miércoles, 20 de mayo de 2015

Benditas cárceles

El peor de los males de México se llama impunidad. En nuestro país los narcos, los asesinos y los corruptos difícilmente irán a la cárcel. Somos el segundo país del mundo con los índices más altos de impunidad, sólo por debajo de Filipinas. Hablando de este mal, el sabio Sócrates decía que Arquelao era ciertamente el más desgraciado de los hombres, porque era un criminal tranquilo e impune. La ausencia de castigo era su peor castigo porque lo convertía en prisionero del mal, a tal grado de ni siquiera hacerlo sentir el deseo vivir en el bien. La impunidad deja al hombre sin corrección, corrompiéndolo en la perversión, en su camino de mezquindad y suficiencia. ¡Benditas cárceles que se encargan de colocarnos frente a nuestra miseria y nuestra nada! Cuando tocamos el fondo de nuestra desdicha podemos emprender el camino hacia arriba para llegar a ser verdaderamente hombres.

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