En la tercera de las apariciones de la Virgen María en Fátima a Jacinta, Francisco y Lucía en 1917, Nuestra Señora advirtió: "Si atienden mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia". Y añadió: "El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz". Los errores a los que la Virgen se refería fueron, sin duda, la difusión del comunismo –doctrina basada en una visión materialista del hombre, de la sociedad y del sentido de la vida– doctrina que fue esparcida en el mundo por el siniestro imperio de la URSS, y que causó millones de muertos en los lugares en que se impuso. En el genocidio más grande de la historia, innumerables mártires cristianos dieron su vida abrazados a la Cruz de Cristo frente a los regímenes totalitarios del este europeo y soviético. Según datos del Proyecto Emaús, en 1989 sólo el 17 por ciento de los...
Vida católica: frontera México-Estados Unidos