La presión se fue intensificando con el pontificado de Benedicto XVI, pero fue durante el gobierno de Francisco cuando llegó a niveles inauditos. Los germánicos organizaron el sínodo de la Iglesia de Alemania para tomar un camino diverso al del resto de la Iglesia universal y ejercer más presión a la autoridad de Roma. El sínodo ha concluido: ya no solamente darán la admisión a los divorciados vueltos a casar sino también ofrecerán la Comunión a los protestantes casados con católicos. Bajo el influjo de la ideología de género han empezado a bendecir a parejas del mismo sexo y a renovar toda la moral sexual de la Iglesia aceptando las prácticas homosexuales.
También han establecido que las mujeres podrán recibir las órdenes sagradas, incluso mujeres disfrazadas de hombres para ser ordenadas sacerdotisas u obispesas. Otra de sus modificaciones lo harán en el gobierno de la Iglesia. Será nombrado un consejo sinodal de laicos con autoridad por encima de los obispos, modelo que deberá replicarse en cada diócesis y en cada parroquia, donde las homilías también podrán ser predicadas por laicos.
Estamos ante un doloroso cisma de hecho, aunque no proclamado como oficial. Las conclusiones del sínodo de Alemania pisotean el Catecismo de la Iglesia, echan por la borda toda la antropología cristiana, despedazan la teología de los sacramentos, la eclesiología y normalizan el pecado. No se diga la cristología: despojan a Jesucristo de su divinidad y lo reducen sólo a un hombre cuya palabra no es verdadera ni perenne; a una persona que ya no sana ni salva, y que hubiera sido lo mismo que se hubiera encarnado en una mujer o hubiera sido travesti.
La Iglesia Católica es depositaria de una doctrina enseñada por Jesucristo para la salvación de los hombres. Se llama "Depósito de la fe". La Iglesia tiene la función de defender la integridad de este depósito que es indefectible –no tiene errores– porque así lo prometió el Señor: "Vayan a hacer discípulos míos a todas las naciones... y enséñeles a cumplir cuanto yo les he mandado, y sepan que yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo" (Mt 28,20). Estas enseñanzas se proponen libremente, pero la Iglesia tiene el derecho de señalar cuál es la doctrina a la que deben adherirse los que quieran ser católicos, y la ha definido claramente en el Catecismo promulgado por san Juan Pablo II en 1992.
El Código de Derecho Canónico define así la herejía, el cisma y la apostasía: "Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; apostasía es el rechazo total de la fe cristiana; cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos". (Canon 751).
Si bien es cierto que a los alemanes rebeldes no podemos llamarlos apóstatas porque no rechazan la totalidad de la fe, claramente el Sínodo de Alemania, según el canon, ha caído en herejía: ellos niegan verdades que creemos los católicos pero también mantienen dudas insistentes sobre esas verdades, como tantas veces lo han manifestado. De la misma manera podemos llamarlos cismáticos porque han reiterado, en algunas ocasiones, que ellos no obedecerán a Roma y continuarán bendiciendo parejas de homosexuales. De esa manera han roto la comunión con toda la Iglesia.
El papa Francisco reiteradamente ha dejado clara su postura frente a la herejía alemana: ha enviado a sus representantes, los cardenales Ladaria, Ouellet y Parolin –las más altas autoridades vaticanas después del papa– para corregir a los obispos, pero éstos no han hecho caso. El mismo nuncio del Vaticano en Alemania Nikola Eterovic ha dejado claro ante el sínodo alemán que están prohibidos los consejos sinodales para gobernar la Iglesia, y que la ordenación sacerdotal de mujeres es una puerta cerrada.
El canon 1364 dice lo siguiente: El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae, es decir, excomunión inmediata. Para los que somos católicos y queremos vivir bajo las enseñanzas de la tradición de la Iglesia, es claro que esos obispos, sacerdotes y laicos del herético sínodo han caído en excomunión, aunque sobre ello no haya un pronunciamiento oficial de la autoridad vaticana.
Más que nunca oremos por el papa Francisco y por la unidad de la Iglesia. La herejía y el cisma del sínodo alemán amenazan con extenderse por otras partes del mundo, a menos que se ponga un remedio que aclare la confusión. No se puede dejar desprotegida la fe de los sencillos. Dejar que se extienda la herejía pone en peligro la salvación de muchas almas. Mantengámonos unidos al papa para que no le tiemble la mano y sujete bien el timón de la barca de Pedro. El Espíritu Santo lo asista y nos guarde en comunión con el obispo de Roma, unidos la fe perenne de la Iglesia.
Padre: siéntese a confesar, vaya a visitar enfermos; dé catecismo a los niños; acompañe a las parejas que se preparan para el matrimonio. O ya de jodido póngase a ordenar el cargadero que tiene en su sacristía y la notaría parroquial. De mega-hueva sus posts (y sus tweets); no haga más odiosa la iglesia católica
ResponderBorrarNombre ¡qué contundente tu comentario. Y luego cobarde, desde el anonimato. Si tanto le preocupa la sacristia y notaria ¿ya te voluntariaste a ayudar?
