jueves, 18 de enero de 2024

Los demonios gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios"


Así se lo decían a Jesús arrojándose a sus pies. Jesús lo reprendía diciéndole: "¡Cállate!". ¿Por qué esa reprensión ante una verdad que san Pedro también confesó, y a quien Jesús elogió diciéndole: "Esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo"? ¿Por qué no nos reprende a nosotros cuando confesamos con fe que Jesús es el Hijo de Dios y nuestro Salvador? ¿Por qué Cristo no nos riñe cuando, en el Credo, profesamos nuestra fe católica al decir "Creo en Jesucristo, Hijo de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos"? 

Una razón por la que Cristo increpó al diablo diciéndole "¡cállate!" es por la burla de Satán al Verbo encarnado. Es como si nosotros hiciéramos saludos y reverencias al presidente de la república pero luego le diéramos la espalda y no obedeciéramos sus proyectos. Así Satán se arroja a los pies de Jesús y lo llama "Hijo de Dios", pero no se ajustará a los planes de Dios, sino que querrá destruirlos. La suya es una mofa al Hijo de Dios. 

Podemos caer en la misma actitud del adversario de Dios. Hay católicos que con rosario o escapulario al cuello dicen que Cristo es el Hijo de Dios pero cometen crímenes terribles como en el narcotráfico. Una persona que practica aberraciones sexuales, sin estar dispuesta al cambio, y pide la bendición para él y su pareja del mismo sexo, ¿no es una burla a Cristo? 

Un sacerdote pederasta puede revestirse con alba y casulla diciendo a los fieles que Jesús es el Hijo de Dios y, al mismo tiempo, comportarse como el enemigo de Dios hacia otras personas. Cristo nos dice a los católicos de doble vida: "¡Cállate! no lo digas". Es decir, "tu confesión es una burla al Hijo de Dios ", un sacrilegio. 

Jesús recibe con alegría nuestra confesión de fe cuando hay arrepentimiento, deseo de vivir santamente, humildad y hambre de salvación. Que vivamos el gozo de decir a Jesús "Tú eres el Hijo de Dios", conscientes de la grandeza de esta expresión y del compromiso que implica.

4 comentarios:

  1. Si el demonio o los demonios son los maestros de la mentira porque debemos crear selectivamente en sus palabras?

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  2. Que el Espíritu Santo le impulse a responder siempre con la verdad y valentía cuando se acuda ante usted para pedir ayuda contra las fuerzas del mal y, en su caso, coadyuve en la Pastoral de la Consolación en virtud de contar con la licencia correspondiente.

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  3. Padre gracias, por esa reflexión, Dios y María Santísima lo protejan siempre y el Espíritu Santo lo siga iluminando.

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