miércoles, 28 de febrero de 2018

La muerte del niño James

James Camacho, el niño perdido durante un mes, fue encontrado muerto en un campo algodonero de Riberas del Bravo. Tenía un trastorno psicológico. Su autismo no le permitía una comunicación adecuada con su entorno y el repertorio de sus actividades era muy restringido. Como todo niño autista, James tenía seguramente rutinas y conductas repetitivas; quizá le gustaba jugar haciendo torres con algunos objetos de manera obsesiva y rutinaria. No le interesaba el mundo exterior y se sentía atraído solamente hacia los pliegues de su alma.

Un mes duró su búsqueda. Desapareció el 21 de enero de 2018 y fue hallado sin vida el 20 de febrero en un campo algodonero, cerca del lugar de su extravío. Murió de frío. Su muerte ha sido dolorosa en la ciudad por las circunstancias que la rodean: la pobreza, la ruptura familiar y los descuidos. Duele especialmente el descuido de las autoridades que han permitido la desolación de Riberas del Bravo, ese páramo de la ciudad semi abandonado; un lugar carente de suficientes servicios públicos, fruto amargo de ambiciones políticas mezquinas que, sólo por expandir la ciudad sin una planeación adecuada, han sacrificado la calidad de vida de sus habitantes.

Hace muchos siglos, también se perdió un niño en Palestina. Era todo lo contrario a un autista. Tenía una profunda vida interior, pero con una enorme capacidad de querer conocerlo todo y poder comunicarse con todos. Había quedado deslumbrado con el mundo misterioso del Templo de Jerusalén, y quería explorarlo por completo. No se perdió como James que deambuló sin saber a dónde iba. Jesús de Nazaret buscaba respuestas a las preguntas que le quemaban por dentro.

Sus padres sintieron una profunda angustia cuando, después de un día de viaje de regreso a Nazaret, se reunió la caravana para descansar y Jesús no estaba. Fueron los días más angustiosos de sus vidas. Lo buscaron por todas partes durante tres días, también en los atrios del Templo, pero seguía sin aparecer. Nunca se les ocurrió buscarlo entre los doctores, y fue ahí donde lo encontraron, haciendo agudas observaciones y dando respuestas a los problemas bíblicos que se discutían.

Encontrarlo, para sus padres, fue motivo de una gran alegría. El niño les dio desconcertantes respuestas hablándoles de otro padre, su Padre celestial, quien tenía planes llenos de misterio para él. José y María, que vivían de la fe, callaron aquel día. Sabían que la vida de su hijo era un enigma y, aunque no entendían muchas cosas, decidieron volver a emprender, silenciosos, su camino de regreso a casa.

Veintiún siglos después, Jesús perdido y hallado en el Templo, ilumina nuestros extravíos y consuela a los padres que han perdido a sus hijos. Ante el caso de James, no entendemos qué fue lo que sucedió en torno a su desaparición y su muerte. Estas preguntas están en el aire y dejamos a las autoridades competentes que las resuelvan. Pero hay otras preguntas, aún más arcanas, que no todos se formulan: los interrogantes por el sentido de la vida, por lo que está detrás de la cortina de la enfermedad, por saber cuál es la misión existencial de un niño con autismo o con cualquier discapacidad, por descubrir cuál debe ser nuestro papel como sociedad ante los más vulnerables y nuestro quehacer como hijos de la Iglesia para aliviar las llagas de las personas que sufren.

La desaparición y la muerte de James Camacho ha tenido una amplia cobertura en la prensa. La preocupación que hemos sentido por él refleja el amor que en México tenemos a la vida y a los niños. Periódicos y noticieros han mostrado que la vida de un niño de siete años con autismo es de un valor incalculable y merece toda nuestra atención y cuidado. La Iglesia lo afirma: “Todo hombre puede llegar a descubrir en la ley natural inscrita en su corazón el valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término, y afirmar el derecho de cada ser humano a ver respetado totalmente este bien primario suyo. En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política” (Evangelium vitae, 2). Cuando se deje de hablar de los niños desaparecidos o que sufren, nuestra caridad se habrá enfriado.

La legalización del aborto es hoy una amenaza para México. Casi todos los políticos lo quieren y no podemos quedarnos callados. Así como hemos puesto atención a la desaparición y muerte de James Camacho, porque nos duele que un niño se pierda y muera de frío, también ha de dolernos que haya muchas vidas humanas que nunca vean la luz porque alguien les impide nacer. Si dejamos que las leyes abortistas se extiendan en todo el país, entonces empezaremos a ser un país encerrado en su propio egoísmo; habremos perdido el rumbo y seremos una nación que deambula por el desierto de la existencia, de noche y con frío.

jueves, 22 de febrero de 2018

Indignación

En días pasados el Instituto Chihuahuense de las Mujeres, dependencia del Gobierno de Estado, subió a su página web un video de burla a la fe católica y a los sacerdotes, a quienes acusa de no hacer nada contra el acoso sexual a las mujeres en la vida social. Luego de que comenzaron las protestas contra el instituto, dicho video fue eliminado de la página.

Indigna especialmente que una organización como es el Instituto Chihuahuense de las Mujeres, que por su naturaleza debe promover el respeto a la dignidad de la mujer, utilice estos videos para burlarse de la Iglesia y presionar a los sacerdotes a asumir su agenda ideológica, cuando la Iglesia ha sido una colaboradora primera importancia en la sociedad para el bienestar social y la promoción de la dignidad de las mujeres.

Un Estado laico es aquel que es independiente de cualquier organización y confesión religiosa, aquel que no se adhiere públicamente a ninguna religión, ni permite que las creencias religiosas influyan en la vida política. Estado laico es el que reconoce todo lo que de positivo aportan las diversas confesiones religiosas y apoya su trabajo para el bien común. Atacar la fe católica y a los sacerdotes, como lo ha hecho el Instituto Chihuahuense de las Mujeres, no sólo no contribuye a la armoniosa convivencia entre los chihuahuenses, sino que violenta los principios de la sana laicidad.

A la señora Emma Saldaña Lobera, directora del Instituto Chihuahuense de las Mujeres, la exhorto públicamente a que actúe con más sensatez y menos prejuicios contra los católicos, en vistas a que colaboremos juntos, Iglesia y gobierno, para que nuestras mujeres en Chihuahua tengan una vida más digna y sean más respetadas.

Tener menos embarazos de adolescentes, acabar con la violencia doméstica, terminar con la trata de personas, evitar que llegue el asesinato de inocentes a Chihuahua a través del aborto, promover el matrimonio y la familia, son algunos de los ideales que tenemos los católicos para nuestra entidad, y estamos dispuestos a seguir colaborando, desde nuestra misión, con todos los actores sociales para conseguirlo.

Pedimos respetuosamente al Instituto Chihuahuense para las Mujeres que no vuelva a cometer la imprudencia de atacar a la Iglesia y a sus sacerdotes, cuando la Iglesia ha sido constructora de civilidad y de respeto a la dignidad humana desde que llegó a estas tierras del norte desde hace más de 350 años.

miércoles, 21 de febrero de 2018

La belleza de vivir en Alianza

La historia de una chica transexual ha circulado en los medios pro-vida esta semana. Se trata de una adolescente de 17 años, cuyos padres fueron obligados por el gobierno de Ohio (EE. UU.) a renunciar a la custodia legal de su hija, luego de que ambos se opusieron a la decisión de la niña de cambiar de sexo para convertirse en varón. A la menor se le diagnosticó disforia de género con depresión y ansiedad. La niña fue llevada a vivir con sus abuelos, quienes dicen ser de mente abierta. Había que alejarla de sus padres conservadores intolerantes al capricho de su hija.

¿Se puede vivir fuera de la alianza con la naturaleza? No por mucho tiempo. Tarde o temprano el orden natural reclamará lo suyo o nos pasará una factura muy costosa. 

Es curioso que el hombre, tan preocupado hoy por consumir productos naturales y orgánicos, por cuidar la ecología y la salud del planeta, por reciclar y no contaminar, se desligue de la ley natural en la que fue creado y quiera vivir de la manera más antinatural, aceptando el divorcio, el adulterio, la pornografía, la homosexualidad y la contracepción; incluso el transexualismo que niega que exista la naturaleza humana.

La cultura se transforma rápidamente. Vivimos tiempos líquidos para los que no existen las verdades ni las mentiras; tiempos en los que se diluyen el bien y el mal. Todo se vale. Lo importante es la conciencia personal y la satisfacción de los propios deseos. Cobra mayor fuerza un mundo en el que no existen los arraigos, las raíces, la familia ni la naturaleza humana. Vivimos en un mundo de individualidades, pero no de alianzas.

La naturaleza humana nos dice que el hombre fue creado para vivir en relaciones de alianza con su naturaleza, con Dios y con los demás. 

A través de la Biblia, cuando Dios quiere establecer relaciones con su pueblo, hace una alianza, y no un contrato. En los contratos se intercambian los bienes, tienen caducidad y se pueden deshacer cuando una parte no está satisfecha. En cambio una alianza es un intercambio de personas: “Tú eres mi pueblo, y yo seré tu Dios”; “yo te acepto a ti como mi esposa”. En una alianza, el hombre se dona a sí mismo a otra persona, y viceversa, en una efusión de vida y amor. Las alianzas, y no los contratos, son las que llevan al hombre hacia su plenitud en un proyecto de vida.

Conocí hace años a Javier y Sofía, una pareja a quienes también asistí en su matrimonio. A ellos les nació un niño con una enfermedad congénita. Fue difícil, sobre todo al principio, cuando tuvieron que trasladarse a El Paso Texas por los tratamientos del bebé, siendo Javier ilegal en Estados Unidos. Tuvieron que recibir apoyo económico de sus familiares y amigos. Esta pareja me permitió ver lo que es la entrega del uno al otro en la alianza matrimonial en circunstancias difíciles. Hoy su niño ha salido adelante y viven más tranquilamente en Ciudad Juárez.

La relación de alianza es una relación de sacrificio centrada en el amor de Dios y en el amor a nuestros hermanos hechos a imagen y semejanza de Dios. 

El amor de alianza no es el amor egoísta y arrogante que promueve nuestra cultura colocando al individuo en el centro de todo, y donde la verdad se puede cambiar para que se acomode a nuestras creencias personales, situaciones y circunstancias.

Hace tiempo conocí a Adalberto, una persona con atracción homosexual que estaba cansado de su vida de relaciones con otros hombres. Las relaciones contrarias a la naturaleza desembocaban en una vida insatisfactoria y en la angustia. Sabía que con otro hombre nunca podría establecer una alianza de amor y de vida. Buscó los orígenes sobre su homosexualidad, fue descubriendo las raíces de su mal y decidió vivir en castidad. No se contentó con eso y quiso ir más allá. Adalberto acude hoy con un psicólogo y lucha por sanar su masculinidad. Su sueño es contraer matrimonio con alguna chica que lo quiera.

A todos Dios nos creó para vivir en alianza: matrimonios, sacerdotes y religiosos, y también a los solteros por su condición bautismal; alianzas de amor y vida que reflejan la imagen de Dios que es amor eterno de tres divinas personas. 
Nuestra alianza con el Señor es la más importante que podemos tener en la vida. Más importante que la alianza con la propia mujer o marido, más importante que la alianza con los hijos. 
Esto por la sencilla razón de que sólo Él nos da la fuerza para querernos, aceptarnos, servirnos y perdonarnos unos a otros. 

miércoles, 14 de febrero de 2018

El ataque del diablo a la mujer

El sistema educativo hoy es opresivo para muchos niños varones. La escuela mixta trata a todos por igual, ignorando que los niños y las niñas aprenden de manera diferente. Como resultado, los niños permanentemente obtienen más bajas calificaciones que las niñas; son más propensos a reprobar que ellas. Además en Estados Unidos el 77% de los expulsados de las escuelas son niños, y el 76% de los diagnosticados con problemas emocionales son también niños.

