miércoles, 25 de marzo de 2015

Dios, nuestro aliado para la paz

¿A qué se debe que en Ciudad Juárez bajaron drásticamente los índices de violencia después del año 2012? Mucho se atribuye a la acción de los tres niveles de gobierno por recuperar los espacios públicos y fortalecer el tejido social; se dice que han ayudado las reformas al sistema de justicia y la cadena perpetua para quienes secuestren o extorsionen. Los cuerpos policiacos también se han depurado y nuevos programas educativos y de valores se han difundido. Todo ello, sin duda, ha contribuido a que vivamos más tranquilos. Pero lo que más ha influido –no cabe la menor duda– es el poder de la oración de la Iglesia católica y de otras comunidades cristianas. Nuestros esfuerzos serían inútiles si únicamente confiáramos en las fuerzas del hombre para construir la paz sin invocar a Dios; y caeríamos en la ingenuidad si confiáramos exclusivamente en la fuerza de la oración. A Dios rogando...

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