miércoles, 10 de abril de 2019

Mi columneja


Por celos mata a su novia
La ciudad ha sido estremecida con el asesinato de Dana, una estudiante universitaria de literatura. Hace unos días fue encontrado su cuerpo sin vida, cerca de la universidad. Aparentemente su novio fue quien le quitó la vida, y solamente por celos, ya que ella lo había dejado y había iniciado una nueva relación amorosa con otra persona. Se dice que al culpable, que apenas tiene 18 años, le esperan al menos 70 años de cárcel.

Si las cosas fueron así, Dana fue víctima de su novio. Sin embargo el novio fue víctima de sus propios celos. El muchacho permitió que la envidia y la ira anidaran en su corazón. La envidia suscita sentimientos de odio, siembra divisiones, impulsa la búsqueda desesperada del amor perdido y pone el alma en un estado de turbación extrema. El envidioso no tiene contento mientras no consigue eclipsar y dominar a su rival -en este caso a su ex novia- y padece de una angustia perpetua. La envidia es como un reptil sigiloso que se desliza sutilmente, se mueve con astucia y sabe aguardar el momento oportuno para atacar con fuerza e inocular su más puro y mortífero veneno. El ataque visible y mortal de un joven a su ex novia ha descubierto el ataque invisible de una pasión incontrolada.

Donación de Casa Sacerdotal
Alrededor de 40 sacerdotes estuvimos, hace unos días, en el solar donde fue colocada la primera piedra de lo que será la Casa Sacerdotal de la Diócesis de Ciudad Juárez. En un gesto de mucha generosidad, don Tomás Zaragoza donó el terreno para que ahí vayan los sacerdotes enfermos y ancianos a vivir sus últimos días. Además el espacio contará con una parroquia -San Agustín- en la que también podrán esos sacerdotes prestar algún servicio.

José de Arimatea fue una persona pudiente que ayudó, a su manera, a Jesús. Los cuatro evangelistas narran cómo este personaje, con la ayuda de Nicodemo, desclavó el cuerpo de la cruz y lo sepultó en su propia tumba, la cual es hoy la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén. Según san Mateo fue un hombre rico; hombre ilustre según san Marcos; persona buena y honrada según san Lucas. La generosidad de don Tomás, preocupado por asistir a los sacerdotes ancianos y enfermos, sea como la de aquel discípulo de Jesús, oriundo de Arimatea, y el Señor recompense su caridad.

De las tinieblas a la luz
Conversé con un hombre de esos que la sociedad llamaría un auténtico malvado. La persona trae más de diez asesinatos cargando en su equipaje y una larga historia en el oscuro mundo de las mafias. Las circunstancias familiares, el entorno social y el mal uso de su libertad le fueron imprimiendo marcas en su alma que no se borran fácilmente: satanista, narcotraficante, asesino. Cuando tenía 14 años mató a su primera víctima y nunca sintió el menor remordimiento de conciencia. A pesar de su negro historial, él dice que en el fondo de su corazón es un hombre bueno. Está arrepentido de su pasado oscuro que ha quedado atrás y quiere reparar, de alguna manera, los pecados cometidos. Sueña con ser un buen esposo, un buen padre y ganarse la vida honestamente. Ha comenzado a acercarse al misterio de Dios y su conciencia empieza a sensibilizarse. 

Mi hermano -así me gusta llamarlo- ha sido víctima del mal toda su vida. No tuvo la familia ni la formación cristiana que otros tuvimos. Condicionado por la miseria, llegó a dormir en la calle, en botes de basura, y jamás tuvo a alguien que se preocupara realmente por él; nunca tuvo una persona que lo orientara en el camino hacia Dios. Es un milagro de la gracia que este hermano hoy empiece a añorar la bondad. Él es la oveja perdida y malherida que comienza a escuchar, a lo lejos, la voz del Pastor eterno que lo llama a la inocencia que nunca tuvo, y así ayudarlo a emprender su camino de regreso a la Casa del Padre.

1 comentario:

  1. empieza esta "columneja" con una triste historia y termina con una bella, solo Dios sabe sus caminos

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