Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su oposición al aborto ha demostrado ser pro vida, el pasado martes firmó una orden ejecutiva que ordena al Gobierno ampliar el acceso a la fecundación in vitro (FIV) y reducir los costes del tratamiento de fertilidad. La FIV consiste en combinar óvulos y espermatozoides en una placa de laboratorio para crear un embrión para las parejas con dificultades para concebir. Es claro que el gobierno de Trump está a favor de la vida y la familia, y eso hay que reconocerlo. Las imágenes de Elon Musk con niños en sus brazos en la oficina oval y de JD Vance acompañado de sus hijos pequeños en sus viajes, es una manera de incentivar que las familias tengan más hijos. Sin embargo la FIV es una manera inmoral de dar estímulo a la fertilidad y a ello se opone la enseñanza de la Iglesia Católica. Mientras que los métodos anticonceptivos significan sexo sin hijos, muchas técnicas de reproducción asistida –FIV entre ellas–, significan hijos sin s...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos