Después de que en mayo pasado se realizó, desde la catedral de San Luis Potosí,
el magno exorcismo para México, muchos se preguntan por qué se realizó un acto
de esta naturaleza. Otros incrédulos se burlan diciendo que los exorcismos son
de personas ingenuas que creen que con rezos contra el diablo se acabará la
violencia... Más ingenuidad hay en estos escépticos que piensan que sólo con las
fuerzas humanas se derrotará la violencia incontrolada que aflige a los
mexicanos. El mismo papa Francisco dijo que el demonio ha pasado factura muy
costosa a México porque no perdona que la Madre de Dios se haya aparecido en el
Tepeyac en 1531 y haya venido a derrotar su imperio tenebroso. El ejemplo del
cardenal Sandoval y del obispo de San Luis Potosí, Carlos Cabrera, será
decisivo para animar a otros prelados a expulsar a Satanás de sus diócesis.
La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien dice ser no creyente, empezó su gobierno participando en un ritual de brujería. Hago algunas observaciones con este hecho: 1. Muchos ateos se niegan a creer en el Dios revelado por Cristo debido a que ello exige conversión y compromiso moral, y prefieren dar cauce a su sensibilidad espiritual a través de rituales mágicos de protección contra fuerzas que los puedan perjudicar. Es decir, en el fondo, muchos que se confiesan ateos creen que existe algo que está más allá del mundo natural. ¿Será que la presidenta, en realidad, no es tan atea? 2. Participar en un ritual religioso indígena debería de ser motivo de escándalo para los jacobinos y radicales de izquierda que proclaman la defensa del Estado laico y la no participación de un político en actos de culto público. Ellos deberían de ser coherentes y lanzar sus rabiosos dardos a la presidenta. Si Claudia Sheinbaum hubiera sido bendecida por algún sacerdote con sotana y sobrepelliz a las puert...
Muy bueno, yo si creo, que se deve hacer exorcismo en cada ciudad, es necesario. amèn.
ResponderBorrar