BorrarLa visita a enfermos ¡hazlo tú!
Yo comparto la preocupación del Padre Hayen y me uno a esta oración por él, el Papa y la Iglesia.
De corazón espero que encuentres el amor sanador de Dios.
BorrarEres un COBARDE pon tu nombre asi como te crees tan valiente para escribir ese comentario, por eso no me extraña que te laven el cerebro en cualquier lado…
BorrarLo que te choca, te checa
BorrarGracias Padre, respecto a su texto es excelente ya se tiene que hacer algo con la iglesia alemana, sería lamentable que se clara oficialmente el cisma y la iglesia tuviera que separar de la iglesia a los herejes de manera oficial pero parece que no queda de otra, entre más tiempo pasa la confusión de los católicos más sencillos se acrecienta.
ResponderBorrarRespecto del infortunado comentario de arriba, me consta que usted es un sacerdote ejemplar para la diócesis, siempre generando contenido de calidad y que de ninguna manera un comentario de alguien que no sabe que precisamente la función de la iglesia es incomodar y ser odiosa para el mundo debe hacer eco en su ímpetu por acercarnos a nosotros los fieles a la verdad.
Muchas gracias Emmanuel por tus palabras. Es doloroso el resquebrajamiento de la unidad de la Iglesia y por eso hemos de orar siempre. Por otra parte los comentarios donde me insultan me tienen sin cuidado. El Evangelio, aunque es la gran monedita de oro, no a todos les cae bien.
BorrarYo jamás recibiría el Cuerpo de Cristo sabiendo que estoy en pecado, no es una "galleta" no es un amuleto de "buena suerte"
ResponderBorrarFalta como católicos tomar conciencia de lo que es la Eucaristía.
Solo e comulgado 1 vez en mi vida, cuando me bautize a mis 29 años de edad, y eso es lo que me motiva a casarme por la iglesia y arreglar la situación del hombre con el que vivo, pero jamás jamás aceptaría comulgar en pecado mortal,, jamás.
No esta bien hacerle eso a Jesús.
Mis oraciones por el Papa Francisco , que el Espiritu Santo lo ilumine, 🙏🙏🙏
ResponderBorrarEs una situación en la que no se necesita ser parte del clero para visualizarla. Lo importante es. Lo que permitan ustedes aceptar. Y pasar luego a. Si feligrecia. Son ustedes el último filtro. Que frenara o permitirá que el error se propague.ya
ResponderBorrarGracias Padre por ser luz y proclamar la verdad ante tanta ideologia que muchos pretenden imponer; el que nuestra igledia reciba a todos en el amor de Dios no quiere decir que tenga que ser debil y aceptar estas nuevas tendencias que no tienen un fundamento teologico
ResponderBorrarViejo payaso, homofóbico! Si a lenguas se ve que es gay.
ResponderBorrarDe lo que sale de su boca, está lleno su corazón!! Mejor ore y pidale a Dios por todos los que usted señala como pecadores, bendiciones para usted y su familia.
BorrarCuando faltan ideas abundan ofensas
BorrarÁnimo Padre Hayen. Unidos en oración por la iglesia de Alemania
ResponderBorrarPadre solo lo que yo podría comentar es que ustedes nos deben de mantener unidos como iglesia católica y estar en oración por el santo padre Francisco ya que lo que quieren hacer los alemanes no viene de Dios y nosotros como laicos también concientizar a las demás personas a no seguir poniendo oído a esas malas idiologias equivocadas
ResponderBorrarMi oracion por Papa Francisco, por nosotros y por el mundo entero.
ResponderBorrarBienvenidos los comentarios. Las ofensas se descartan solas
ResponderBorrarPadre gracias por sus comentarios y por ponernos al tanto en estar alertas siempre. Unidos en oración, llendo a misa, ayunando es como se logra acabar con el mal. Sigamos pidiendo a Dios para que nos siga dando la fé y amor hacía el❤🙏🏻 gracias por su contenido que Dios lo bendiga, en oración por usted, los sacerdotes y el papa.
ResponderBorrarMuy lamentable lo que está pasando 😔 mas que nunca oracion por el Santo Padre y por Usted Padre Hayen para que sigan defendiendo nuestra Fe 🙏🙏 Bendiciones
ResponderBorrarEs triste ver una iglesia partida, sin embargo hay cosas que deberían revisar dentro de la iglesia. He estado en misas de diferentes iglesias en la
ResponderBorrarCiudad y con profunda tristeza escuchó discursos de odio, homofobia, discriminación por parte de sacerdotes “tradicionales”, sacerdotes que por más que intento decifrar el mensaje me quieren trasladar a “en aquellos tiempos” sin contextualizar al
Presente. La iglesia debe ser un lugar de encuentro y acogida, un lugar amoroso. Y ni que decir de la
División de laicos adinerados que se adueñan de los ministerios donde no tienen cabida quien no tiene poder. Triste definitivamente, pero esto es así, volteamos a ver la casa ajena cuando la propia (local) está hecha un desastre.