En los últimos años se han acercado a mí algunas madres y padres de familia llenos de angustia porque descubren, a través de las redes sociales, que la vida de sus hijos no es como la imaginaban. Una madre de familia, por ejemplo, supo que su hijo adolescente estaba planeando su suicidio. Otra mamá encontró este mensaje de su hija en Facebook: "Estoy feliz de compartir que me identifico como no binarie y que oficialmente cambiaré mi pronombre a elle". Y otros papás descubrieron a su hija adolescente que se había citado en el parque con un hombre desconocido. La crisis de la adolescencia está más álgida que nunca. Son muchos los que tienen depresión y se autolesionan debido a graves heridas emocionales. En muchos casos sus comportamientos están influenciados por la presión de los grupos a los que pertenecen: lo que sucede en el equipo deportivo, en el salón de clase o en el grupo de amigos condiciona fuertemente sus conductas y se hace un contagio social. Desgraciadamente se h...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos