos. La reacción de los capitalinos fue asombrosa. La ciudad se movilizó con brigadas de rescate brindando todo tipo de ayuda para sacar de los escombros a los sobrevivientes. Miles de personas por toda la república también se han volcado a los centros de acopio para enviar camiones cargados con víveres, medicinas y agua. La Iglesia en México también ha reaccionado, y hoy convocan los obispos y sacerdotes a todos los fieles católicos a dar su aportación para la colecta especial que se hará en las parroquias, este próximo domingo. Mientras que las ayudas en especie enviadas al centro del país serán para aliviar el dolor a corto plazo, la colecta nacional de los católicos beneficiará a los damnificados a mediano plazo, es decir, será una ayuda económica para la reconstrucción de sus viviendas. Hay quienes afirman que los temblores en Méx...

Confesionario sin absolución: mi mamá me ha herido y no sé si puedo perdonarla

La pregunta: padre, usted puso un artículo dónde dice que uno no entrará al cielo si no perdona. Eso me tiene muy precupada porque mi mamá me ha hecho tanto daño desde que yo tenía cuatro años hasta la fecha. Han sido abusos desmedidos, indiferencia, sin un abrazo, haciéndome siempre menos y haciendo diferencias entre mis hermanos. Soy la mayor de seis hijos y ella me dejó toda su responsabilidad desde que yo era muy niña. Ella nunca trabajó. Fue mi papá quien siempre fue muy trabajador y responsable, pero muy enérgico. Nos golpeaba mucho por culpa de mi mamá. En fin, para mi mamá su dios es el dinero, así ha sido toda la vida. Ella es una persona tan falsa, hipócrita y avariciosa, al de que a mí tiene enferma. Ella sigue igual y no le duele nada. Para ella todo está muy bien. Yo no sé qué siento, si rencor o dolor. Todo lo que ella hace me tiene muy herida; yo ya tengo 60 años y es ahora que se me ha cargado más. Hace unos tres años siempre estuve callada pero ella no cambia. ¿Qué...

Meditación no. 18 contra los pecados de la carne

Renovando la mente (Rosemary Scott) No os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable, lo perfecto (Rom 12,2). Oración: Ven, Espíritu de amor; oh fuego de amor, purifica mi corazón, mi mente, y mi alma; santifica todo lo que pienso, lo que digo y lo que hago; y derrama en mí en plenitud tus sagrados dones. Que pueda siempre sólo darte gracias, alabarte y glorificarte, mi Señor y mi Dios. Habiéndonos dicho que ofreciéramos nuestros cuerpos a Dios, san Pablo ahora nos aconseja qué debemos hacer con nuestras mentes. En orden a ser transformados, nuestras mentes, que están tan habituadas a disculpar el pecado, tienen que ser renovadas: Ten cuidado, no sea que imites las prácticas de los mundanos. Deja que tu corazón, tu ambición, te lleve al cielo: desprecia siempre aquellas cosas que el mundo admira, que todos puedan ver en tus acciones que...

Los dolores de parto de la creación

Porque no hay verdad, ni misericordia, ni respeto a Dios, sino perjurio y mentira, asesinato y robo, adulterio y libertinaje, homicidio tras homicidio. Por eso gime la tierra y desfallecen sus habitantes: hasta las fieras del campo, hasta las aves del cielo, incluso los peces del mar desaparecen. (Oseas 4, 1-3) En un artículo publicado en la revista ‘Crisis’, el ingeniero nuclear Regis Nicoll comenta los desastres naturales que están cimbrando al mundo. Los últimos terremotos en México y los huracanes Harvey, Irma y José, que han dejado estelas de muerte y destrucción, aunados a los amargos recuerdos de muchas tragedias en los últimos años, como la del tsunami en 2004 en Indonesia con la trágica muerte de 200 mil personas, provocan incertidumbre e interrogantes sobre la existencia de Dios. Para los ateos -que creen que la realidad se reduce sólo a lo material- los desastres naturales son evidencia de que el hombre se encuentra solo en un universo hostil y sin supervisión; so...

Tres reglas para corregir a los hijos

L a mayoría de los mortales somos torpes para corregir, probablemente porque no fuimos corregidos de manera adecuada cuando éramos niños. Quizá porque nos humillaron en público, o bien porque vimos a nuestros padres corregirse entre gritos y groserías. Tal vez también porque no teníamos un claro sentido de las reglas en casa.   A veces encuentro personas en la calle o en el súper, a madres de familia, por ejemplo, que se ponen furibundas contra sus hijos, delante de la gente y les espetan una retahíla de groserías. Pobres niños, me quedo pensando. Su autoestima debe estar por la calle de la amargura. Estas criaturas, cuando sean varones o mujeres adultos, serán torpes para amonestar y corregir porque fueron víctimas de una pésima corrección. Cuando viví en Colorado como estudiante de intercambio, hace muchos años, me tocó ver a un padre de familia corregir a su hijo. El niño quería un juguete que su hermana tenía, y se lo arrebató de las manos. El papá dijo a...

Confesionario sin absolución: Me cuesta mucho hacer oración

La pregunta: padre, gracias por sus reflexiones en el Evangelio. Le soy honesto, me cuesta trabajo orar, puedo leer artículos con mucho interés, puedo escuchar podcasts y homilías católicas, pero orar me es difícil, sin embargo lo hago y lo disfruto, pero me es difícil porque siempre encuentro algo más. Ayer escuché una homilía del Padre Mike Schmitz que es capellán de la universidad de Dulluth en Minnesota y casi siempre se enfoca en puntos para jóvenes. A mi esposa y a mí nos agrada porque es "buena onda" y "moderno". El padre Mike dijo que una vez escuchó, ¿qué pasaría si Dios sólo supiera de ti lo que le platicas durante la oración? ¡Ay caray!, esa pregunta me llegó cómo "headshot" en videojuego. Pensé en compartirlo con usted. Que esté bien, y siga haciendo ese trabajo tan grandioso de evangelización por las redes sociales, que debe ser ingrato, porque a veces ni un like le damos pero en realidad hace diferencia. Benjamín. Padre Hayen: gracias ...