Según un estudio de la Universidad de Michigan, el número de niños que dijeron que no les gustaba la escuela creció 71% entre 1980 y 2001. El fracaso escolar parece ser un asunto eminentemente masculino. Hay una crisis de la masculinidad. Las políticas de género que han invadido el sistema educativo están oprimiendo a todo el que tenga energía física, sobre todo a los varones. Hacen todo lo posible por neutralizar la virilidad.

El feminismo radical se empeña por reprimir la agresividad de los varones, cuando sabemos que la psicología masculina está teñida, naturalmente, de espíritu de competencia, de querer ganar, de conquistar el espacio físico, de ser activamente virtuosos. Muchos adultos hombres recordamos los juegos de la infancia; eran juegos de guerras, de luchas y aventuras. Hoy de aquello queda poco y los niños actuales deben aprender lo que es la masculinidad solamente a través del cine. Me decía una madre de familia que ella no permitía que su niño tomara clases de box porque así fomentaba la violencia en él. Pobre niño, pensé; su madre le castra su desarrollo masculino.

Los varones y la mujeres somos creados a imagen de Dios, y cada sexo refleja específicamente una dimensión del ser divino. El varón es reflejo de la vida exterior de Dios, es decir, de esa parte de Dios que sale de sí mismo para crear una multiplicidad de seres. Los genitales masculinos bien pueden simbolizar esta dimensión que sale de sí mismo para crear. Por eso el varón, en su psicología, busca dominar el espacio, hacer un proyecto fuera de su casa, proteger y defender las obras que Dios le dio para administrar.

La mujer, en cambio, es imagen de Dios porque señala la vida interior de Dios. Ella indica el misterio de la comunión eterna de amor y de vida que hay en el seno de la Trinidad. Las mujeres están más proyectadas psicológicamente hacia la vida interior, hacia las relaciones interpersonales para custodiar la comunión y el amor. Recibir y gestar la vida. El mismo aparato genital femenino bien lo señala. El amor de Dios se establece, primero, en el corazón de la mujer. Es ella la que tiene una relación especial con el Espíritu Santo, que el hombre no entiende del todo.

Satanás, narra el capítulo 3 del Génesis, dirigió su ataque, primeramente a Eva, la mujer. El Maligno sembró la duda y la confusión en ella, haciendo que dudara de la autoridad de Dios en su vida: "¿Cómo es que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?”... De ninguna manera morirán. Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal” (Gen 3,1-5). Con estas palabras el diablo distorsionó el mandato del Señor, y a través de la mujer, hirió gravemente a la familia.

El feminismo radical es la prolongación de aquel ataque que la serpiente antigua dirigió a la mujer en el jardín del Edén. Esta ideología feminista está convirtiendo al varón en un mujerujo, en un ser débil y afeminado, de poco carácter, que ante el mandato que Dios le dio de crear, administrar, custodiar su Creación, responde de manera inadecuada. Se nos recrimina la agresividad, se nos dice que somos culpables de haber creado una sociedad hetero-patriarcal corrupta, por el hecho de ser hombres. Y se nos dice que no se nos ocurra intentar avanzar o prosperar porque podemos ser cómplices de esta tiranía que oprime a las mujeres. El resultado es que muchos hombres hoy se sienten desmoralizados, perdidos, sin rumbo ni objetivos, atrapados en vicios y conductas destructivas.

Este nuevo tipo de hombre afeminado que el feminismo radical contribuye a crear, es también perjudicial para las mismas mujeres. Una mujer, lo que en realidad desea, es un hombre de verdad que la quiera y la respete, que sea su líder, que la proteja, se sacrifique por ella y por sus hijos. Ninguna mujer sensata querrá compartir la vida con un medio hombre que huya de los problemas y sea un egoísta, o un inmaduro. Ninguna.

La salida de esa situación es que los varones aprendamos a mirar a Jesucristo -hombre perfecto-, quien ha venido a redimir las relaciones entre el hombre y la mujer. Si Adán no supo ser responsable de la misión que Dios le encomendó, Jesucristo vino a mostrarle que Él venía a llevar adelante el plan del Padre Celestial, hasta entregarse en la Cruz y dar su vida por la esposa. Nuestra misión como maridos, padres y sacerdotes es amar a nuestras esposas como Cristo ama a su Iglesia. Estamos llamados a servir a nuestras familias y comunidades parroquiales como jefes y sacerdotes, como Jesús vino a servir.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Hollywood y las mujeres acosadas

En los últimos meses la prensa ha dado amplia cobertura a los escándalos de acoso sexual en Hollywood. En septiembre pasado aparecieron las primeras acusaciones al productor de cine Harvey Weinstein. Al final del año, la revista Time nombró como personaje del año a todos los “Silence Breakers”, es decir, a las personas que se atrevieron a romper el silencio acusando de acoso o abuso sexual a grandes peces de la industria cinematográfica.

Muchas acusaciones están hechas por mujeres que dicen que fueron acosadas sexualmente, no en las habitaciones de los hoteles, sino durante los rodajes de las películas y en actividades relacionadas con el trabajo. Un gran número de casos son de muchos años atrás. Sin embargo, cualquier mujer que sea aspirante a actriz en Hollywood, y también las viejas actrices, sabe que trabajar en el mundo del espectáculo implica quitarse la ropa ante a las cámaras y hacer escenas de desnudos. ¿Para qué se hacen las víctimas y acusan de abuso a quienes ellas mismas provocan?

Los hombres no se encueran tan fácilmente. Entre las cien películas más taquilleras del 2014, las mujeres hicieron tres veces más desnudos que los hombres. Ahora bien, nadie que vaya a clases de actuación en Hollywood o en Los Ángeles se sorprende al encontrar la materia “escenas de sexo” en el plan de estudios. Actores y actrices deben aprender el arte de la intimidad con las cámaras. No se lamenten, pues, estas actrices de que, de repente, alguien les ponga la mano encima o las invite a pasar a su apartamento, cuando todos trabajan en un ambiente hipersexualizado.

El motivo de escándalo de Hollywood no es, a mi juicio, el que haya productores y directores lascivos, o actores y actrices livianas. Eso, por supuesto, es inmoral y no debe ser así. La industria del entretenimiento no tiene por qué estar inmersa en una atmósfera de acosos. Lo verdaderamente escandaloso es el material cinematográfico que brota de este ambiente hollywoodesco y que el público consume. Este es el acoso que hace la industria del entretenimiento a quienes van al cine. Jesús de Nazaret lo denunciaba: “De lo que está lleno el corazón habla la boca”.

Un simple botón de muestra: en tiempos en que Hollywood está envuelto en escándalos sexuales, hoy está en cartelera “Llámame por tu nombre” (Call me by your name), que cuenta la relación homosexual entre un adulto y un menor de edad. Es el adolescente quien busca al adulto, para no hacer ver a éste como un depredador. Es una película que promueve la pederastia, mientras que diversas voces progresistas la catalogan como “la más romántica del año”, “la favorita a los Óscar” o “un triunfo erótico, aguda emocionalmente y abrumadoramente sensual”. Parece increíble que lo que Hollywood critica en la vida real, lo glorifique en la pantalla grande.

Grave es toda esta basura del cine que contamina a al mundo. Sin embargo hay otro motivo por el que la prensa hoy magnifica las acusaciones de las actrices a los hombres de esa industria. Es la misma razón por la que se acusa a políticos varones de Washington, a diputados en México, a médicos y entrenadores deportivos en Brasil, a dirigentes de empresas, maestros, novios y padres de familia en todas partes del mundo occidental. Es la guerra sucia de sexos que impulsa el feminismo radical y la izquierda, que presenta al hombre como un depredador y un maniático, un abusador del poder y un explotador de la mujer. 

Según las feministas es ella, la mujer, la víctima de la sociedad hetero-patriarcal, la que no necesita al hombre, la que puede ser víctima de un feminicidio, la que debe empoderarse. Pero mientras este feminismo lésbico siga activo, se seguirán amargando las relaciones entre hombres y mujeres. Y también seguirá convirtiéndolas a ellas, como hasta hoy lo ha hecho, en personas más infelices que nunca.

jueves, 1 de febrero de 2018

Confesionario sin absolución: siento un gran vacío por la muerte de mi pareja

La pregunta: Hola padre, hace tres meses que mi pareja se me adelantó, y yo no pude estar con ella en sus últimos días. Tampoco pude asistir a su funeral ya que ella falleció en El Paso Texas y yo tuve que quedarme en Ciudad Juárez. Por seis ocasiones fui a pedir un permiso humanitario a las autoridades de Estados Unidos y me lo negaron. Ni siquiera me dieron permiso de ir su funeral. Hay una parte de mí que es consciente de que ella ya no está con nosotros, pero hay otra parte de mí que no lo acepta. Siento que me quitaron algo; me siento vacío y quiero saber si usted puede darme una orientación. ¿Qué puedo hacer con este sentimiento que me esta comiendo por dentro?

Padre Hayen: primero, te agradezco la confianza al escribir y te doy mi pésame por la muerte de tu pareja. Con el amor de Jesucristo te mando un fuerte abrazo. Me duele tu situación, no sólo por el vacío que te ha dejado la desaparición de tu ser querido, sino porque las leyes migratorias, o quizá personas muy insensibles, no te permitieron poder asistir al funeral. Recibe, pues, mis sinceras condolencias.

Supongo que eres cristiano. Para nosotros, discípulos de Jesús, el dolor y la muerte tienen un significado positivo. Dice san Pablo: “Si morimos con Cristo, viviremos también con Él” (2Tim 2,11). Quien muere en la fe en Jesús, pidiendo perdón por su pecados y poniendo en sus manos su propia vida, vive el sublime momento del encuentro de amor con su Dios y Señor. Nada hay más esperado en la vida que esta cita puntual que tenemos con el Señor en el momento de la muerte.

Quiero invitarte a la confianza de que tu señora tuvo la oportunidad de arrepentirse antes de morir y pedir perdón a Dios por sus pecados. De alguna manera Dios, a todos, nos brinda la oportunidad del arrepentimiento y de reconocerlo como nuestro Salvador. Lo hace por el camino ordinario del sacramento de la Confesión, pero también lo puede hacer por caminos extraordinarios que no conocemos, como es el del arrepentimiento y pedir perdón en el último minuto, antes de la muerte.

A mí me da gran esperanza y consuelo la historia de Dimas, el ladrón que estaba crucificado junto a Jesús. A pesar de los delitos horrendos de toda una vida, bastaron sus palabras “Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu reino”, para que el Señor pronunciara esa frase que ha llenado de esperanza a millones de corazones: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Jesús reconoció la sinceridad que había en aquel corazón y por eso lo perdonó y lo salvó.

Si tu esposa tuvo días de enfermedad, recibió un regalo de Dios muy grande: la gracia de prepararse para la muerte. Muchas personas tienen una muerte repentina, pero no fue así con tu mujer. Ella tuvo la oportunidad de meditar sobre la gravedad de su salud, y seguramente vio que se acercaba su final. Confiemos en que, si no pudo asistirla un sacerdote, ella pidió perdón al Señor por sus pecados. Y Dios le concedió la certeza de que su vida quedaba salvada por la misericordia de Jesucristo. Recuerda lo que dice el salmo: “El Señor es compasivo y misericordioso; él rescata tu vida del sepulcro, y te colma de amor y de ternura” (Sal 102).

Para aliviar tu dolor y mantener la esperanza te aconsejo que medites las escenas bíblicas de las apariciones de Cristo resucitado a sus discípulos. Contémplalo victorioso, con su cuerpo glorificado, apareciéndose a los apóstoles temerosos y diciéndoles “La paz esté con ustedes”. Introdúcete con tu imaginación en esos pasajes maravillosos y pide al Señor que tu esposa pueda contemplarlo resucitado de entre los muertos.

Y tú, acércate a la Eucaristía. Es en la santa Misa donde encontramos a Cristo resucitado, más que en cualquier otra parte. En él están todos los que murieron en su amor, seguramente también tu esposa. Ofrece misas por su eterno descanso, y estas Eucaristías serán el gran regalo de amor que des a tu mujer. Que Dios te fortalezca y la Virgen María, quien consoló con su presencia a su Hijo al pie de la Cruz, te conforte y te acompañe.

(Para preguntas en 'Confesionario sin absolución' puedes escribir, de manera breve, en un mensaje privado a la cuenta de Facebook/Messenger : Eduardo Hayen Cuarón; o en Twitter: @padrehayen)

Trigo y Cizaña

Frase trumpiana
En su discurso a la nación norteamericana del martes pasado, el presidente Donald Trump pronunció una brillante frase en su alocución: “En Estados Unidos sabemos que el centro de la vida estadounidense no son el gobierno y la burocracia, sino la fe y la familia. Nuestro lema es 'en Dios confiamos’”. Aplaudí la frase. En tiempos en que los gobiernos se han convertido en verdaderas dictaduras que manipulan la vida de sus ciudadanos al grado de confundir la identidad de hombres y de mujeres; en tiempos en que el Estado se entromete entre las sábanas del pueblo para cortar las fuentes de la vida y los nacimientos; en tiempos en que se repite una y otra vez que matar a los bebés y a los ancianos es un derecho humano; en tiempos en que cada vez es más difícil conducir la propia vida por principios religiosos y morales... la frase del presidente Trump enciende la esperanza de que no todo está perdido. Lo dijo el papa León XIII en la Rerum novarum: “Lo que más contribuye a la prosperidad de las naciones es la probidad de las costumbres, la recta y ordenada constitución de las familias, la observancia de la religión y de la justicia, las moderadas cargas públicas...” entre otras cosas.

Niños y pantallas
No te quemes la boca por comer pronto la sopa. Nuevas investigaciones afirman que el exceso de tiempo en pantalla tiene un efecto perjudicial para el desarrollo del cerebro y la educación de los niños. Incluso los grandes de la tecnología comienzan a hablar sobre los peligros de la adicción a internet y la urgencia a los padres para que reduzcan el tiempo de pantalla a los niños a un máximo de dos horas diarias. Para las escuelas católicas esto es más urgente, ya que su misión es la formación humana y espiritual de los alumnos, y en esto ninguna máquina se puede involucrar. Jean Twenge, psicóloga, afirma que hoy los niños son menos felices y están menos preparados para entrar en la edad adulta. Quien se quema en la sopa, sopla en la fruta. Un ambiente educativo que no está inundado de tecnología permite a los estudiantes mantener más la atención, desarrollar la concentración y apreciar el silencio, que son las disposiciones necesarias para meditar sobre la verdad, la belleza y la bondad. No sólo eso. También los estudiantes están perdiendo la capacidad de comunicarse, por lo que hay escuelas que prohiben el teléfono celular durante el día escolar.

Ideología verde
El INE está previendo multar nuevamente al Partido Verde Ecologista por más de 10 millones de pesos. En el año 2013 el PVEM reportó gastos de más de 5 millones de pesos para traslado de su Comité Ejecutivo Nacional en aviones privados. Sin embargo esos vuelos nunca ocurrieron, según informes de la Dirección General de Aeronáutica Civil. Aunque en todos los partidos se cuecen habas, la ideología verde es perniciosa. Quitaron los animales de los circos y, finalmente, ven a la reproducción humana como enemiga del planeta. Para ellos el adversario es la economía de libre mercado, responsable del consumo desenfrenado y la contaminación de la Tierra, así como su sobrepoblación. Curiosamente los países con más problemas ecológicos han sido los comunistas. La antigua URSS enterró su basura nuclear en su subsuelo, cerca de sus ríos, y en el Mar de Japón, lo que ha sido declarado como un verdadero desastre ecológico. Hoy las ciudades más contaminadas se encuentran en China. Y los verdes no pueden negar que la nación más rica del mundo -Estados Unidos- tiene estándares ecológicos muy por encima de los países pobres y menos libres. El problema no es la ecología que busca cuidar la tierra, sino el ecologismo como ideología, que pone la naturaleza por encima del hombre, hasta la locura de rendirle culto.

El catolicismo y la carne

El aspecto más distintivo del cristianismo sobre otras religiones es la encarnación de Dios en la raza humana. Las demás religiones se escan...